Jerry Connor y Karim Hirani en “The greatest coaching
conversations. Change mindsets, shift attitudes and
achieve extraordinary results”, plantean que los grandes coaches son capaces de
conseguir cambios profundos y duraderos en sus coaches porque saben cómo
identificar y utilizar las cuatro mejores conversaciones de coaching., cada una
de ellas ligada a un patrón mental. Éstas son:
1.-
“SER”
Son las conversaciones
relacionadas con las capacidades y recursos
del individuo para mantener se sereno, abierto y empático en cualquier
situación. Incluye la autenticidad y el ser uno mismo cuando más se necesite.
2.-
“RELACIONARSE”
Son las conversaciones sobre las relaciones
con otras personas. Incluyen aquellas dirigidas a influir, generar confianza,
transmitir un mensaje difícil, colaborar o gestionar un conflicto.
3.-
“INSPIRAR”
Son las conversaciones
en las que se abordan temas como la
dirección, el cambio y el propósito. Incluyen la respuesta proactiva ante las
situaciones de incertidumbre y el conocer qué e slo que nos mueve y defendemos
y cómo liderar para conseguirlo.
4.-
“PENSAR”
Son las conversaciones centradas en la
resolución de problemas de formas distintas. Incluyen la identificación de
sesgos y prejuicios y la búsqueda de “inputs” de diversas fuentes, así como el
ser creativos, estratégicos, innovadores y perspicaces. Tratan de ver más allá
de lo obvio.
El coach debe ser capaz
de escuchar e identificar señales que le permitan detectar cuál de estos tipos
de conversaciones necesita el coachee. Puede ser que se deban emplear
conversaciones relacionadas con:
a).- “Ser” cuando el
coachee se siente muy mal, con la autoestima muy baja o inexistente y sin
recursos. Cambiar la forma en que el coachee responde ante estas situaciones
puede ser transformacional. La modificación del patrón mental tiene que ver con
potenciar su capacidad de mostrar lo mejor de sí mismo cuando más lo necesite.
b).- “Relacionarse”
cuando la persona necesita construir confianza o conexión con otros. Por
ejemplo, según investigaciones realizadas por la Universidad de Management de
Singapur esta es la necesidad más comúnmente expresada en las encuestas
realizadas en Europa y Asia. No es sorprendente ya que el éxito, para la
mayoría de las personas, depende de su capacidad de lograr el compromiso,
influir o hacer de coach de otros.
c).- “Inspirar” cuando
el coachee no pueda inspirarse o inspirar a los demás transmitiendo un
propósito o dirección clara. Este tipo de conversación tiene cada vez más
prevalencia en el mundo actual. En las generaciones anteriores el éxito se
solía definir por una carrera bien establecida y la ejecución de determinadas
tareas a unos determinados niveles. Era menos importante pensar en lo que el
individuo quería. Ahora se espera que las personas “sean propietarias de sus
propias carreras” para “liderar en la incertidumbre” y que creen su propia
visión de lo que significa el éxito para
ellas.
d).- “Pensar” cuando
alguien necesite encontrar nuevas ideas o soluciones creativas. Esta
conversación no pretende facilitar a las personas nuevas ideas o soluciones
creativas sino permitirles visualizar una situación desde ópticas nuevas y
diferentes, liberando nuevos niveles de creatividad e innovación en el coachee.
También, faculta a
lagunas personas a que se alejen de una situación y encuentren la causa raíz de
la misma, posibilitando una visión estratégica y el desarrollo de ideas
radicalmente nuevas.
Implica reconocer
nuestra forma habitual de pensar y conscientemente ir más allá de estas
presunciones para crear nuevas formas de mirar las cosas, recuperando nuestra capacidad
de mostrarnos curiosos.
CONVERSACIÓN
|
CUÁNDO
UTILIZARLA
|
CÓMO AYUDA
|
“SER”
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Cuando
alguien se siente mal, inseguro y sin recursos
|
Poder
dar lo mejor cuando se necesite. Facilita tener confianza en uno mismo, la
resiliencia, el control emocional y contar con un patrón mental de
crecimiento
|
“RELACIONARSE”
|
Cuando
alguien necesita generar confianza y conectarse con los demás
|
Facilita
poder influir en los demás. Transmitir mensajes difíciles, la escucha , la
construcción de relaciones con aquellos que pueden constituir un desafío y
superar los conflictos.
|
“INSPIRAR”
|
Cuando
alguien no consigue inspirarse a sí mismo
o a los demás marcando una dirección clara o un propósito
significativo
|
Sirve
para poder liderar en la incertidumbre, para marcar una dirección clara, para
ser conscientes de cuáles son sus valores y propósito
|
“PENSAR”
|
Cuando
alguien necesita encontrar nuevas ideas o soluciones creativas
|
Impulsa
la creatividad, la capacidad de resolver problemas, el enfoque estratégico,
el cuestionamiento de la forma en que se hacen las cosas y la generación de
ideas rompedoras e innovadoras.
|
Estos tipos de
conversaciones son muy útiles porque actúan sobre los patrones mentales, con lo
que el cambio que logran es más profundo, duradero y tiene un mayor
significado. Los cambios de comportamiento, no hay que olvidar, requieren algo
más que buenas intenciones, tienen que ir acompañados de un cambio en nuestros
patrones mentales.
Decir a alguien que
debe cambiar no es suficiente, como no lo es abordar una conversación de
coaching con buenas intenciones, hacer preguntas de coaching o facilitar a la
persona modelos y herramientas para que mejore. Hay algo más que está en liza:
los patrones mentales.
Éstos son las
creencias, presunciones y marcos mentales, muchas veces inconscientes, que
moldean nuestras acciones y tienen componentes emocionales y fisiológicos. Recientes
avances en la neurociencia sirven para explicarlos. Sabemos que los frecuentes
“disparos” de neuronas en nuestros cerebros crean caminos profundos o
“corrientes de pensamiento”. La buena noticia es que como el cerebro es
plástico estas sendas pueden ser modificadas. La mala noticia es que para ello
se deben generar nuevas conexiones. Si no creamos nuevas conexiones nuestras
reacciones naturales estarán definidas por estas sendas neuronales
establecidas. Se le atribuyen a Gandhi las siguientes palabras, en este
sentido: “ Nuestras creencias se convierten en nuestros pensamientos, nuestros
pensamientos se convierten en nuestras palabras, nuestras palabras se
convierten en nuestras acciones, nuestras acciones se convierten en nuestros
hábitos, nuestros hábitos se convierten en nuestros valores y nuestros valores
se convierten en nuestro destino”.
A.J. Crum, P.Salovey y
S. Achor definen los patrones mentales como el marco mental o lente que de
forma selectiva organiza y codifica la información, de esta manera orientando
al individuo hacia una forma única de comprender una experiencia y
guiándole hacia las correspondientes
acciones y respuestas. Por tanto, un gran coach debe trabajar considerando los patrones mentales de su coachee.
De hecho a través de
coaching se facilita el aprendizaje y el crecimiento del adulto, por lo que
rara vez se va a tratar exclusivamente de transmitir información o ayudar a la
adquisición de nuevas habilidades ya que implica el aprendizaje para expandir nuestras
perspectivas o para cambiar la forma en que respondemos. Esto es cambiar
nuestro patrón mental.
Las organizaciones
también tienen patrones mentales que se manifiestan a través de su cultura. Por
ejemplo, la cultura de una organización puede buscar evitar los errores
mientras otra puede centrarse en mantener juicios muy marcados con respecto a
un grupo determinado. Desde un punto de vista sociológico esto no es
sorprendente pues somos animales sociales y resulta muy natural que creemos
significados compartidos y creencias y reglas comunes. El problema surge porque
en ocasiones estas creencias compartidas pueden convertirse en un lastre.
Como líderes, en estas
situaciones, debemos ser conscientes de que:
1.- Si la cultura no
apoya cualquier iniciativa de coaching planteada a nivel individual va a ser
menos efectiva.
Los coaches
profesionales llaman a este efecto el “impacto del sistema” e implica que va a
ser mucho más difícil que un individuo cambie si los que le rodean siguen
comportándose con la conducta anterior. Por ejemplo si un directivo de un banco
intenta estar muy centrado en los clientes en una cultura donde se priorizan
los beneficios, seguramente empezará a recibir presiones de sus jefes para que cambie sus comportamiento si sus cifras de negocio comienzan a empeorar.
2.- El impacto del
líder no debe ser subestimado. Como somos animales sociales estamos programados
para aprender y copiar a nuestros líderes. Por lo que el líder o el coach del
líder puede conscientemente hacer de modelo de un nuevo comportamiento o
cuestionar el patrón mental imperante y tendrá un gran impacto, ya que otros lo
percibirán y tenderán a imitarlo.
3.- Las mismas
herramientas que funcionan para los individuos lo hacen para las organizaciones.
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