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miércoles, 5 de febrero de 2025

¿CÓMO PREPARARNOS PARA UNA CONVERSACIÓN IMPORTANTE?

 


Robyn Mc Leod en The ThougtfulLeader´s Blog del pasado 30 de enero plantea que independientemente de si la conversación importante que tenemos que mantener nos ocasiona ansiedad, temor, o sentimientos conflictivos o no lo hace, lo que si debemos hacer es prepararla con antelación. La razón fundamental es que en el caso de que cualquier conversación que nos importe a nosotros  o a los demás, prepararla nos ayuda a reflexionar sobre nuestras intenciones y metas, a considerar factores que pueden afectar a la conversación y facilitar el que las cosas salgan como esperamos.

Un método a seguir es el de las 4 P:

1.- PLANIFICAR

Dedicar tiempo a ordenar los pasos a seguir que van a apoyar a nuestra conversación. Debemos preguntarnos:

a).- ¿Qué resultado deseo?

b).- ¿Cuál es el propósito de la conversación?

Planificar implica, también, seleccionar el mejor momento y localización para mantener la conversación. Investigar es , asimismo, parte del proceso de planificación, para tener claro qué es lo que necesitamos saber y cómo podemos encontrarlo y quién nos puede facilitar la información.

2.- PERSPECTIVA

Reflexionar sobre y entender nuestros puntos de vista, preocupaciones y necesidades, así como las de la otra persona, nos ayudará a preparar las conversaciones importantes. Deberemos indagar un poco si la conversación la vamos a mantener con alguien a quien no conocemos bien., preguntando, por ejemplo,  aquellos que le conocen mejor o buscando la información online.

Para tener claras las perspectivas que impactan sobre la conversación debemos preguntarnos:

a).- ¿Por qué es importante para mí y para la otra parte?

b).- ¿Cuál es la meta de nuestro interlocutor?

c).- ¿Cómo lo vería si estuviese en su caso?

3.- POSITIVIDAD

Independientemente de que la conversación sea agradable o complicada abordar la interacción desde un enfoque positivo y con energía, lo que nos ayudará a ponernos y mantener un patrón  mental productivo y abierto. Cuando somos positivos nuestra visión periférica se amplia y somos más capaces de ver las posibilidades y soluciones que de otra forma se nos escaparían. También nos dirigimos a los demás como si tuviesen buenas intenciones y razones para sus perspectivas y esta actitud abierta con frecuencia engendra una actitud similar y la voluntad de colaborar en la persona con la que estamos conversando o en conflicto.

Tenemos que preguntarnos:

a).- ¿Qué deseo de esta persona?

b).- ¿Cómo puedo mantener esta conversación de forma que preserve y quizás fortalezca nuestra relación, en lugar de destruirla?

c).- ¿Cuál puede ser el mejor resultado posible y cómo puedo hacer que la conversación avance en ese sentido?

4.- PRÁCTICA

En ocasiones decir las palabras en voz alta y probar formas diferentes de abrir la conversación  puede hacer que nos sintamos más cómodos y tengamos más confianza y seguridad para enfrentarnos a la conversación. Podemos practicar con un amigo o compañero de confianza o en solitario delante de un espejo. También resulta útil escribir un pequeño guión con notas que nos pueden permitir mantenernos centrados.

 

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