Francesca Gino, profesora asociada de Administración
de Empresas en Harvard
Business School, en HBR Network Blog del pasado 26 de noviembre reivindica la
importancia de mostrar gratitud.
Plantea que aunque existen, normalmente,
muchas ocasiones para sentirnos agradecidos, tanto en nuestra vida personal
como profesional solemos desaprovechar las oportunidades de mostrar
agradecimiento, fundamentalmente en el trabajo. Una encuesta realizada a finales
del pasado año por la Fundación John Templeton encontró que las
personas tenemos menos tendencia a sentir o expresar gratitud en el ambiente
laboral que en cualquier otro, el 74% de los participantes en el estudio
reconocían que nunca o raramente expresaban agradecimiento a sus jefes, aunque
el 70% afirmaban que se sentirían mejor si tuviesen un jefe que les reconociese
y agradeciese su trabajo y un 81% aseguraban que trabajarían más duro y con más
interés en ese caso. Otra conclusión fue que la gratitud puede conducir al
éxito. El 94% de las mujeres y el 96% de los hombres encuestados pensaban que
un jefe que es capaz de demostrar gratitud tiene más posibilidades de triunfar.
Sólo un 18% identificaban gratitud con debilidad.
Al no
mostrar agradecimiento, cuando tenemos la posibilidad de hacerlo, perdemos la
oportunidad de:
1.- Obtener
efectos beneficiosos para nosotros. La gratitud nos permite saborear experiencias
positivas, hacer frente a circunstancias estresantes, ser resilientes para abordar retos y fortalecer nuestras relaciones
sociales. Distintas investigaciones, entre ellas las recogidas en “Pursuing Happiness: The Architecture ofSustainable Change”, han mostrado que el hecho de
escribir cartas de agradecimiento una vez a la semana durante un periodo de
seis semanas conduce a un alto nivel de satisfacción.
Reconocer las
cosas buenas no sólo nos anima, sino que también mejora nuestra salud y
bienestar. En una serie de conocidos estudios (“Counting Blessings VersusBurdens: An Experimental Investigation of Gratitude and Subjective Well-Being in Daily Life”) los
psicólogos Robert Emmons y MichaelMcCollough dividieron a los participantes en tres grupos y durante diez semanas
debían escribir en un diario
semanalmente cinco experiencias distintas. Al primer grupo se les pidió
que expresasen agradecimiento por cosas
buenas que les hubiesen sucedido, al segundo vivencias molestas y al tercero
que recogiesen cinco eventos cualquiera que les hubiesen ocurrido en la semana.
Entre las molestias se incluyeron problemas de aparcamiento, despilfarrar el
dinero o quemar la comida al prepararla. Entre las bendiciones se encontraban
la generosidad de los amigos, aprender algo interesante o contemplar el
amanecer. Los integrantes del grupo “agradecido” puntuaron más elevado en
emociones positivas, en síntomas de bienestar físico y mental y sentían una
mayor conexión con los demás que los otros dos grupos.
2.-
Transmitir efectos beneficiosos para los demás. Expresiones sencillas de gratitud
pueden tener efectos positivos para los que las reciben. En una investigación
realizada con Adam Grant, “A Little Thanks Goes a Long Way: Explaining WhyGratitude Expressions Motivate Prosocial Behavior” la autora encontró que las
manifestaciones de gratitud aumentan el comportamiento prosocial al permitir
que las personas se sientan valoradas socialmente y consecuentemente se pueden
llegar, a su vez, a sentirse más motivadas para ayudar y reconocer a los demás .
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