Robyn Mc Leod en The ThougtfulLeader´s Blog del pasado 30 de enero plantea que independientemente de si la
conversación importante que tenemos que mantener nos ocasiona ansiedad, temor,
o sentimientos conflictivos o no lo hace, lo que si debemos hacer es prepararla
con antelación. La razón fundamental es que en el caso de que cualquier
conversación que nos importe a nosotros
o a los demás, prepararla nos ayuda a reflexionar sobre nuestras
intenciones y metas, a considerar factores que pueden afectar a la conversación
y facilitar el que las cosas salgan como esperamos.
Un método a seguir es el de las 4
P:
1.-
PLANIFICAR
Dedicar tiempo a
ordenar los pasos a seguir que van a apoyar a nuestra conversación. Debemos
preguntarnos:
a).- ¿Qué resultado
deseo?
b).- ¿Cuál es el propósito
de la conversación?
Planificar implica,
también, seleccionar el mejor momento y localización para mantener la
conversación. Investigar es , asimismo, parte del proceso de planificación,
para tener claro qué es lo que necesitamos saber y cómo podemos encontrarlo y
quién nos puede facilitar la información.
2.-
PERSPECTIVA
Reflexionar sobre y
entender nuestros puntos de vista, preocupaciones y necesidades, así como las
de la otra persona, nos ayudará a preparar las conversaciones importantes.
Deberemos indagar un poco si la conversación la vamos a mantener con alguien a
quien no conocemos bien., preguntando, por ejemplo, aquellos que le conocen mejor o buscando la
información online.
Para tener claras las
perspectivas que impactan sobre la conversación debemos preguntarnos:
a).- ¿Por qué es
importante para mí y para la otra parte?
b).- ¿Cuál es la meta
de nuestro interlocutor?
c).- ¿Cómo lo vería si
estuviese en su caso?
3.-
POSITIVIDAD
Independientemente de
que la conversación sea agradable o complicada abordar la interacción desde un
enfoque positivo y con energía, lo que nos ayudará a ponernos y mantener un
patrón mental productivo y abierto. Cuando
somos positivos nuestra visión periférica se amplia y somos más capaces de ver
las posibilidades y soluciones que de otra forma se nos escaparían. También nos
dirigimos a los demás como si tuviesen buenas intenciones y razones para sus
perspectivas y esta actitud abierta con frecuencia engendra una actitud similar
y la voluntad de colaborar en la persona con la que estamos conversando o en
conflicto.
Tenemos que
preguntarnos:
a).- ¿Qué deseo de esta
persona?
b).- ¿Cómo puedo
mantener esta conversación de forma que preserve y quizás fortalezca nuestra
relación, en lugar de destruirla?
c).- ¿Cuál puede ser el
mejor resultado posible y cómo puedo hacer que la conversación avance en ese
sentido?
4.-
PRÁCTICA
En ocasiones decir las
palabras en voz alta y probar formas diferentes de abrir la conversación puede hacer que nos sintamos más cómodos y
tengamos más confianza y seguridad para enfrentarnos a la conversación. Podemos
practicar con un amigo o compañero de confianza o en solitario delante de un
espejo. También resulta útil escribir un pequeño guión con notas que nos pueden
permitir mantenernos centrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario