Alice Boyes en hbr.org
del pasado 11 de marzo plantea que puede ser agotador trabajar con un
perfeccionista, ya que aunque es bueno trabajar con compañeros a los que les
preocupe la calidad del trabajo, Los perfeccionistas van más allá y sus implacables
estándares pueden ocasionar estrés innecesario, conflicto y el incumplimiento
de las fechas límites de entrega de proyectos o de finalización de tareas debido
a su incapacidad de priorizar lo importante de lo accesorio.
La autora recomienda 5
sugerencias para poder colaborar de forma más productiva con ellos:
1.-
Identificar el tipo de perfeccionista. Según la experiencia
de Boyes existen dos tipos:
a).- Los que se caracterizan
por evitar comenzar las tareas. Las fechas límites desencadenan su ansiedad por
hacer las cosas perfectamente y por tanto prefieren no comenzar o retrasar todo
lo posible un nuevo proyecto.
b).- Los obsesivos que
tienen problemas para dar por finalizada una tarea.
Ambos tipos tienen
problemas para marcar prioridades y luchan para distribuir su tiempo en
relación con lo que es más importante y comparten el hábito de expandir el
ámbito de sus proyectos.
En el caso del primer tipo
si queremos ayudarles lo que tenemos que hacer es aclarar cuál es la tarea a
realizar y desmenuzarla en componentes más pequeños. En el segundo caso podemos
centrarnos en priorizar los elementos de la tarea e insistir para que los
respeten.
Como los perfeccionistas
tienen problemas para determinar cuáles son los límites lógicos para una tarea
agradecerán que alguien lo haga por ellos.
2.-
No permitir que mantenga expectativas irreales.
Los perfeccionistas tienden a equiparar tiempo con calidad, por lo que debemos
ser cuidadosos al explicarles que no queremos dedicar más tiempo a un proyecto.
El objetivo es explicarles cuál es el coste de oportunidad de dedicar un tiempo excesivo a detalles que no tienen
mucha importancia.
3.-
Apoyar a los procesos que sirven para que el equipo se centre en el objetivo
central. Un problema de los perfeccionistas es que llegan a
perder de vista cuál es el objetivo principal. Aunque es la responsabilidad del
líder del equipo el desarrollar los procesos y mantener a todos los miembros
del equipo centrados en las prioridades
clave existen algunas cosas que cualquiera independientemente de su nivel
jerárquico puede hacer para intentar ayudar. Por ejemplo, durante las reuniones
de equipo pueden preguntar:
a).- ¿Existe alguna
forma más sencilla para alcanzar esta meta?
b).- ¿Podemos disminuir
la cantidad de tiempo que estamos dedicando?
c)._ ¿Cuál es el coste
de oportunidad de dedicar un tiempo extra en esta tarea en lugar de en otra?
En los proyectos en los
que trabajemos con un perfeccionista también podemos intentar crear una lista
de chequeo básica para ayudar a que el equipo mantenga su organización, aliviar
ansiedades sobre lo que se tiene que hacer o se ha hecho ya y asegurarnos de
que no olvidamos nada importante.
4.-
Marcar límites. Las expectativas irreales de los
perfeccionistas pueden ocasionar que el resto de miembros del equipo sientan
que su tiempo no se está valorando adecuadamente. Puede ser el caso del
perfeccionista que se siente agobiado y manda un excesivo número de correos al
resto del equipo. La tentación está en ignorarlos o responder de forma brusca
pero es mejor intentar marcar límites y por ejemplo no responder si los manda
por la noche o en fin de semana o hacerlo una vez al día.
5.-
Promover sentimientos de seguridad a través de la influencia mutua.
Ésta se produce cuando un miembro del equipo permite que otro influya en su
forma de pensar y viceversa. Es un factor importante para generar seguridad en
una relación. Si los hábitos de un
perfeccionista nos irritan debemos tratar de llegar a un compromiso e
identificar elementos de sus rutinas que pueden ser útiles que incorporemos a
la nuestra. Si queremos que alguien acepte nuestra forma de actuar debemos mostrarles que nosotros también estamos
dispuestos a adaptarnos a la suya.
Cuando las personas
sienten seguridad en una relación es más fácil que reciban feedback. Existen muchas
maneras de demostrar a los compañeros de nuestro perfeccionista que le consideramos
muy bien y que confiamos en sus capacidades y talento. Los perfeccionistas necesitan
saber que nuestra opinión general sobre ellos es positiva y que lso pequeños
errores no van a influir.
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