Henrich Greve en
INSEAD Knowledge del pasado 5 de abril plantea que cuantos más diversas sean
las metas de los directivos mayor es la posibilidad de enfangar el desempeño.
El autor en su nuevo libro: “Organizational learning from performance feedback: a behavioralperspective on multiple goals” ofrece un modelo teórico que presenta dos mecanismos que pueden traer consigo mayor transparencia en contextos que impliquen a múltiples metas. Éstos son:
1.- Un método
más formalizado de evaluación del desempeño que reduzca la ambigüedad que
permite que los mandos intermedios distorsionar la realidad, sea por una
confusión sincera o por autopreservación. Este método puede, por ejemplo,
incluir la importancia relativa que tiene cada objetivo, en términos de porcentaje,
para que la conozcan los mandos intermedios antes de su evaluación,
2.- Un
incremento de la centralización de las decisiones aliviaría la presión psicológica que induce a los mandos
intermedios a asustarse ante un rendimiento bajo. Teóricamente una mayor
implicación de los altos directivos en las operaciones cotidianas puede hacer
que los mandos intermedios se sientan parte de un equipo y no solo como los
únicos responsables del éxito o fracaso de su unidad.
Esto no implica
que sea necesaria una mayor microgestión, sino todo lo contrario ya que al
comunicar las metas con claridad y cuál es su importancia en cada caso, así
como al trabajar estrechamente con los mandos intermedios para ajustar sus
agendas apropiadamente los líderes senior pueden evitar tener que recurrir a un
estilo de dirección invasivo y dedicar mucho tiempo a ello. Por tanto, deben
gestionar los objetivos, no las acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario