Dawna Markova y Angie Mc Arthur en su libro “Collaborative intelligence. Thinking with people who think differently”, que estamos comentando, plantean que la primera estrategia de la inteligencia colaborativa consiste en reconocer los patrones mentales. Inicialmente debemos aprender a reconocer la forma única y específica en que procesamos la información. Al conocerla el proceso de aprender, desaprender, digerir y desaprender la información se volverá más natural. Nos ayuda, también, a diseñar nuestro ambiente de trabajo y a desarrollar nuevos hábitos,a abrir nuestras mentes y aumentar nuestra curiosidad y capacidad.
Como pensadores estamos
atascados en nuestras rutinas y hábitos y nos cuesta abandonarlas. Necesitamos
saber cómo crear las condiciones que nos van a permitir avanzar y abrirnos,
necesitamos aprender y desaprender con los demás constantemente. El primer paso
para reconocer nuestros patrones mentales consiste en ser conscientes de
nuestra atención y de lo que la desencadena.
La atención se puede
presentar en forma de distintos estados:
1.-
CENTRADA. Sólo estamos atentos en una cosa u hecho e
ignoramos el resto de lo que nos rodea. Describe el estado consciente en el que
nuestra mente produce más ondas beta. Nuestros pensamientos se afianzan y se
convierten en creencia sólidas. Nos encontramos concentrados en lo que está
directamente delante de nosotros: por ejemplo la pantalla del ordenador, la voz
de una persona, el martillo en nuestra mano. Es el estado de atención más
apropiado para:
a).- Concentrarnos en
realizar tareas.
b).- Tomar decisiones.
c).- Atender a detalles
y terminar proyectos.
2.-
CLASIFICADORA. Consiste en el estado subconsciente de
la mente en el que se producen más ondas alfa. Los pensamientos vagan de un
lado a otro, clasificando la información, comparando unas cosas con otras,… En
este estado estamos:
a).- Procurando
entender.
b).- Digiriendo la
información y las experiencias.
c).- Pensando a través
de la confusión.
d).- Barajando
múltiples opciones.
3.-
ABIERTA. Se produce un estado inconsciente de la mente en el
que aparecen más ondas theta. Nuestros pensamientos son amplios e internos como
cuando soñamos despiertos. En este estado de ánimo estamos:
a).- Imaginando
posibilidades. Nuevas formas de abordar antiguos problemas.
b).- Explorando nuevas
opciones, a través de contemplar las cosas y situaciones de nuevas maneras.
c).- Asociando
experiencias pasadas, historias, personas: “Oh, esto me recuerda a ….”
Nuestras mentes están
pasando constantemente de un estado a
otro. Cada uno supone un estado de “metabolismo mental”, en el que nuestra
mente está captando la información, organizándola, procesándola, revaluándola,
eliminándola, convirtiéndola en nuevos patrones e ideas, almacenándola y
preparándola para decidir cómo expresarla.
Cuando alguien no nos
responde de forma verbal, de ríe o mira fijamente a un punto indeterminado
pensamos que no nos está prestando atención. Esto no es necesariamente cierto,
ya que puede ser un indicador de formas distintas de pensar y de estar atentos.
Explorar, divagar, imaginar, reflexionar, clasificar son distintas maneras de
pensar, cada una útil en distintas situaciones. Lo que ocurre es que la mayor
parte de las personas han sido educadas para considerar que sólo un estado de
atención centrada es valioso y suponen que los otros dos tipos que hemos visto
son una pérdida de tiempo. Nos referimos a estos últimos estados como
negativos, ya que implican distracción. Cuando la mayoría de nosotros somos
conscientes de que nuestros pensamientos están divagando reaccionamos
rápidamente para volver a los hábitos de encontrar una respuesta rápida o una
nueva línea de acción. Nos han enseñados analizar la forma de solucionar
problemas lo antes posible. Esta es la razón por la cual cuando nuestras mentes
se sienten confundidas y buscan cómo organizar toda la información, sentimos pánico
e intentamos utilizar la lógica para centrarnos.
En las culturas
occidentales cuando vemos que alguien está pensativo pensamos que es una
oportunidad óptima para interrumpirle. Si pensamos que está confundido nos
ofrecemos ayudarle como si la confusión
fuese algo que se puede curar con rapidez. Estamos acostumbrados a dar
respuestas actuar y decidir sobre las cosas sin demoras, pero necesitamos tener
nuestras mentes abiertas y no centradas exclusivamente si queremos innovar. Las
últimas investigaciones de los neurocientíficos han mostrado que, como la punta
de un iceberg, sólo un porcentaje muy bajo de nuestras actividades cognitivas
(decisiones, emociones, acciones o comportamientos) involucran a la atención
consciente. La mayor parte del resto de nuestra actividad mental se encuentra
por debajo de nuestra consciencia, donde nuestras mentes exploran relaciones y
efectúan conexiones inconscientes. En este estado nuestra mente está trabajando
con un pensamiento abierto y relacional.
Si somos capaces de ir
pasando de un estado de atención centrada a uno más abierto podremos:
a).- identificar nuevas
conexiones entre las cosas que nos descubrirán nuevos significados.
b). Sintetizar y
relacionar ideas y cosas que parecen ser contrarios o independientes.
c).- Incrementar la
frecuencia de los momentos “Eureka” en los que algo nuevo surge.
d).- Intuir nuevas
posibilidades.
Existen tres tipos de
lenguajes del pensamiento que desencadenan las variaciones en la atención.
Estos son una combinación de elementos kinestésicos, auditivos y visuales. Por
ejemplo si pensamos en un limón lo podemos hacer de forma visual: amarillo,
oval, con hojas verdes, piel más o menos rugosa,…, o desde su representación
escrita o pensando en cómo suena la palabra limón o éste cuando se estruja para
hacer zumo. También podemos pensar en él de forma kinestésica recordando su
sabor o su tacto.
Lo importante de estos
tres elementos es que hacen que la atención de la mente se desvíe de un estado
a otro. Uno de los tres va a evocar al estado centrado y los otros a los otros
dos estados de nuestra atención. Todas las personas utilizamos los tres
elementos para pensar. Es la secuencia de éstos lo que va a determinar nuestro
patrón mental.
LOS TRES
LENGUAJES DEL PENSAMIENTO
|
|||||
AUDITIVO
|
KINESTÉSICO
|
VISUAL
|
|||
Escuchar,
narrar, discutir, cantar, hablar
|
Hacer,
mover, sentir, hacer cosas
|
Mirar,
observar, leer, mostrar, contemplar, escribir
|
|||
Receptivo
|
Activo
|
Receptivo
|
Activo
|
Receptivo
|
Activo
|
Escuchar
Oír
|
Narrar
Hablar
Cantar
Contar
chistes,..
|
Oler
Saborear
Sentir
Percibir
Experimentar
|
Hacer
Mover
Construir
Hacer
deporte,…
|
Leer
Ver
Observar
|
Escribir
Editar
Dibujar
Fotografiar,…
|
El desencadenante
auditivo suele ser el más usado y del que más se abusa en nuestra cultura y
conduce a muchas personas hacia la atención centrada: cuanto más hablan, más
alerta se sienten, más comprometidos y más organizados. Reconocer cuál es
nuestro patrón mental es importante ya que puede liberar capacidades
intelectuales que están dormidas. Para hacerlo las autoras proponen seguir una
serie de pasos:
PRIMER
PASO.
Elegir con cuál de las
posibilidades que se muestran nos
identificamos más y pasar a la segunda etapa:
A1.-
AUDITIVA. Se caracteriza por:
Me siento cómodo
hablando ante grandes audiencias aunque no haya preparado mi intervención con
antelación.
Prefiero las
presentaciones verbales antes que hacer una que sea visual o un modelo.
Recuerdo con facilidad
lo que se dice en una conversación.
Hablo sin pausas y sin
titubeos. Utilizo lenguaje preciso.
Las palabras fluyen
fácilmente en el orden lógico sin tener que pensar en ellas.
Puedo hacer muchas
tareas auditivas simultáneas: puedo hablar con una persona y escuchar a otra en
la distancia al mismo tiempo, por ejemplo.
Suelo ser crítico con
la forma en que se expresan dicen las cosas y se expresan las ideas.
V1.
VISUAL. Se caracteriza por:
Lo primero que recuerdo
de una persona o lugar es su aspecto.
Prefiero hacer un
informe escrito que una presentación oral o un modelo.
La mejor manera de
organizarme es hacer una lista.
Me gusta establecer
contacto visual con la persona con la que estoy hablando.
Soy consciente de mi
apariencia ante otras personas.
Puedo hacer muchas
tareas visuales simultáneamente. Por ejemplo puedo leer y ver la televisión al
mismo tiempo.
Suelo ser crítico con la
apariencia de las cosas.
K1.-
KINESTÉSICA. Se caracteriza por:
Prefiero estar de pie o
moviéndome.
Prefiero compartir una
experiencia o hacer un modelo si tengo que hacer una presentación.
La mejor forma de
organizarme es apilando las cosas.
Puedo recordar
fácilmente lo que he hecho y las sensaciones físicas que me produjeron mis
acciones.
Mi preferencia natural
es experimentar por medio de la acción.
Puedo hacer múltiples
tareas simultáneamente.
Suelo ser crítico en
relación a cómo se hacen las cosas.
SEGUNDO
PASO.
En función de nuestra
primera selección hay que elegir la alternativa con la que nos identificamos
mejor:
K2:
Sé lo que está pasando
en mi cuerpo manteniendo mis ojos abiertos
Siento que tengo mucha
energía acumulada en mi interior
V2:
Puedo ver con facilidad
imágenes tridimensionales en mi mente con los ojos abiertos y contemplarlas
desde varios ángulos: Arriba, detrás y lateralmente.
Prefiero mirar a la
persona con la que estoy hablando y luego mirar alrededor.
A2:
Para tomar una decisión
prefiero comentar con alguien las alternativas.
Con frecuencia utilizo
metáforas cuando hablo y prefiero compartir la historia completa de una
experiencia.
1.-
En el caso de que en la etapa anterior hayamos seleccionado A1, deberemos
elegir entre K2 o V2.
a).- Si seleccionamos
K2, en la fase siguiente nuestra opción
es la V3
b).- Si seleccionamos
V2, en la fase siguiente nuestra opción es la K3
2.-
Si nuestra elección fue V1, elegir entre A2 y K2
a).- Si seleccionamos
A2, en la fase siguiente nuestra opción
es la K3
b).- Si seleccionamos
K2, en la fase siguiente nuestra opción es la A3
3.-
Si nuestra elegida fue K1, tenemos que decidirnos por la opción V2 o la A2.
a).- Si seleccionamos
V2, en la fase siguiente nuestra opción
es la A3
b).- Si seleccionamos
A2, en la fase siguiente nuestra opción es la V3
TERCER
PASO
En ella nos encontramos
con otras tres alternativas:
V3:
Prefiero poco volumen
de información visual.
Me siento desbordado
con el exceso de detalles visuales.
Tengo que entrenarme
para establecer y mantener el contacto visual.
La forma en que alguien
me mira me influye mucho.
No me gusta que las
personas me digan lo que tengo que mirar.
K3:
Puedo mantenerme
sentado sin moverme durante largos periodos de tiempo.
Me supone un reto el
realizar una actividad física de forma secuencial o reglamentada.
Cuando hago alguna
actividad física prefiero ir a mi aire.
No me gusta el roce
físico casual.
Soy muy sensible al
tacto y al contacto físico y tiene un efecto muy mantenido en mí.
A3:
Me gusta escoger música
tranquila y soy muy sensible ante los sonidos.
Prefiero tener tiempo
para pensar lo que voy a decir.
Las palabras y el tono
de voz pueden influirme mucho y durante largo tiempo.
Temo las interrupciones
y evito los enfrentamientos verbales.
Prefiero que no me
digan lo que tengo que decir.
CUARTO
PASO
En función de nuestras
elecciones anteriores encontraremos que tendremos uno de los seis patrones
siguientes (que analizaremos en la siguiente entrada):
V1, A2, K3
V1, K2, A3
K1, A2, V3
K1, V2, A3
A1, V2, K3
A1, KA, V3