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martes, 31 de julio de 2012

LIDERAZGO EN SITUACIONES EXTREMAS III. LA TRAGEDIA DEL KARLUK


La visión focalizada de Shackleton y las acciones decisivas de grupo que hemos podido analizar en las dos entradas anteriores contrastan radicalmente con las de Vilhjamur Stefansson en el Karluk. La tragedia de esta expedición fue, en buena parte debida a un líder que no supo ejercer como tal, ni poner por encima las necesidades del grupo sobre las propias. Analizando esta experiencia, por las similitudes de la situación planteada con la que hemos visto de Shackleton en la expedición del Endurance y los resultados tan distintos,  se aprecia mejor la importancia que tiene un buen liderazgo para sortear de forma eficaz la adversidad.

La misión de la expedición canadiense al Ártico, liderada por Vilhjalmur Stefansson era la de trasladar a un grupo de geólogos, antropólogos, meteorólogos  y  otros científicos a la isla de Herschel donde establecerían un campamento para estudiar las características de la flora, fauna y depósitos minerales y el descubrimiento  de nuevos territorios al norte de Alaska. Era la mayor expedición hacia territorios del norte, hasta la fecha, y con ella el gobierno de Canada pretendía reafirmar su soberanía sobre las islas del Ártico.

La expedición fue un desastre desde el principio. El líder era antropólogo y empresario, pero no era un marino. Debido al poco tiempo disponible ya que el gobierno canadiense amenazaba con retirar la financiación, Stefansson accedió a comenzar la expedición y eligió el único barco disponible: un bergantín de madera de 24 años llamado Karluk, que era barato y estaba en venta. Seleccionó a Robert Barlett como capitán a última hora. Éste aceptó ser el capitán del Karluk pero estaba preocupado por las condiciones del mismo  para navegar por las peligrosas aguas del  Ártico. El barco de madera fue reforzado y Barlett aceptó pensando que no tendría que pasar el invierno en las aguas árticas . Stefansson no se ocupó personalmente de los preparativos,  facilitó poca información sobre sus planes a sus colaboradores, desechó todas las preocupaciones de éstos sobre la inadecuación del equipamiento y de los alimentos con los que se contaba a bordo, calificándolas de impertinentes y desleales e hizo declaraciones públicas en las que afirmaba que el Karluk se  dirigiría al extremo norte y que probablemente sería aplastado y se hundiría, lo que ayudó a aumentar la ansiedad de la tripulación, ante su destino incierto. 

Con las prisas por partir cuanto antes, no sólo se contaba con un barco que no estaba preparado para la travesía, sino que se encontraron con problemas cuando se encontró que se habían confundido con el equipamiento necesario para el frío y que  el de muchos de los miembros de la expedición se encontraba en alguno de los otros dos veleros de apoyo que componían la expedición, por lo que carecían de ropa adecuada para aguantar bajas temperaturas y del equipo necesario para trabajar Stefansson quitó importancia a esta circunstancia diciendo que cuando se encontrasen todos en la isla de Herschel se solucionarian los errores.

La selección de los participantes en la expedición fue inadecuada. Casi ninguno de ellos tenía experiencia en travesías por el hielo, pero estaban disponibles y dispuestos a no cobrar mucho dinero, por tener la oportunidad de participar en una aventura como la que ofrecía la expedición canadiense al ártico. Robert Barlett tampoco  tuvo tiempo de seleccionar adecuadamente a los miembros de la tripulación, entre ellos se encontraba, como relató un miembro de la expedición, un drogadicto y otros miembros que no acataron las órdenes de no subir alcohol a bordo. 

 Se produjeron disputas, desde el comienzo  entre Stefansson y los científicos que formaban parte de la expedición por la definición de la cadena de mando, ya que éstos decían que sus jefes estaban en  la Canadian Geological Survey que era quien les financiaba.  

La expedición comenzó, finalmente,  el 17 de junio de 1913 y ante numerosas dificultades que surgieron el capitán indicó que era necesario regresar a lo que se negó Stefansson. Dos meses después de su partida quedaron atrapados  por el hielo aproximadamente a 225 millas al noroeste de Alaska.  Tras cinco semanas de espera Stefansson decidió abandonar el barco, con la excusa de cazar el caribú (animal que aparentemente estaba extinto en la zona) y se fue con los dos mejores cazadores inuit, dos de los científicos y su secretario personal, provisiones y municiones prometiendo volver a los diez días si no se producía un accidente. No regresó, desapareció,  para volver a ser visto  tras cinco años de exploraciones. Se centró sólo en sus propias necesidades y adoptando un comportamiento egoísta, abandonó a su equipo.

El Karluk, mientras tanto, se mantuvo entre el hielo  durante meses hasta que en enero de 1914 se hundió.  Previamente, Barlett temiendo que esto ocurriera había ordenado la construcción de iglús sobre el hielo y había trasladado a éstos gran parte de las provisiones y otros suministros del barco. El hundimiento se produjo en medio de la noche ártica y Barlett no se atrevió, ante la falta de experiencia en travesías árticas de gran parte de los miembros de la expedición, a partir en busca de tierra firme. Organizó un campamento en el que pensaba resistir hasta que la luz volviese en febrero, momento que consideraba idóneo para viajar en trineos tirados por perros hasta la isla de Wrangel, situada al sur de donde se encontraban.

Cuatro miembros del grupo no estuvieron de acuerdo y partieron hacia el sur. Desaparecieron y no se volvió a saber nada de ellos. Barlett envió a otros cuatro hombres en una expedición para buscar suministros y encontrar la isla Herald, que suponía cercana. No volvieron y sus restos fueron encontrados años después.

Tras el retorno de la luz los expedicionarios que quedaban partieron y alcanzaron su objetivo tras atravesar 100 millas en situaciones adversas. Ante la mala situación física de algunos de los hombres, Barlett decidió, acompañado por uno de los inuit intentar llegar al estrecho de Bering, tras un viaje de 700 millas, para buscar ayuda. A finales de abril consiguieron llegar al Cabo Este en el estrecho de Bering, pero hasta el 21 de mayo no encontraron un barco que les trasladase a una estación en Alaska desde la que pudieron pedir ayuda para rescatar a sus compañeros. Éstos fueron finalmente puestos a salvo el 7 de septiembre de 1914, casi 8 meses después del hundimiento del Karluk. 

La ausencia de camaradería fue uno de los problemas con los que se encontraron los componentes de la expedición. Eran extraños cuando comenzó la misma y lo siguieron siendo a lo largo de las penalidades que sufrieron juntos. Nunca se sintieron un equipo. 

Tras la partida de Robert Barlett la responsabilidad de liderar el grupo había pasado al ingeniero Munro que previamente había desarrollado tensas relaciones con algunos de los miembros del grupo. Decidió dividir el grupo en 4 subgrupos , cada uno con libertad total de decisión, pensando que así aumentarían las posibilidades de cazar. Se acentuaron los conflictos por el reparto de los alimentos, que empezaban a escasear y se empezaron a mostrar y potenciar los defectos y debilidades de cada uno de los miembros de la expedición. Las galletas se convirtieron en una fuente constante de disputas. Los hombres se acusaban de conspirar para esconder el botín de caza. Cuando cobraban una pieza se atiborraban en vez de compartir el botín , o mentían sobre lo que habían conseguido. A veces el conflicto se incrementaba hasta llegar a pronunciar amenazas violentas. Acusaron de robo a Breddy, uno de los tripulantes , que posteriormente apareció muerto, no se sabe si se suicidó o fue asesinado por un compañero. 

Los intentos de zanjar los desacuerdos ayudaban momentáneamente a solucionar los conflictos, pero las treguas eran temporales. Cuando fueron rescatados habían muerto 11 miembros de la expedición inicial: los 8 que fallecieron en el hielo , dos de inanicióny por enefermedades  y uno de un disparo (5 marineros, entre ellos el primer y segundo oficial, 1 antropólogo, 1 cirujano, 1 geólogo, 1 topógrafo y 1 oceanógrafo y  1 bombero).  El conflicto y  la falta de unidad que surgieron ante un liderazgo inadecuado habían destruido la capacidad del grupo de superar las adversidades como un equipo.

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