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miércoles, 10 de mayo de 2023

EL ARMA SECRETA PARA MEJORAR LA CULTURA DE UNA ORGANIZACIÓN

 


Louis Efron en Gallup Workplace del pasado 27 de abril plantea que una cultura basada en las fortalezas se puede considerar como una estrategia crucial para atraer y retener al talento, ya que las fortalezas incrementan el compromiso de los profesionales y su deseo de mostrar un desempeño excelente.

El arma secreta para construir una cultura ganadora es el inquebrantable compromiso con el manejo de las fortalezas de las personas. Las compañías ganadoras tienen una cultura definida claramente y alinean de forma experta las fortalezas individuales y colectivas para que florezca, manteniendo su distintiva ventaja competitiva en el mercado.

Efron recomienda un enfoque de tres pasos para reforzar la cultura con las fortalezas:

I.- DEFINIR: ¿QUÉ PRINCIPIOS CULTURALES QUEREMOS MEJORAR?

Una cultura basada en fortalezas es aquella en la que las fortalezas mejoran los principios culturales no los definen. En ella los directivos y líderes se centran en desarrollar el potencial individual de los profesionales y de los equipos a su cargo ( lo que hacen mejor de forma natural) en lugar de intentar transformar las debilidades en fortalezas ( lo que no se puede conseguir). Es un entorno en el que el desarrollo movido por las fortalezas influye en todo lo que va a integrar la cultura de la organización: su misión, visión, propósito y valores.

Conocer y entender la cultura de la organización es imprescindible para dirigir las fortalezas individuales y del equipo en el camino correcto. Es el primer paso construir una cultura de alto desempeño basada en fortalezas. Para empezar hay que realizar un diagnóstico cultural por medio de encuestas de compromiso o clima, entrevistas con los grupos de interés o grupos focales, por ejemplo.

II.- ALINEAR: ¿ESTÁN LOS PROFESIONALES HACIENDO LO QUE HACEN MEJOR CADA DÍA?

Si consideramos que el 49% de los empleados dicen que o están en alerta por si surgen nuevas oportunidades de trabajo o buscando activamente uno nuevo asegurar que éstos y sus equipos están posicionados para ganar diariamente es crítico. Por ejemplo, un equipo de ventas que destaque necesita comprometerse con largas horas de seguimiento y contacto con los clientes. Sus miembros necesitan una formación y entrenamiento en técnicas de ventas y de conocimiento del producto, el apoyo de un jefe con mentalidad de crecimiento y el apoyo tecnológico y de otro tipo necesario, así como un producto excelente que vender. Pero, también, necesitan una habilidad natural para construir y desarrollar relaciones y confianza y cerrar acuerdos. Si los individuos y equipos no saben qué es lo que hacen mejor no se pueden tomar medidas para hacer que puedan utilizar sus fortalezas para convertirles en primeras series.

III.- IMPULSAR: ¿ESTÁN LOS DIRECTIVOS Y COMPAÑEROS APROVECHANDO LAS FORTALEZAS DE LOS DEMÁS PARA OBTENER RESULTADOS?

Cuando los jefes y compañeros conocen y entienden las fortalezas de cada miembro del equipo se puede procurar  colocar a cada persona en el rol correcto y asignar el trabajo a realizar con lo que cada uno hace mejor.

Asegurar que todos conocen y entienden las fortalezas de cada miembro del equipo requiere comprensión, discusiones y compartir.

La comprensión puede comenzar por realizar la valoración de fortalezas de Clifton, por ejemplo, y recibir sesiones de coaching individuales para identificar las principales fortalezas y aprender cómo se pueden utilizar para que ayuden a la persona a tener éxito en su rol.

Las discusiones sobre las fortalezas colectivas del equipo y cómo utilizarlas bien en una dinámica de grupo sirven para centrar al equipo y para trabajar para conseguir objetivos compartidos.

Finalmente, compartir entre los  miembros del equipo cómo las fortalezas intervienen en el trabajo y en la vida personal ofrece una oportunidad de que los demás conozcan, aprecien y normalicen las conversaciones sobre los que hace a los compañeros únicos y triunfadores. Conocer mejor a los demás fortalece la confianza y las relaciones más duraderas y productivas.

Para ser un catalizador del desarrollo cultural los esfuerzos de desarrollo de fortalezas deben ser parte del DNA de la organización a la hora del reconocimiento, de la gestión del desempeño y de la formación y desarrollo.

 

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