Carmine Gallo, experto en comunicación en su libro “Talk like TED. The 9 Public Speaking Secrets of the World´s Top Minds”, plantea que las presentaciones más atrayentes e inspiradoras deben tener tres componentes fundamentales que son:
I.-
Emocionales. Los grandes comunicadores tienen la capacidad de llegar a la mente y
tocar el corazón.
II.-
Novedosos. Según los expertos en neurociencia las novedades son lo que mejor
capta la atención de las personas.
III.-
Memorables. Podemos presentar ideas nuevas pero si la audiencia luego no
recuerda lo que dijimos, esas ideas no van a tener ningún impacto.
Gallo
tras analizar e identificar las técnicas que comparten los mejores
comunicadores actuales descubre los 9 secretos de las mejores presentaciones
que agrupa dentro de los tres componentes anteriormente mencionados. Éstos consisten
en:
I.- EMOCIONALES:
1.-
Liberar el maestro experto que tenemos
dentro.
2.-
Dominar el arte de contar historias.
3.-
Mantener una conversación Interiorizar el contenido de forma que nos sintamos
tan cómodos como si estuviésemos hablando con un amigo.
II.- NOVEDOSOS:
4.-
Enseñar algo nuevo.
5.-
Facilitar momentos asombrosos.
6.-
Animar la presentación con toques de humor.
III.- MEMORABLES:
7.-
Ajustarse a la regla de los 18 minutos.
8.-
Ofrecer presentaciones con componentes que afecten a más de uno de los
sentidos: tacto, gusto, olfato, oído y vista.
9.-
Ser auténticos, abiertos y transparentes.
Vamos
a analizar las principales características de estas claves:
1.- LIBERAR EL MAESTRO EXPERTO QUE TENEMOS DENTRO.
El
autor recomienda profundizar en la identificación de nuestra conexión personal
con la materia de la presentación. La pasión lleva a la maestría y la
presentación no será nada sin ella. Diversos estudios científicos demuestran
que la pasión es contagiosa. No podemos inspirar a los demás si no nos sentimos
inspirados nosotros y sentimos la pasión de compartir nuestras ideas. Robert Greene en “Mastery” mantiene que “En nuestra cultura tendemos a equiparar la
capacidad intelectual con el éxito y el logro, pero en muchos casos es una
cualidad emocional la que separa a aquellos que dominan una tarea de aquellos
que simplemente realizan un trabajo”. Nuestros niveles de deseo, paciencia,
persistencia y confianza en nuestras
capacidades terminan jugando un papel más importante para triunfar que nuestra
capacidad de razonamiento. Si nos
sentimos motivados y con energía podemos superar casi todo. Si nos sentimos
aburridos o inquietos nuestra mente se cierra y nos volvemos pasivos. Los
oradores motivados y apasionados son más interesantes y enganchan más que los
aburridos o pasivos.
Los
comunicadores excelentes no pueden esperar a compartir sus ideas. Tienen
carisma, que está directamente asociado con la pasión que sienten por el
contenido de su exposición. Los oradores carismáticos irradian alegría por
compartir su experiencia y pasión al pensar en que sus ideas y servicios pueden llegar a
beneficiar a la audiencia. Si nuestra meta es altruista seremos capaces de
conectar mejor con los demás y nos sentiremos más cómodos en nuestra
presentación.
La
pasión y el hablar en público están íntimamente conectados. El filósofo francés
Denis Diderot dijo en una ocasión: “Sólo las pasiones, las grandes pasiones
pueden elevar el alma hacia grandes cosas”. Melissa Cardon, experta en el tema
y autora del estudio “The nature and experience of entrepreneurial passion”, ha definido la pasión empresarial como
el sentimiento positivo que
experimentamos por algo que tiene un sentido profundo para nosotros como
individuos. Cardon mantiene que la pasión se encuentra en el núcleo central de
la identidad de las personas y las
define. Los mejores oradores son, pues, aquellos que hablan de temas que son
importantes para ellos. Cuando sentimos
pasión por algo no podemos evitar el pensar, actuar sobre ello y hablar
del tema con otras personas.
En
sus investigaciones Cardon encontró que la pasión conduce a comportamientos
como una mayor creatividad, metas más elevadas y retadoras, mayor persistencia
y que conducen a un mejor desempeño.
Ralph
Waldo Emerson dijo en una ocasión: “Nada grande se ha conseguido nunca sin
entusiasmo”. Joyce Bono, profesora de la Universidad de Florida y Remus Ilies, profesor en la Universidad Estatal de Michigan han demostrado con sus
estudios sobre carisma, emociones positivas y sobre el contagio de estado de
ánimo que Emerson tenía razón. Encontraron que las personas que obtenían alta
puntuación en carisma tendían a expresar más emociones positivas en sus
comunicaciones orales y escritas. Las emociones positivas incluyen la pasión,
el entusiasmo, el interés y el optimismo. Descubrieron, también, que las
emociones positivas son contagiosas, elevando el estado de ánimo de la
audiencia y consiguiendo, con mayor frecuencia y las ideas transmitidas ejercen
un mayor poder de persuasión.
2.- DOMINAR EL ARTE DE CONTAR
HISTORIAS.
Jonah Sachs define las historias en “Winning the story wars” de la siguiente manera:
“Las
historias son un tipo especial de comunicación humana diseñadas para persuadir
a una audiencia y presentar las ideas del narrador. Éste lo hace colocando en
un escenario a unos personajes, reales o ficticios y mostrando lo que les pasa
a lo largo de un periodo de tiempo. Cada personaje persigue un tipo de meta de
acuerdo con sus valores, enfrentándose a dificultades en el camino y triunfará
o fracasará en función de la visión del funcionamiento del mundo que tenga el
narrador”.
Las
historias estimulan y enganchan ayudando a que el orador conecte con la
audiencia y favoreciendo el que ésta apoye los puntos de vista del que las
cuenta.
Aristóteles, uno de los padres de la teoría de la comunicación creía que la persuasión se producía estaban presentes tres factores:
Aristóteles, uno de los padres de la teoría de la comunicación creía que la persuasión se producía estaban presentes tres factores:
a).-
Ethos o la credibilidad. Tendemos a estar de acuerdo con las personas a las que
respetamos por sus logros o experiencia.
b).-
Logos que consigue persuadir a través de la lógica, los datos y las
estadísticas.
c).-
Pathos que persuade a través de apelar a las emociones. Las historias plantas
ideas y emociones en el cerebro del oyente.
Diversas
investigaciones han descubierto que nuestros cerebros se muestran más activos
cuando escuchamos historias. Por medio de una presentación con powerpoint activamos el centro procesador del lenguaje en
el cerebro, donde transformamos las palabras en significados. Las historias
utilizan todo el cerebro por medio de las áreas del lenguaje, sensoriales,
visuales y motoras.
Los
mejores y más inspiradores comunicadores se apoyan en tres tipos de historias:
a).-
Personales, que se relacionen directamente con el tema de la conversación o
presentación, a través de las cuales se traslada a la audiencia a un viaje, tan
descriptivo e imaginativo que les haga sentir que nos están acompañando en el
mismo.
b).-
Sobre otras personas que han aprendido una lección que inspire a la audiencia.
Las abstracciones resultan difíciles de procesar para la mayoría de las
personas, pero las historias convierten los conceptos abstractos en ideas
tangibles, emocionales y memorables.
c).-
Sobre éxitos o fracasos de productos, marcas o servicios. Las historias dan una
imagen humana a las organizaciones. Las personas se identifican mejor con los
productos si saben de dónde proceden éstos y si llegan a conocer a las personas
reales que están detrás de los mismos.
3.- MANTENER UNA CONVERSACIÓN.
Tenemos
que practicar e interiorizar el contenido de nuestra presentación infatigablemente
hasta que nos sintamos tan cómodos como si estuviésemos hablando con un amigo
cercano. Ésta táctica funciona porque la verdadera persuasión sólo se va a
producir cuando hemos podido establecer una conexión emocional con nuestra
audiencia que haya logrado ganar su confianza. Si nuestra vos, gestos y
lenguaje corporal no guardan congruencia con nuestras palabras nuestros oyentes
desconfiarán de nuestro mensaje. Es similar a tener un Ferrari (una historia
magnífica) sin saber cómo conducir (transmitir el mensaje).
Una
presentación auténtica requiere horas de preparación y trabajo previo para
escoger las palabras correctas que mejor van a representar la forma en que nos
sentimos respecto a un tema, presentando esas palabras de forma que tengan el
máximo impacto y asegurándonos de que nuestra comunicación no verbal es
consistente con nuestro mensaje.
Amanda Palmer, que ofreció en 2013 la presentación más famosa en TED sugiere utilizar
estos estos tres pasos para preparar
presentaciones que impacten:
a).-
Solicitar ayuda para su planificación. Con frecuencia nos encontramos demasiado
cercanos al contenido y podemos, por ejemplo, estar inmersos en pequeños detalles cuando, a
lo mejor, lo que la audiencia busca es una visión más general en un principio o
pensamos que ésta nos está entendiendo
cuando es posible que necesite un lenguaje o una explicación más sencilla.
b).-
Recibir feedback desde el principio, para evitar aburrir o no conectar con la
audiencia.
c).-
Practicar, practicar y practicar. Palmer destaca la importancia de lo que llama
las tres P (pasión, práctica y presencia) si queremos que nuestras
presentaciones parezcan conversaciones. La primera etapa requiere que el orador
identifique aquello que le apasiona y cómo conecta con su mensaje. La siguiente
fase consiste en practicar y practicar y finalmente aparecerá la presencia y
dominará el escenario.
Gallo
recomienda que tengamos en cuenta estos cuatro elementos al presentar nuestro
mensaje verbalmente: el ritmo o velocidad a la que hablamos, el volumen, las
inflexiones y las pausas. La mayoría de las personas, por ejemplo, suelen
ralentizar el ritmo de sus exposiciones en una presentación, con lo que se
consigue que ésta no parezca muy natural, por lo que el autor propone usar el
ritmo que empleamos para nuestras conversaciones normales.
Otro
aspecto importante a tener en cuenta y que ya hemos mencionado es
el de la congruencia del mensaje hablado con el lenguaje corporal Morgan Wright
experto en técnicas de interrogación y experto entrevistador, avisa que si no
creemos en lo que decimos nuestros movimientos no serán naturales y que aunque
nos entrenemos, salvo que seamos un espía o un psicópata, no seremos capaces de
romper la incongruencia entre nuestras palabras y nuestras acciones.
Los
profesionales más carismáticos tienen un lenguaje corporal que refleja
confianza, competencia y carisma, transmitiendo presencia y autoridad.
Entre
los problemas más comunes que surgen entre los líderes al hacer presentaciones,
en relación con su lenguaje corporal tenemos, según Gallo, los siguientes:
a).-
No controlar los movimientos, como por ejemplo, moverse con nerviosismo o golpear
con los dedos en la mesa sin control. Al hacerlo nos estamos mostrando
nerviosos, inseguros y poco preparados. Para evitarlo procurar movernos con un propósito determinado y con
seguridad, practicando hasta evitar nuestros tics o manías.
b).-
Mantenernos rígidos, sin movernos, con lo que transmitimos rigidez,
aburrimiento y desinterés. Es mejor moverse.
c).-
Esconder las manos en los bolsillos. La mayor parte de las personas metemos las
manos en los bolsillos cuando nos encontramos delante de un grupo, con lo que
parece que nos mantenemos apartados de él o desinteresados. Debemos sacar las
manos de los bolsillos. Mantener una escondida es aceptable siempre que la otra
esté gesticulando.
El liderazgo es un tema tan controversial para muchos cuando no conocemos la gama de tipologías que existen y que algunos autores se han encargado de definir a través de años de estudio. Si al hablar de líderes, centramos nuestra atención en el concepto, tendremos claro que no importan tanto las características que manifieste un sujeto para definirlo como tal; es decir, aquel individuo que esté influyendo en otra persona o grupo de personas para alcanzar un objetivo, es un líder, negativo o positivo, pero es un líder. Cualquiera que sea el caso, el líder es una persona que se caracteriza por tener esa capacidad de mover estructuras para alcanzar una meta.
ResponderEliminarAhora bien y considerando lo estudiado en este capítulo del liderazgo, sabemos que hay ciertos teorías sobre el mismo y que de acuerdo a las características que manifiesta el sujeto que lidera, este, encaja en alguna de ellas.
Por tanto, estas formas de ser y hacer de un líder deben servir de análisis y reflexión para el sujeto con la intención de ser un líder que cultive la confianza y la credibilidad de su gente, pues esta, como en todas las organizaciones o grupos siempre tienen como expectativa tener al frente a un personaje que les inspire motivación intrínseca, que sea una persona con mucha experiencia y conocimiento, que tenga la capacidad de involucrar a todo el personal con el que colabora para definir metas y acciones, que sepa tomar riesgos en beneficio de la organización, tenga la capacidad de dirigir con humanismo y humildad a la organización, administre adecuadamente los recursos con que se cuenta y entregue resultados de estos, pero sobre todo, la gente espera que su líder demuestre empatía por los demás y sepa comunicarse con acierto sin causar incertidumbre.
Mtra. Minú Ileana Encalada Leal
El liderazgo es un tema tan controversial para muchos cuando no conocemos la gama de tipologías que existen y que algunos autores se han encargado de definir a través de años de estudio. Si al hablar de líderes, centramos nuestra atención en el concepto, tendremos claro que no importan tanto las características que manifieste un sujeto para definirlo como tal; es decir, aquel individuo que esté influyendo en otra persona o grupo de personas para alcanzar un objetivo, es un líder, negativo o positivo, pero es un líder. Cualquiera que sea el caso, el líder es una persona que se caracteriza por tener esa capacidad de mover estructuras para alcanzar una meta.
ResponderEliminarAhora bien y considerando lo estudiado en este capítulo del liderazgo, sabemos que hay ciertos teorías sobre el mismo y que de acuerdo a las características que manifiesta el sujeto que lidera, este, encaja en alguna de ellas.
Por tanto, estas formas de ser y hacer de un líder deben servir de análisis y reflexión para el sujeto con la intención de ser un líder que cultive la confianza y la credibilidad de su gente, pues esta, como en todas las organizaciones o grupos siempre tienen como expectativa tener al frente a un personaje que les inspire motivación intrínseca, que sea una persona con mucha experiencia y conocimiento, que tenga la capacidad de involucrar a todo el personal con el que colabora para definir metas y acciones, que sepa tomar riesgos en beneficio de la organización, tenga la capacidad de dirigir con humanismo y humildad a la organización, administre adecuadamente los recursos con que se cuenta y entregue resultados de estos, pero sobre todo, la gente espera que su líder demuestre empatía por los demás y sepa comunicarse con acierto sin causar incertidumbre.
Mtra. Minú Ileana Encalada Leal
El liderazgo lo aplican todas las personas en algún momento de su vida, ya sea para tomar decisiones colectivas, guiar a un grupo de personas de manera esporádica o casual, pero toma relevancia cuando el liderazgo es aplicado de manera formar, con funciones formales y metas especificas, es allí cuando los subordinados tienen expectativas hacia su líder, donde esperan que su líder los sepa conducir de manera exitosa hacia sus metas colectivas(metas de la empresa), de una manera eficaz, que con el menor esfuerzo logren sus propósitos, es decir, que el líder cuente con los conocimientos, estrategias, recursos y acciones para alcanzar la meta de manera sistemática y metódica, que les dé indicaciones precisas para que puedan cumplir con sus responsabilidades, tomando en cuenta sus capacidades y aptitudes,, de igual manera buscan en el líder a una persona que se interese por sus necesidades personales y profesionales, donde el líder les brinde condiciones necesarias para desarrollarse en la empresa y logren sus expectativas personales de superación y ascensos; apegado en la igualdad y equidad.
ResponderEliminarSaulo Pech Herrera.
La tarea de ejercer un liderazgo efectivo, no es una empresa fácil, pero tampoco imposible, para alcanzarlo se requiere primeramente estar convencido de querer hacerlo, porque implica actitudes y características, entre las cuales tenemos las siguientes: responsabilidad, si desea que los integrantes cumplan, es indispensable que el líder ponga el ejemplo, en cualquier empresa donde impere la irresponsabilidad irremediablemente termina en el fracaso; preparación, esta característica es indispensable, porque un buen liderazgo debe tener una adecuada dirección, siempre apoyando y asesorando a los integrantes, porque ellos esperan que su líder pueda resolver sus dudas; comunicación efectiva, el saber escuchar es un don que abre las puertas para un buen liderazgo, porque permite conocer las necesidades y corregir el rumbo en caso necesario; credibilidad, es quizás la expectativa más importante que los subordinados esperan de su líder, ya para lograrlo debe ser congruente con lo que dice y hace, es común que un líder que fracasa, es aquel que exige cosas que él no hace, en cambio el buen líder es honesto, en vez de ordenar, muestra como hacer las cosas, de esa manera se gana la confianza e inspira a sus subordinados.
ResponderEliminarMariano Arturo Pat Navarrete
Un buen artículo que recoge muchos puntos importantes sobre el buen orador. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en casi todo, pero yo añadiría que en cualquier discurso (ya sea de un líder o no) el orador debe sentir pasión por su profesión y tener la credibilidad de quién le escucha. Y detrás de todo esto hay mucho trabajo.
Yasmina Ortiz
http://yasminaortiz.blogspot.com.es/
https://es.linkedin.com/in/yasminaortiz