Joseph A. Allen y Karin Reed en Smart Brief on Leadership del pasado 10 de marzo plantean que las
reuniones híbridas pueden resultar complicadas, ya que los asistentes se pueden
unir a las mismas de forma presencial, vía vídeo por audio solamente, por lo
que gestionar todos estos canales de comunicación puede resultar arduo para el
director de la reunión y frustrante para
los participantes.
En sus investigaciones
los autores han encontrado que cuando se gestionan bien las reuniones híbridas
pueden ser muy efectivas ya que las
personas participan más, se comportan mejor ( no recurren a monólogos, ni a
quejas ni a fingir positividad, por ejemplo) y necesitan menos tiempo para
recuperarse entre reuniones que en
cualquier otro tipo de encuentro. Para lograrlo estas son algunas
recomendaciones para los líderes de las reuniones híbridas:
I.-
ACTUAR COMO UN FACILITADOR PROACTIVO
Como líder de una
reunión podemos pensar que podemos dejar que una sesión híbrida sea un foro
para la ideación libre de todos y para una moderada discusión sin mucho
control. Pero esto es una receta para el desastre si queremos que se escuchen
las voces de todos los asistentes. Las personas que se encuentren físicamente
en el lugar de reunión tendrán más facilidad para dominar las conversaciones y
los que se conecten remotamente tendrán dificultades para hacerse oír.
Por tanto, resulta imperativo
que los líderes consigan que todos participen independientemente de su
localización, para lo cual pueden utilizar las siguientes estrategias:
1.-
Establecer las normas para la participación. Dejar claro cómo
los asistentes pueden apuntarse al turno para participar, lo cual variará en
función de la cultura de la organización y del equipo y se deberá determinar y
aceptar antes del comienzo de la reunión.
2.-
Fijar una regla por la que los participantes en remoto intervengan primero.
De esta forma no solo se estimula su participación sino que incrementa la
percepción de todos de que el lugar de reunión es mucho más amplio que la sala
física en que se reúnen parte de los asistentes.
II.-
INVERTIR EN TECNOLOGÍA
Una reunión híbrida
para tener éxito requiere la utilización de la tecnología adecuada para apoyar
tanto a los asistentes presenciales como en remoto. Existen unos requerimientos
básicos que considerar:
1.-
En la sala de reuniones:
a).- Una cámara de
calidad que pueda captar a todos los asistentes apropiadamente.
b).- Un sistema de
audio de alta fidelidad que facilite el que todos puedan ser oídos
independientemente de su situación en la sala, lo que supone la presencia de
múltiples micrófonos.
c).- Monitores amplios
que permitan a los participantes en remoto estar visualmente representados.
2.- En remoto:
a).- Una webcam que
permita ser visto adecuadamente,
b).- Un buen sistema de
audio.
c).- Buena conexión a
internet.
III.-
DEDICAR RECURSOS PARA LA FORMACIÓN EN LA UTILIZACIÓN DE NUEVAS TÉCNICAS Y
TECNOLOGÍAS
El éxito de una reunión
híbrida es la responsabilidad de todos los que participan: el líder y los
asistentes, pero es posible que no sepan lo que se requiere de ellos. La
formación es imprescindible para garantizar las habilidades necesarias, tanto
en las tecnologías que se van a emplear como en la forma de liderar este tipo
de reuniones.
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