John C. Maxwell, director de The John Maxwell Company, que ha entrenado a más de cinco millones de líderes en todo el mundo y autor de numerosos libros, alguno de los cuales hemos comentado, en su libro “The leadership Handbook. Critical lessons everyleader needs” expone sus ideas sobre lo que debe ser un líder.
El liderazgo es
complejo ya que es, según el autor:
1.- La disposición a
ponerse en una situación de riesgo.
2.- La pasión de marcar
una diferencia con otros.
3.- Estar insatisfecho
con la realidad actual.
4.- Aceptar las
responsabilidades mientras otros buscan excusas.
5.- Ver las
posibilidades de una situación mientras otros ven sólo limitaciones.
6.- La disposición para
destacar entre una multitud.
7.- Tener la mente y el
corazón abiertos.
8.- Es la habilidad
para neutralizar nuestro ego por el bien común.
9.- Lograr que los
demás tengan la capacidad de soñar.
10.- Inspirar en los
demás una visión de cómo pueden contribuir.
11.- El corazón del líder hablando al corazón de los demás.
12.- La integración del
corazón, el espíritu y la mente.
13.-La capacidad de
preocuparse por los demás y al hacerlo
liberar sus ideas, su energía y sus
capacidades.
14.- La posibilidad de
convertir los sueños en realidades.
15.- Actuar con
valentía.
Maxwell plantea una
serie de lecciones, que ha ido adquiriendo en su experiencia a lo largo de los
años, que pueden ser útiles para
conseguir cumplir todos los requisitos expuestos en el listado anterior. Son
las siguientes:
I.-
SI ESTÁS SÓLO EN LA CUMBRE ES QUE NO ESTÁS HACIENDO ALGO BIEN.
Las generaciones
anteriores pensaban que los líderes no debían estar nunca muy cerca de las
personas a las que lideraban. “Hay que mantener una distancia” era una frase
muy escuchada. Los buenos líderes tenían que mantenerse aparte.
Para muchas personas la
imagen del líder es la de un individuo que se encuentra solo en lo alto de una
montaña, mirando hacia abajo a sus seguidores. Está separado, aislado y solo.
Si estás liderando y te
encuentras solo no estás actuando correctamente, ya que significa que nadie te
está siguiendo y si nadie te sigue no estás liderando. ¿Qué tipo de líder es el
que deja a todos detrás y hace el viaje en solitario? Un líder que es egoísta. Conducir
a sus colaboradores a la cumbre es lo que hacen los buenos líderes. Elevar a
las personas a nuevos niveles es uno de los requisitos de un liderazgo eficaz y
hacerlo es complicado si existe una gran distancia entre el líder y sus
seguidores, porque éste no conocerá cuáles son las necesidades o los sueños de
sus profesionales.
Maxwell propone las siguientes reflexiones:
1.-
Nadie puede llegar a la cumbre en solitario. Pocos líderes
tienen éxito sin ayuda. Lamentablemente tan pronto como algunos líderes llegan
a lo alto dedican su tiempo a intentar empujar a los demás que se encuentran
allí. Se creen los reyes debido a su inseguridad y competitividad. Puede que tengan
éxito con este comportamiento durante un tiempo pero normalmente van a
fracasar. Si nuestra meta es derribar a los demás para que caigan, dedicaremos
demasiado tiempo y energía vigilando y
buscando a las personas que pensamos van a hacer lo mismo con nosotros. En
lugar de ello resulta más eficaz ayudar a los demás y pedirles que se reúnan
con nosotros.
2.-
Para llegar a la lo más alto es esencial llevar a los demás a la cumbre. Los
buenos líderes son como los guías turísticos: conocen el territorio porque lo
han recorrido antes y tratan de hacer todo lo posible para que el viaje sea agradable
y sea un éxito para todos.
La credibilidad de un
líder comienza con el éxito personal y finaliza ayudando a los demás a que
tengan éxito. Para obtener credibilidad debemos demostrar:
a).- Iniciativa.
b).- Sacrificio.
c).- Madurez.
Si mostramos el camino
los demás querrán seguirnos. Cuanto más alto vayamos más personas querrán
seguirnos.
3.-
Llevar a los profesionales a lo más alto es más satisfactorio que llegar solos.
Existe
una gran diferencia entre un jefe y un líder. El jefe dice: ”Ve”. El líder
dice: “Vayamos juntos”. El propósito del liderazgo es llevar a los demás a la
cumbre y cuando conseguimos que la alcancen aquellos profesionales que sin
nosotros no habrían sido capaces sentimos una de las mayores satisfacciones que
se pueden experimentar.
4.-
Gran parte del tiempo los líderes no están en lo más alto. Los
líderes rara vez se mantienen en una situación estática. Están constantemente
en movimiento. Algunos veces bajan de la cumbre para buscar nuevos líderes
potenciales, otras están ascendiendo con otro grupo de profesionales. Los
mejores dedican mucho tiempo a servir a otros líderes y a ayudarles en el
ascenso. Jules Ormont decía: “Un gran líder nunca se pone por encima de sus
seguidores salvo para asumir las responsabilidades.”
El autor sugiere los
siguientes consejos para los líderes
que se encuentren solos:
a).-
Evitar el pensamiento basado en posiciones. El liderazgo
tiene mucho que ver con las relaciones, no sólo con las posiciones. El líder
que dedica tiempo a establecer relaciones nunca estará solo. Los líderes que se
centran en su posición, por el contrario, con frecuencia se encuentran solos.
Cada vez que utilizan su puesto para “persuadir” a sus colaboradores para que
hagan algo están creando distancia entre
ellos y los demás. Están transmitiendo esencialmente: “Yo estoy arriba y vosotros
estáis abajo. Haced lo que os digo”. Con esta actitud consigue que los demás se
sientan pequeños y los aliena, al tiempo que ocasiona una brecha entre ellos y
su líder. Los buenos líderes no tratan de empequeñecer a sus profesionales sino
que procuran que crezcan.
b).-
Estar alertas ante el lado oscuro del éxito y del fracaso. Ambos
pueden ser peligrosos. Cada vez que nos consideramos como triunfadores estamos
empezando a separarnos de aquellos a los que consideramos que vemos como menos
afortunados o perdedores. Empezamos a pensar: “Yo no necesito verles” y nos
vamos apartando. Irónicamente el fracaso también conduce a que nos separemos
pero por otras razones. Si nos consideramos como fracasados tratamos de evitar
a los demás y pensamos: “Yo no quiero verles”. Ambas formas de pensar conducen
a una insana separación de los demás.
c).-
Creer que las personas son importantes. Los buenos
líderes saben que para liderar a las personas tienen que querer a las personas.
No se puede ser buen líder sin preocuparse por los demás. Los líderes
ineficaces dicen: “Yo amo a la humanidad, pero no aguanto a las personas”. Para
poder aportar valor a las personas tenemos que sentir interés por ellas. Si lo
único que sentimos es indiferencia corremos el riego de empezar a manipularles
y ningún líder debe hacerlo nunca.
d).-
Ser conscientes de que necesitamos a los demás. Pocos
logros que aporten un valor real se consiguen trabajando en solitario. Un buen
líder debe pensar que sus colaboradores no trabajan para él sino que trabajan
con él, en equipo, para alcanzar las metas juntos.
Maxwell plantea que el
líder se haga las siguientes preguntas:
1.- ¿En qué aspecto del liderazgo destaco? Algunos líderes son mejores al tratar
las facetas más técnicas del liderazgo: estrategia, planificación, finanzas,… y
otros en la faceta relacionada con las personas: comunicación, motivación,….Si
la respuesta es la parte técnica debe procurar mejorar sus habilidades de
relación.
2.- ¿Por qué quiero
estar en lo más alto? La mayor parte de las personas sienten el impulso natural
de mejorar sus vidas y en muchos casos esto supone el ascender
profesionalmente. Si la única motivación para liderar es el desarrollo
profesional se corre el riesgo de llegar a convertirse en un líder del tipo de
líder posicional que le gusta jugar a ser el rey ante sus colaboradores. En
este caso, para corregir esta tendencia el líder debe dedicar tiempo a intentar
descubrir cómo su liderazgo puede beneficiar a los demás.
3.- ¿Cuál es mi sueño?
¿Es solitario? En este caso el líder debe ampliar su perspectiva pensando cómo
puede alcanzar mayores sueños con la ayuda de su equipo.