Guy Kawasaki en su libro“Enchantment. How to woo, influence and persuade” explica las tácticas para
aprender el arte de encantar para transformar situaciones y relaciones, convertir
a los cínicos en creyentes y cambiar las emociones y las mentes y, por tanto,
las acciones.
El autor define “encantar” como
el proceso de deleitar a las personas con un producto, servicio, organización o
idea. El objetivo no es manipular para que otros hagan lo que queremos ni
obtener un beneficio económico, sino lograr que sientan el placer de hacerlo.
Existen diversas situaciones en
las que se muestra de gran utilidad:
1.- Al buscar resultados idealistas, cuando
queremos convencer a las personas para que compartan nuestros
sueños.
2.- Al tomar decisiones difíciles
e infrecuentes que impliquen un cambio que puede ser complicado para conseguir
la implicación de los afectados es necesario emplear este arte.
3.- Si queremos vencer hábitos
arraigados y lograr que las personas
adopten nuevas ideas y costumbres.
4.- Si nuestro objetivo es desafiar al grupo o
masa y lograr que las personas se planteen ideas divergentes del pensamiento
grupal.
5.- Si queremos obtener un alto
nivel de dedicación en situaciones en que los resultados pueden tardar años en
conseguirse y no se ve el fruto de los esfuerzos hay que “encantar” a los
profesionales para que sigan implicados en el proyecto.
Dominar este arte implica
entender lo que los otros sienten, piensan y creen. Hay que ponerse en el lugar
de la persona a la que queremos encantar y hacernos las siguientes preguntas:
a).- ¿Qué querrá esa persona? Es lógico que el otro se
pregunte por nuestras motivaciones al
pretender encantarles. Es conveniente que revelemos nuestras intenciones si
queremos que confíen en nosotros.
b).- ¿El cambio merece el
esfuerzo? No es suficiente el que nosotros pensemos que el cambio merece la
pena, la persona a la que queremos encantar debe pensarlo también.
C).- ¿Puedo cambiar? En ocasiones
aunque el cambio merezca la pena es posible que la persona no pueda hacerlo.
Encantar no consiste sólo en
lograr que se haga lo que queremos para nuestro propio beneficio. Es necesario
considerar si los propósitos son éticos o no. Para ello es conveniente realizar
una serie de reflexiones:
1.- ¿Estamos pidiendo a los demás
que hagan algo que nosotros no haríamos? Si no estamos dispuestos a hacer algo
no podemos pedir a los demás que lo hagan ya que sería emplear la manipulación,
táctica que no es ética y va a fallar a largo plazo.
2.- ¿Existe un conflicto de intereses?
¿Está oculto? El encanto funciona si los intereses propios coinciden con los de
los demás, si no lo hacen puede ser conveniente replantear los intereses.
Siempre hay que recurrir a la sinceridad.
3.- ¿Estamos contando
"mentiras piadosas"? Existen sólo la verdad o la mentira, las
"mentiras piadosas" se suelen utilizar porque "el fin justifica
los medios".
4.- ¿Estamos intentando encantar
a personas muy confiadas o que no tienen la
capacidad de discernir lo que es verdadero o lo que es mejor para ellos? Hacerlo es
inmoral y nunca se puede considerar un éxito, puede crearnos una falsa
sensación de competencia y convertirnos en un sinvergüenza.
Dominar el arte de encantar
requiere una serie de actitudes y comportamientos que vamos a ir analizando en sucesivas entradas:
I.- SER AGRADABLE Y GUSTAR A LOS DEMÁS:
La primera impresión que causamos
es fundamental. Existen cuatro factores que contribuyen a causar una buena
impresión:
a).- La sonrisa. Sonreír no
cuesta nada y no hacerlo dificulta la conexión con las personas y se presta a
diferentes interpretaciones ninguna de las cuales va a conducir a que el
interlocutor esté encantado con nosotros. Tenemos que ser conscientes que a
nadie le gusta trabajar con personas malhumoradas y que éstas no suelen
conseguir a largo plazo lo que desean.
La sonrisa debe ser verdadera, la
falsa se detecta con facilidad y no obtiene ningún resultado. Para conseguirla
debemos pensar en cosas agradables.
b).- La forma de vestir. Debe ser acorde con la situación, nunca
intentar mostrar superioridad.
c).- El saludo. Hay que
establecer contacto visual y utilizar el
adecuado con la situación: estrechar la mano, besar, sin contacto con un
movimiento de la cabeza como reconocimiento,...
d).- Utilizar las palabras
adecuadas. Van a comunicar la actitud, personalidad y perspectiva. las palabras
equivocadas transmiten impresiones equivocadas. Es conveniente:
1.- Usar palabras sencillas. Hay
que procurar que el lenguaje sea accesible al interlocutor.
2.- Ser breve. Si los demás
quieren tener información adicional
preguntarán sobre ella.
3.- Utilizar analogías que sean específicas
de la cultura de la audiencia.
Otros comportamientos que
favorecen el se atractivos para los demás son:
1.- Aceptar a los demás: si queremos conseguir gustar a
los demás tenemos que conseguir primero que nos acepten y para ello tenemos que
aceptarlos. Si tenemos dificultades para lograrlo podemos considerar las siguientes reflexiones:
a).- Las personas no son
binarias. Todos tenemos fortalezas y debilidades, competencias y deficiencias.
b).- Todas las personas destacan
en algo y son mejores que nosotros en alguna faceta. Las personas que no
aceptan a los demás suelen pensar que
son superiores a los demás. Pero no hay nadie que sea mejor que los demás en
todo.
c).- Las personas tenemos más
similitudes que diferencias. Si profundizamos podemos descubrir que tenemos
muchas cosas en común con las personas que no nos gustan.
d).- Todos necesitamos una
oportunidad. Las personas que no están respondiendo en algunas ocasiones pueden
estar viviendo situaciones difíciles en otras facetas de su vida y pueden
necesitar que se considere su situación y se procure aliviar durante un tiempo.
2.- Acercarse a los demás: mantener contactos frecuentes
significa que interactuamos más con esas personas y es más fácil llegar a
establecer relaciones amistosas.
3.- Procurar no imponer nuestros valores: las personas que tienen una mayor
capacidad de encantar saben apreciar las diferencias de valores e intentan
incorporarlos.
4.- Perseguir y proyectar lo que nos apasiona: trabajar en lo que nos apasiona
nos hace más interesantes para los demás y las personas interesantes tienen
encanto.
5.- Encontrar pasiones compartidas: Neil Rackham y John Carlisle, científicos sociales
descubrieron que los mejores negociadores emplean el 40% del tiempo de
preparación de la misma en descubrir los intereses que comparten con la parte
contraria.
El primer paso para encontrar las
pasiones compartidas consiste en conocer las propias. Posteriormente podemos
continuar :
a).- Asumiendo que todas las
personas tienen pasiones y que debemos encontrar cuáles son. Si no se encuentra
ninguna debemos valorar si merece la pena intentar encantar a esa persona.
b).- Buscando los puntos en
común. Si creemos que compartimos intereses con la otra persona los
encontraremos, en caso contrario abandonaremos rápidamente la búsqueda.
6.- Crear situaciones de ganar-ganar: las personas con encanto buscan crear
situaciones de ganar-ganar en la que todos ganen algo.
7.- Responder afirmativamente a los requerimientos de los demás: es una actitud positiva al inicio
de una relación el buscar formas de ayuda y colaboración con los demás y
contribuye a establecer un buen vínculo
posterior con las personas. Siempre que sea posible estar en disposición de
ayudar a los demás contribuye a incrementar nuestro encanto.
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