miércoles, 28 de octubre de 2020

¿POR QUÉ EL MUNDO NECESITA LÍDERES QUE SE CONOZCAN A SÍ MISMOS?



IsabelleLaporte en INSEAD Knowledge del pasado 29 de julio plantea que la crisis del coronavirus ha facilitado el ascenso de líderes autocráticos y narcisistas justo cuando menos los necesitamos.

En un webinar reciente Manfred Kets de Vries compartía sus pensamientos sobre lo que la crisis actual significa para los líderes. Recordando las enseñanzas de los filósofos griegos señalaba que la inscripción en el templo de Apolo en Delfos: ”Conócete a ti mismo” se mantiene como extremadamente relevante en la época actual y especialmente para los líderes.

“¨La mayor parte de las personas son extraños para sí mismos” dijo en su charla, resaltando el hecho de que la mayor parte recurrimos a una “defensa maníaca” llenando nuestros días de gran cantidad de actividades para evitar tener tiempo para reflexionar, corriendo de un lado para otro sin saber hacia dónde vamos.

Kets de Vries promueve lo que llama “el paradigma clínico” como un canal de autoreflexión para los líderes que implica una orientación psicodinámica-sistémica hacia el análisis organizacional. Mantiene que gran parte de lo que nos ocurre se encuentra en un nivel subconsciente y que las fantasías, los sueños y los simbolismos son formas de acceder a este tipo de autoconocimiento y de revelar nuestros puntos ciegos. Otra manera consiste en reflexionar sobre nuestro propio pasado que puede formar una lente a través de la cual podemos entender el presente y modelar el futuro.

Desafortunadamente, no existe una píldora mágica para convertirnos en un lider auto-reflexivo ya que conseguirlo  requiere un viaje y un poco de trabajo detectivesco que necesita tiempo para procesar la nueva información, descifrar lo que ocurre en nuestro interior y proceder al cambio.

Conocernos a sí mismos es fundamental para los líderes porque, esencialmente, el mundo ha alcanzado un nivel sin precedentes de complejidad y el ritmo del cambio es vertiginoso. La crisis del COVID-19 es la última de una interminable corriente de disrupciones y en este estado de cosas es crítico que los líderes sean conscientes de que no pueden ser buenos en todo y que hay que abandonar el mito del líder como el héroe.

El liderazgo es un deporte de equipo, mantiene de Vries, y los líderes deben conocer cuáles son sus fortalezas para poder utilizarlas mejor. Al mismo tiempo, deben reconocer, humildemente, sus debilidades para que sean capaces de crear un equipo que llene esos vacíos.

La humildad que surge con el autoconocimiento es también crítica para luchar contra el ascenso de los líderes autocráticos que solo piensan en sus egos y que se convierten en destructivos.

Keats de Vrties recuerda, también, que con las crisis con frecuencia se produce regresión social y las personas de repente se vuelven más dependientes y empiezan a buscar mesías. Los ejemplos más evidentes de este hecho los podemos ver en el ámbito político, pero también se observa en organizaciones en las que existe una tendencia natural a que las personas digan a sus superiores qué es lo que quieren oír  y se rechaza a los que dicen la verdad. Al final esta combinación de narcisismo y comportamiento servil y adulador conduce a la caída de gigantes, como ha ocurrido con Nokia.

La pandemia supone un punto de inflexión. Para convertirla en una oportunidad los directivos deben ofrecer un significado a sus profesionales. Éste como de Vries explica está formado por:

a).- Un propósito o concepto para mirar hacia delante.

b).- Un sentido de pertenencia ya que somos animales sociales.

c).- Unas competencias o aquello en lo que somos buenos.

d).- Un sentido de control ya que las personas queremos tener voz.

e).- Una trascendencia para ir más allá de nosotros mismos.

La organización ideal para Kets de Vries sería, pues, una que estuviese basad en la confianza en la que las personas encontrasen un sentido y se sintieran cautivadas por su trabajo, así como seguras para expresar sus ideas. No debemos olvidar que en la actualidad como ponen de manifiesto las encuestas Gallup sobre la fuerza laboral mundial, el 85% de los trabajadores no se sienten comprometidos con su trabajo, pero les gustaría acudir a sus trabajos para marcar una diferencia, pero nadie les ha pedido que utilicen sus fortalezas para que la organización sea mejor.

Aunque la pandemia es una tragedia, es también una oportunidad para que el mundo se replantee su futuro. La actitud de los profesionales, especialmente los que se encuentran en puestos directivos determina cuál va a ser el desempeño de una organización. Según de Vries el buen liderazgo implica un delicado equilibrio entre disposición y posición, por ejemplo la capacidad para resistir los efectos intoxicantes del poder. Siempre va a requerir comprobaciones y evaluaciones y equilibrios y sobre todo necesita líderes que se conozcan y sean vulnerables que, como decía Napoleón, sean transmisores de esperanza.


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