Moncho Ferrer, hijo de Vicente Ferrer y director de Programas de la Fundación Vicente Ferrer, presentó ayer por la tarde en la sede de CaixaForum en Madrid la campaña “Mujeres, la fuerza del cambio” que pretende sensibilizar sobre la situación de la mujer en la India rural y mostrar el liderazgo que está ejerciendo la Fundación para mejorar las condiciones de vida de este colectivo, especialmente marginado y desprotegido en dicho país.
En el acto, intercalando con actuaciones de danza y música presentó las historias de seis mujeres y una niña que representan las acciones que la Fundación está llevando a cabo dentro del programa de desarrollo integral en el campo de:
1.- Educación, como medio para conseguir el respeto personal y de la comunidad y lograr el progreso de esta última, al tiempo que se evitan matrimonios de adolescentes, por medio de la historia de una maestra, Durgamma, que considera que la educación es necesaria para erradicar la pobreza.
2.- Salud, a través del ejemplo de Vani, enferma de SIDA, enfermedad transmitida por su marido muerto por esa causa, viuda sin recursos y marginada hasta que recibió ayuda de la fundación que le ha permitido formarse y ayudar a las embarazadas seropositivas de su comunidad a evitar el contagio a sus futuros hijos, al mismo tiempo que obtiene unos recursos para mantenerse. Con su trabajo quiere conseguir también que otras personas con su misma enfermedad no sufran lo que ha sufrido ella.
3.- Vivienda, para demostrar que las mujeres pueden ser propietarias de sus casas lo que les permite gozar de una independencia que de otra forma no tendrían. La historia de Hammavatti, es un ejemplo de esfuerzo para lograr obtener una vivienda en propiedad, colaborando en su construcción, que le va a permitir superar situaciones personales adversas.
4.- Ecología, por medio de las ayudas para abordar la agricultura y ganadería de forma responsable y con la concesión de microcréditos que permiten a las mujeres obtener recursos para salir adelante y prosperar. Kanthamma, es una muestra de mujer emprendedora que ha montado un pequeño negocio que le permite sacar adelante a sus hijos y a su marido enfermo.
5.- Personas con discapacidad. Este colectivo está especialmente marginado en las comunidades rurales con escasos recursos y esta exclusión se manifiesta con mayor fuerza con las mujeres discapacitadas. Por medio de las acciones que ha puesto en marcha la Fundación existen centros donde pueden acudir y vivir, en caso de que sea necesario (procuran que durante tres semanas cada mes para que una semana vivan con las familias para no perder el contacto) y programas de formación que les permiten tener una profesión y ser independientes económicamente, logrando así evitar la discriminación social y familiar. El caso que presentó Moncho Ferrer fue el de Yellamma, que antes de integrarse en el programa tenía una aspiración principal: ser llamada por su nombre y no por su discapacidad. Actualmente es una artesana, con recursos para no ser una carga para su familia y ha conseguido que al dirigirse a ella sus vecinos utilicen su nombre.
6.- Reconocimiento de derechos de las mujeres. Por medio de la historia de Nagamma, se demuestra que las mujeres pueden asumir el liderazgo en sus comunidades. La Fundación promueve la formación de grupos de mujeres para que defiendan sus derechos y luchen contra la discriminación y violencia de género.
7.- El futuro, representado por Likita, una niña de 9 años que se plantea que de mayor quiere ser ingeniera, sueño que seguramente se convertirá en realidad, gracias a las ayudas para la educación y aspiración que les fue negada a las generaciones anteriores.
La campaña consiste en una exposición que va a ir recorriendo el territorio nacional en un camión con decoración india. En Madrid estarán en la plaza de Felipe II hasta el próximo sábado a las 19,30 horas. La información sobre el recorrido de la exposición está accesible en: www.fundacionvicenteferrer.org
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