Richard Jolly, profesor adjunto de Comportamiento Organizacional
en London Business School, el pasado 26 de enero de 2016 planteaba en LBS Review, que el coraje, la preocupación
junto al cuidado y la comunicación constituyen las herramientas básicas para
liderar el cambio.
Ser un líder en estos tiempos de incertidumbre constituye un
reto. Jolly, desde su experiencia como codirector del programa de liderar el
cambio en LBS, propone una serie de
estrategias para conseguirlo
1.- Centrarse en las prioridades claves. No tenemos que
distraernos con las miles de cosas que compiten por nuestra atención. Debemos
analizar el porcentaje de nuestro tiempo que dedicamos a nuestras tres
prioridades principales. Reservar tiempo para pensar es fundamental, no hay que
caer víctima de las prisas.
2.- Construir un equipo. Necesitan conocer cuáles son
nuestros objetivos y ambiciones para que se puedan comprometer para garantizar
que se cumplen. Investigaciones recientes han encontrado que el 68% de los
profesionales encuestados no comprendían la visión de la organización. La única
forma de que las personas trabajen juntas para alcanzar una meta compartida es
que conozcan cuál es ésta.
3.- Comunicar, comunicar, comunicar y pedir feedback para
garantizar que se entiende el mensaje. Los profesionales tienen que saber hacia
dónde se dirigen y qué es lo que se espera de ellos. Las personas se sienten
valoradas si el líder comparte información con ellos. Les muestra que se confía
en ellos y les ayuda a poder realizar su trabajo.
4.- Tener el coraje de abordar las conversaciones
complicadas. Basar esas conversaciones en hechos no en sentimientos. Hay que
demostrar objetividad. Recordar que como líderes actuamos como maestros.
Debemos facilitar a nuestros colaboradores la información que necesitan para
que puedan hacer las cosas bien, aunque nos cueste hacerlo.
5.- Crear un entorno en el que los profesionales sientan que
sus acciones tienen un impacto. El rol del líder no es tanto liderar el cambio
sino crear las condiciones para que otros lo hagan. Ordenar y controlar cada
vez funciona peor en organizaciones complejas. No se puede imponer el cambio,
los profesionales tienen que encontrar la forma en que deben resolver sus
retos. La labor del líder es ayudar a su desarrollo y facilitarles el que
puedan hacerlo.
6.- Ser un modelo de los comportamientos que esperamos de
los demás.
7.- Confiar en nuestro instinto. En ocasiones podemos fallar por ser demasiado cuidadosos. Las organizaciones normalmente se equivocan no por tener la estrategia equivocada sino porque sus profesionales no hacen lo adecuado. Debemos evitar la frase: “Ellos deben,….” No existen ellos somos nosotros los que tenemos que actuar.
8.- Demostrar a los demás que nos preocupamos por ellos,
mostrar empatía.
9.- Mostrar los beneficios
del cambio según se van produciendo. Algunos profesionales necesitan ver los
beneficios de una parte de un gran cambio antes de aventurarse a continuar.
10.- Identificar los agentes de interés. Hacer un listado de
las personas que van a intervenir en el proceso de cambio y analizar cómo se
sienten con respecto al mismo y la estrategia que tenemos que seguir con cada
persona para lograr que jueguen el rol que tienen asignado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario