Mathew Amengual y EvanApfelbaum en hbr.org del pasado 9 de octubre plantean que la idea de que
nuestras acciones en el trabajo contribuyen a la mejora de la sociedad nos
resulta inspiradora. Investigaciones recientes sugieren que también pueden ser
un importante factor motivador. Los profesionales quieren verse a sí mismos
como buenas personas y que trabajan en organizaciones que contribuyen
positivamente en la sociedad. Consecuentemente cuando sus actividades promueven
una causa prosocial pueden trabajar más horas, esforzarse más y recibir una
compensación económica menor.
Por este motivo cuando los
líderes quieren motivar a sus trabajadores utilizando comportamientos
“ganar-ganar” , aquellos que son buenos tanto para la sociedad como para la
organización, muchos asumen que es mejor formular sus mensajes en términos
prosociales. El problema surge porque si afirmamos que nos mueve el deseo de
mejorar la sociedad nuestros profesionales pueden cuestionarse nuestra
sinceridad, por lo que es oportuno pensar en si es mejor inspirar a nuestros trabajadores
a través de un sentimiento de propósito prosocial o comunicándoles unas razones menos
atrayentes pero más genuinas para cambiar su comportamiento.
.En una investigación, que va a ser publicada en breve, los autores han
analizado esta cuestión estudiando una iniciativa de cambio en una universidad
en la que los participantes tenían que considerar los motivos prosociales, de
ahorro o instrumentales (económicos) y ambientales, estudiando, posteriormente
los cambios en la conducta.
Los hallazgos, para su sorpresa, mostraron que el mensaje prosocial era el
menos eficaz para cambiar comportamientos y el instrumental el mejor porque en
este caso los motivos parecen ser los más sinceros. Este resultado contrasta
con la idea de que ante la duda las organizaciones deben resaltar sus
contribuciones a la sostenibilidad medioambiental y a otras metas prosociales.
Esto no implica que los mensajes prosociales sean malos ya que tienen muchas
virtudes como el hecho de que asociar un propósito y un significado prosocial al
trabajo nos puede facilitar la inspiración, el sentido de pertenencia y un
compromiso más profundo con la organización, siempre que sea percibido como
cierto.
En muchos contextos organizacionales la idea de unos motivos puramente
prosociales pueden ser interpretados con escepticismo salvo que en ellos se
haya actuado de forma consistente aunque haya supuesto un coste para la
organización.
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