Daniel H. Pink , autor de diversos libros de management, entre ellos "La sorprendente verdad sobre lo que nos motiva", ya comentado en una entrada anterior, en su último libro: "To sell is human " destaca que, aunque no nos
consideremos vendedores pasamos parte de nuestro tiempo vendiendo, en el amplio
sentido de la palabra: persuadiendo, influyendo y convenciendo a los demás y por otro lado vendiéndonos a nosotros a
través de los perfiles que incorporamos en las redes sociales: facebook,
twitter, linkedin,…
El autor plantea que
aunque desde el punto de vista económico las dos actividades más importantes
son producir y consumir, gran parte de lo que hacemos en la actualidad incluye
el conseguir que otras personas dediquen sus recursos, ya sean tangibles como
dinero o intangibles como el esfuerzo o atención, para conseguir aquello que
ambas partes quieren ( los profesionales y los directivos). Para demostrarlo realizó un estudio “What do you do at
work?” (¿Qué hace en el trabajo?”), a través de una encuesta a más de 9000
profesionales, en el que trataba de
descubrir cuanto tiempo y energía dedican éstos
a “vender” en el trabajo (incluyendo las actividades de venta que no incluyen
la realización de una compra).
Encontró dos hallazgos
fundamentales:
1.- Los profesionales
dedican aproximadamente un 40% de su tiempo en el trabajo dedicados a
actividades de venta sin compra: persuadir, influir y convencer.
2.- Los profesionales
consideran este aspecto de su trabajo crucial para su éxito profesional.
Pink destaca que el
mundo sanitario y el de la educación son ejemplos claros, ya que en ellos es
fundamental que las personas que prestan sus servicios en estos sectores tengan
la habilidad para influir, persuadir y lograr cambiar los comportamientos
equilibrando las demandas con lo que podemos ofrecerles.
La percepción que
solemos tener los profesionales del concepto “vender” es negativa, según pudo
comprobar, también, el autor en su investigación. Las personas tendemos a
asociarlo con duplicidad, manipulación y prácticas fraudulentas. Esta idea
procede fundamentalmente de épocas pasadas en las que el “comprador” de un
objeto o idea con frecuencia tenía a su disposición poca información, por lo
que se encontraba en una situación de desventaja con respecto al “vendedor”. Esta
asimetría en la información se ha corregido
y en la actualidad el enfoque ha
cambiado ya que existe más equilibrio. Pink señala que en el mundo de la
educación y sanidad este fenómeno es muy evidente ya que los profesionales de
ambos sectores ya no pueden depender de la actitud casi reverencial que
provocaban con la asimetría de información. Tienen que cambiar su relación con
sus alumnos o pacientes. La honestidad y transparencia se imponen.
Daniel Pink en la
segunda parte del libro plantea sus sugerencias
para movilizar a los demás hacia nuestras propuestas, en forma de tres
cualidades: sintonía, optimismo (fortaleza) y claridad.
I.-
SINTONÍA:
Considerada como la
capacidad de que nuestras acciones armonicen
con las de los demás y con el contexto en el que estemos en un momento determinado . En su
esencia encontramos la habilidad para
poder mirar las cosas con perspectiva y considerar no sólo nuestro punto de
vista sino también salir de nuestra experiencia e imaginar las emociones,
percepciones y motivaciones de los demás.
Se asienta en tres
principios:
1.-
Incrementar nuestro poder al reducirlo. Diversas
investigaciones concluyen que existe una relación inversa entre el poder y la
capacidad de ver las cosas con perspectiva. La sensación de poder hace que tendamos
a no considerar otros puntos de vista que no sean los nuestros. Esta conducta,
a la larga, se muestra incorrecta, ya que en el momento actua, l la capacidad de
poder influir en los demás depende más de conocer y entender los puntos de
vista del otro y de poder ver el mundo a través de sus ojos. Para conseguirlo
debemos comenzar por asumir que nosotros no somos los que tenemos el poder.
2.-
Utilizar la cabeza tanto como el corazón. Los científicos
sociales con frecuencia contemplan la capacidad de tomar perspectiva y la
empatía como dos gemelos, estrechamente relacionados, pero no idénticos. La
capacidad de tomar perspectiva es una capacidad cognitiva, muy ligada al
pensamiento y la reflexión. La empatía es una respuesta emocional que se centra
en los sentimientos. Ambas son cruciales, pero las investigaciones de Galinsky
y Maddux han encontrado que la capacidad de tomar perspectiva y mirar con los
ojos de nuestro interlocutor resulta más eficaz, ya que la empatía a veces
puede intervenir frenando la creatividad y perjudicando negativamente a los
propios intereses. Al tomar perspectiva se logra sintonizar de forma que las
dos partes pueden quedar más satisfechas.
Este segundo principio
significa también reconocer que los individuos no son seres aislados,
desconectados de los grupos y contextos, por lo que debemos entrenarnos para
buscar la perspectiva no sólo desde el punto de vista de la persona sino
también de los grupos y de las relaciones que ésta mantiene con ellos.
3.-
Imitar los gestos de forma estratégica. La tendencia a
reproducir los gestos y movimientos de nuestros interlocutores es natural en
los seres humanos. Galinsky opina que de forma inconsciente tendemos a
intentar estar en sincronía con los
demás y una forma de lograrlo es reproducir los comportamientos de los demás.
La estrategia adecuada consiste en hacerlo de forma sutil para que no sea
detectada y pueda conseguir el efecto contrario y generar rechazo, por
considerarlo el contrario una burla y una falta de respeto hacia ellos.
Pink finaliza el primer
capítulo dedicado a la sintonía resaltando
la ventaja que tienen los que él llama "ambivertidos" en el manejo
de esta cualidad. Expone que siempre se ha considerado que las personas
extrovertidas son las mejores de cara a la venta, ya sea de objetos como de
ideas, ya que se caracterizan por ser sociables, asertivos, vivaces y deseosos
de vivir nuevas sensaciones. Movilizar a los demás requiere interactuar con los
demás y las situaciones sociales, que
pueden acabar con la energía de un introvertido, encantan a los extrovertidos .La sensación de
comodidad que tienen estos últimos en
sus relaciones con los demás facilita el que no duden en hacer peticiones y ser
asertivos, al mismo tiempo que, al ser gregarios y amistosos tienen la capacidad
de establecer relaciones que pueden conducirles posteriormente a la posibilidad
de realizar ventas de todo tipo. Finalmente los extrovertidos por su naturaleza
buscan estímulos y la energía y el entusiasmo que demuestran puede ser
contagiosos y conducir a distintas formas de persuasión e influencia.
Cuando los científicos
sociales han empezado a investigar la relación entre extroversión y éxito en
las ventas se han encontrado con que ésta no es clara. Esto no significa que
los introvertidos obtengan mejores resultados. Lo que están descubriendo las
investigaciones que se están llevando a cabo sobre el tema, destacando las de
Adam Grant (uno de los principales psicólogos sociales americanos ) es que los que obtienen mejores resultados son los
"ambivertidos". Éstas son las personas que no son ni muy
extrovertidos, ni muy introvertidos. Se encuentran en un punto medio. Un gran estudio
realizado entre clientes a nivel europeo y americano ha mostrado que la
característica peor valorada no era la de estar mal informad, era, la de un exceso de asertividad y entusiasmo
que puede conducir a intentar mantener un excesivo contacto con el cliente. Los
extrovertidos además pueden hablar mucho y escuchar poco lo que limita sus
posibilidades de entender las perspectivas de los demás y fallar en encontrar
el equilibrio entre ser asertivo y respetuoso, con lo que pueden conseguir
alejar a los potenciales clientes.
En el segundo capítulo
dedicado a la sintonía Pink propone una serie de recomendaciones para intentar
crearla:
1.-
Descubrir la mejor manera de empezar una conversación.Todo
lo que es bueno en la vida comienza con una conversación. hablar cara a car con
una persona es la mejor forma de sintonizar. las conversaciones nos ayudan
a entender y conectar con los demás de
una forma que no consigue por otro medio. La dificultad estriba en saber cómo
debemos empezar una conversación, especialmente con alguien a quien no
conocemos bien, para que rápidamente la
otra persona se sienta cómoda, deseosa de interactuar con nosotros y
estableciendo una sintonía con ella. Jim Collins, autor de diversos libros de
management, dice que su pregunta favorita para comenzar una conversación es:
"¿De dónde eres?". Esta pregunta permite contestaciones de diverso
tipo:
a).- De localización: nací
en ....
b).- De procedencia laboral:
trabajo en...
.
c).- otras
posibilidades: vivo en..., espero mudarme a ....
2.-
Actuar como un camaleón y practicar la imitación
estratégica. Los tres pasos que daniel Pink recomienda son:
a).- Observar lo que la
otra persona está haciendo: su postura, sus movimientos, la forma de
expresarse, si es tranquila o acelerada, si utiliza determinadas
expresiones,...
b).- Esperar: una vez que hemos observado no actuar
inmediatamente. dejar reposar la situación. Si se echa hacia atrás, por
ejemplo, contar hasta quince antes de considerar si hacemos lo mismo, si
establece un punto importante, repetir la misma idea pero un poco más tarde en
la conversación,....No es conveniente hacer esto continuamente pues se puede
detectar.
c).- Automatizar. Después
de haber imitado en algunas ocasiones hay que tratar de que surja de forma
instintiva, espontánea, sin esfuerzo y que se
convierta en un comportamiento automático en respuesta a determinadas
situaciones.
No se trata de fingir y
ser falsos. El objetivo consiste en que nuestra conducta siendo humana, llegar
a ser estratégica.
3.-
Ponernos en el lugar de nuestro interlocutor. Pink, en este
apartado, hace referencia a la estrategia de Jeff bezos, fundador de amazon.com,
que en todas sus reuniones incluye una silla vacia, para recordar a los
presentes que no deben olvidar nunca que la persona más importante en la
reunión es el cliente. Si queremos sintonizar tenemos que ponernos en el lugar
del otro e intentar pensar y ver desde su perspectiva.
4.-
Entrar en contacto con nuestro "ambivertido" interno.
El autor recomienda para ello que comprobemos si lo somos accediendo al enlace:
http://www. danpink.com/assessment, donde encontraremos el test que utilizan
los científicos sociales para medir la introversión y la extroversión.
Si descubrimos que somos extrovertidos propone
que practiquemos algunas de las habilidades de los introvertidos como hacer
menos declaraciones, preguntar más y escuchar más.
Si somos introvertidos ensayar las preguntas que vamos a hacer, para
evitar el bloqueo posterior, hacer esfuerzos constantes para sonreír y
mantenernos erguidos y defender nuestros puestos de vista.
Si, como es lo más
frecuente, somos "ambivertidos" podemos adaptar nuestro
comportamiento según las circunstancias para lograr establecer la sintonía con
nuestro interlocutor.
5.-
Tener una conversación con un "viajero en el l tiempo". Esta
es una técnica desarrollada por Cathy Salit, presidente de Performance of a Lifetime, que consiste en:
a).- Reunir a un grupo
de personas, dividirles en parejas y
pedirles que piensen en objetos que una persona que haya vivido hace
trescientos años no reconocería.
b).- Cada pareja debe
seleccionar un objeto y uno de sus miembros debe representar el papel de una
persona procedente del siglo XVIII y el otro miembro de la pareja debe
explicarle en que consiste el objeto de forma que lo entienda. Esto es más
difícil de lo que parece porque tiene que meterse en la mente de una persona
que no tiene las mismas referencias culturales.
Este ejercicio supone
un desafío sobre nuestras creencias de
cómo hacer comprender nuestro mensaje y nos obliga a preocuparnos de la visión
del mundo de nuestro interlocutor.
6.-
Cartografiar. El ponernos en lugar del otro requiere
en ocasiones que tengamos un mapa que nos facilite una visión de de dónde
vienen y hacia dónde van nuestros interlocutores. Pink propone preparar dos
tipos de mapas:
a).- El mapa de las
discusiones. Muestra la cartografía social del grupo. Para ello tenemos que dibujar
un diagrama que represente el lugar en
el que cada persona que atiende la reunión está sentada. Cuando comienza la
sesión marcar una x al lado de la persona que comienza a hablar y cada vez que
alguien intervenga poner una x a su lado. Si alguien dirige sus comentarios a
una persona en concreto en lugar de a todo el grupo dibujar una línea desde el
emisor al receptor. al terminar la reunión dispondremos de una representación
visual de quién ha dominado la reunión, quién se ha mantenido al margen y quién
ha sido objeto de las críticas o halagos.
b).- El mapa de los
estados de ánimo. sirve para ver cómo cambia un contexto a lo
largo de un tiempo. En una reunión en la que pretendemos movilizar a los demás
podemos registrar el estado de ánimo al comienzo midiendo en una escala de 1 (
negativo y resistente) a 10 (abierto y positivo) cuál es la temperatura. Cuando
pensamos que estamos en el ecuador de la reunión podemos volver a hacerlo para
ver si ha mejorado o se ha deteriorado y repetirlo al finalizar la misma.
7.-
Jugar a "espejito, espejito". Este
juego, muy utilizado por consultores para la gestión del cambio, ayuda a que
veamos cómo sintonizamos con las pequeñas alteraciones en las apariencias o en
las situaciones. Es un ejercicio en grupo que consiste en:
a).- Reunir al grupo y dividirlo
en parejas.
b).- Permanecer mirando
a la pareja fijamente durante treinta segundos.
c).- Girar y dar la
espalda a la pareja.
d).- Modificar un
aspecto de nuestra apariencia: quitarse las gafas, ponerse pendientes, quitarse
la corbata,.... Esperar sesenta segundos.
e).- Volver a girar y
ver si los miembros de la pareja son capaces de detectar los cambios.
f).- Repetirlo otras dos
veces con la misma persona, cambiando algo distinto en cada ocasión.
A continuación realizar
una puesta en común en la que se analizan los cambios que fueron detectados,
los que no lo fueron, en qué medida el hacerlo bien dependía de ser capaces de
observar y establecer una sintonía desde
el principio del juego y si esta experiencia va a influir en la forma que
enfoquemos las próximas interacciones que tengamos.
8.-
Encontrar los lugares comunes poco comunes. Tenemos la
tendencia a ser persuadidos por aquellos que nos gustan y una de las razones
para esto es que nos recuerdan a nosotros.
Encontrar similitudes
nos puede ayudar a sintonizar con los demás y que ellos a su vez lo hagan con
nosotros. Daniel Pink propone el siguiente ejercicio que funciona bien en los equipos
y nos proporciona perspectivas útiles.
a).- Reunir a un grupo
de tres o cuatro personas y hacerles la siguiente pregunta: ¿Qué tienen en
común con cada una de las personas del grupo y con todos en conjunto? Escarbar
bajo la superficie analizando historias personales, hobbies, viajes, conocidos,...
b).- Transcurridos cinco minutos, analizar los resultados.
Encontrar similitudes nos puede ayudar a sintonizar con los demás y que ellos a su vez lo hagan con nosotros. Daniel Pink propone el siguiente ejercicio, https://sientemunich.com/coca-cola-mejores-acciones/
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