Alex Green en el boletín”The negotiation insider” del Programa de Negociación de la Universidad de Harvard, del pasado 2 de julio, destaca los beneficios del liderazgo de servicio en las organizaciones a través del análisis de la presentación y repercusiones de la última encíclica del Papa Francisco I sobre el cambio climático.
En cualquier negociación es
importante tener claros los aspectos a tratar y que todas las partes relevantes
estén reunidas. El problema se encuentra en que, con frecuencia, esto es más
fácil decirlo que hacerlo. El buen liderazgo ayuda a conseguirlo pero siempre
existe el riesgo de que una personalidad fuerte distraiga de lo que
verdaderamente importa. En la última semana de junio el Papa Francisco mostró
como un determinado tipo de liderazgo: el de servicio, puede tener la habilidad
única de ayudar a enmarcar los términos de una negociación, acoger a grupos de
interés que de otra forma no intervendrían y lo más importante mantener el foco
de la negociación en los verdaderos intereses.
Los debates sobre cómo
abordar el cambio climático han conducido a algunas de las mayores
negociaciones a nivel mundial, desde la cumbre de Rio a negociaciones sobre el
futuro del Ártico. Preocupado por las abrumadoras evidencias sobre los efectos
del cambio climático el Papa Francisco cree que se debe actuar pero es
consciente de que se enfrenta a numerosas barreras, como el hecho de que muchos
gobiernos y empresas se muestren reacios a disminuir las emisiones de carbono
o de que algunos políticos incluso cuestionen la existencia del cambio
climático.
Con el fin de plantear una
nueva discusión sobre este tema el Papa Francisco presentó el pasado 25 de
junio una encíclica, dirigida a los católicos del mundo en la que atribuye de
forma específica el cambio climático a las actividades humanas e implora a sus
fieles que tomen medidas para evitar el colapso del clima.
El Papa es un líder poderoso
pero tiene que negociar con distintas partes que tienen opiniones distintas si
quiere lograr alcanzar los resultados que busca. Para hacerlo está utilizando
lo que los expertos llaman el liderazgo de servicio para influir en las
acciones de los demás. Las actuaciones del Papa en este sentido se centran en:
1.- Demostrar que los intereses importan, no las
posiciones. Los expertos negociadores
aconsejan a las distintas partes que intervienen en una negociación a mirar más
allá de las posiciones para centrarse en los intereses que están detrás de
éstas. Al presentar esta encíclica a los católicos en lugar de enviar un
mensaje abierto a otros líderes el Papa está destacando que el cambio climático
es un asunto directamente relevante para su fe y para la fe de los católicos.
En las negociaciones
complicadas las personas cuestionan con frecuencia la razón por la que algunas
partes están presentes. El liderazgo de servicio puede ayudar a centrar la
atención en los intereses más que en las personalidades que los representan. Al
considerar el cambio climático como un asunto relativo a la fe el Papa evita
que se interprete que está interfiriendo en temas políticos (posiciones) y
enmarca la discusión alrededor del tema que más le preocupa (intereses).
2.- Expandir el sentido del valor. Cuando las partes se centran en las posiciones
normalmente obtienen malos acuerdos y no obtienen todo el valor posible de los
mismos. Para conseguir obtener el máximo de un acuerdo tenemos que comenzar por
poner a las personas adecuadas de nuestro lado. Muchas personas, incluyendo
muchos católicos, nunca han reflexionado sobre la relación entre la actividad
humana y el cambio climático. La encíclica pretende cambiar la percepción de
los católicos al hablar del impacto de su forma de vida en el deterioro
climático. El Papa ha buscado expandir la forma en que los individuos perciben
el valor potencial de abordar el cambio climático al ligarlo a un conjunto más
amplio de valores colectivos.
3.- Involucrar a todas las partes y despertar
expectativas. De muchas maneras el
liderazgo de servicio significa el liderar por medio del ejemplo. Siempre es
importante conseguir implicar a las personas adecuadas en una negociación, pero
también es crucial presentar unas expectativas correctas de cómo pensamos que
van a obtener el mejor resultado. El Papa no sólo está implorando a los
católicos que se involucren en la negociación por el cambio climático, sino que
les está prometiendo que les va a liderar durante todo el proceso. Con la
encíclica no sólo ha comunicado que éste es un tema en el que todos los
católicos tienen que intervenir activamente, también ha descrito con detalle
las formas en las que él piensa que pueden
alcanzarse los objetivos.
4.- Saber cuándo ceder. Siempre es complicado decidir cuándo hacer la
primera oferta y cuándo dejar que la otra parte lo haga antes. Al relacionar el
cambio climático con la actividad humana el Papa, está, de muchas manera,
haciendo el primer movimiento, lo cual puede tener un poderoso efecto porque
puede influir en la forma en que las personas van a ver, durante mucho tiempo,
los términos de una negociación. Tiene el inconveniente de que perdemos la
oportunidad que obtenemos si dejamos que la parte contraria hable primero de
conocer los aspectos que valoran en la negociación.
El liderazgo de servicio al
estar fundamentado en fuertes convicciones confía en haber identificado los asuntos correctos por lo que
no tiene problemas, como ha demostrado el Papa Francisco en comenzar a plantear la responsabilidad que
tenemos todos los individuos de evitar los efectos nocivos del cambio
climático.
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