Adrian Gostick y Chester Elton en “The best team wins. The new science of high performance” han analizado más de 850.000 encuestas sobre compromiso de los trabajadores para desarrollar sus 5 disciplinas para los líderes de equipos a través de una guía de actuación para los líderes.
Ahora más que nunca son
necesarios grandes líderes de equipos. Estamos en un momento en el que el
cambio es constante, caracterizado por ser un mundo VUCA: volátil, en el que
reina la incertidumbre, complejo y ambiguo y en el que para responder a los
desafíos que plantea es necesario trabajar en equipo.
Diversos estudios han
mostrado que los equipos más eficaces tienen una inteligencia colectiva que les
permite realizar más trabajo y detectar los problemas con mayor rapidez, pero
en la realidad la mayor parte de los equipos no son todo lo efectivos que
pueden ser y con frecuencia están inmersos en grandes tensiones o en
disensiones incapacitantes. Estas disfunciones contribuyen a minar el
entusiasmo, la energía y la creatividad de los miembros del equipo. Una
encuesta reciente, por ejemplo, realizada por salesforce.com mostraba como un
96% de los ejecutivos consideraban la mala comunicación y colaboración como las
razones principales de los fracasos en el trabajo y sólo el 14% de los líderes
(según otro estudio de Deloitte y Facebook) estaban completamente satisfechos
con la habilidad para colaborar y tomar decisiones de sus equipos. Por tanto,
uno de los retos fundamentales con los que se enfrentan los directivos actuales
es cómo pueden liderar a sus equipos para lograr un mejor desempeño teniendo en
cuenta las distracciones y desafíos con los que se encuentran.
Hace unos años Google
llevó a cabo un estudio para intentar descubrir cuáles eran los factores más
importantes para lograr un desempeño superior en los equipos de trabajo en su
empresa (Proyecto Aristóteles). Tras evaluar más de 250 atributos de 180
equipos llegaron a la conclusión de que los aspectos clave no eran el contar
con los profesionales de más talento, ni con la mejor tecnología o la mejor
mezcla de habilidades. Los 5 factores principales descubiertos por los
investigadores eran:
a).- La seguridad
psicológica. Los miembros del equipo se sienten cómodos siendo vulnerables en
el grupo y con confianza para asumir riesgos como el compartir una idea que
puede ser considerada extravagante en otro entorno.
b).- La confianza entre
sus miembros. Éstos sienten que se pueden fiar unos de otros.
c).- La claridad en
relación a la estructura del equipo y a sus planes y metas.
d).- El sentimiento de
que el trabajo tienen un sentido personal.
e).- La creencia de que su trabajo tiene un impacto
positivo en la sociedad.
Estos hallazgos se han
confirmado con otras investigaciones como una realizada por investigadores del
MIT y del Union College que analizó 192 equipos y encontró que aquellos con el
grado más elevado de inteligencia colectiva y competencia, medido por el
desempeño del equipo en numerosas tareas, mostraban una mayor sensibilidad
social, especialmente en relación con la empatía con los pensamientos y
sentimientos de los miembros del grupo.
Los profesionales
jóvenes, también, muestran mayores deseos de trabajar de forma colaborativa que
los pertenecientes a otras generaciones.
Los autores destacan que
fruto de su experiencia e investigaciones han identificado una serie de características
en su estilo de liderazgo que tienen en común los mejores líderes de los
equipos modernos:
Disciplina I: Conocer y entender
a las distintas generaciones y ayudar a que se lleven bien.
Disciplina II:
Desarrollar a los profesionales.
Disciplina III: Potenciar
la productividad ayudando a los profesionales de nueva incorporación y a los
equipos a trabajar más rápido y mejor.
Disciplina IV. Cuestionar
todo. Inspirar innovación a través de la discordia sana.
Disciplina V: No olvidar
a los clientes. Crear alineación alrededor del servicio a los mismos.
DISCIPLINA
I: CONOCER Y ENTENDER A LAS DISTINTAS GENERACIONES Y AYUDAR A QUE SE LLEVEN
BIEN.
En 2020 se espera que más
de la mitad de los trabajadores en el mundo sean millennials. Esta generación
presenta una serie de rasgos distintivos que deben ser conocidos por los
directivos. Entre ellos tenemos:
a).- Valoran muy
positivamente el formar parte de equipos y esperan que sus directivos actúen
como mentores y guías.
b).- Les motiva más que a
generaciones anteriores el recibir reconocimiento y feedback.
c).- El deseo de que su
trabajo tenga un impacto y que tiene un efecto positivo en el mundo.
d).- La necesidad de
aprendizaje para seguir desarrollando sus talentos e incrementando sus
conocimientos.
e).- La importancia que
conceden al equilibrio entre vida personal y profesional.
Los autores proponen una
serie de estrategias que no sólo motivan a los millennials fuertemente sino,
también, al resto de las generaciones. Estas son:
1.-
Adoptar rituales sencillos de reconocimiento
Éste es algo más que la
expresión de gratitud. Cada momento de reconocimiento con un colaborador o
equipo es una ocasión de comunicar una información vital, tanto para el que lo
recibe, como para los que le rodean, lo que resulta especialmente importante,
por ejemplo, para que los millennials sepan que están teniendo un impacto.
Ofrecer reconocimiento de
forma regular no tiene por qué exigir mucho tiempo de dedicación. Hasta las breves
expresiones de apreciación, si son frecuentes, pueden conducir a beneficios
extraordinarios en relación con la satisfacción y compromiso de los
profesionales. Gostick y Elton seguir las siguientes recomendaciones:
a).- Aplaudir los
intentos.
b).- Reconocer lo más
cerca posible del momento en el que se
ha producido la acción. Esto es especialmente importante en el caso de los
millennials ya que satisface sus deseos de gratificación instantánea.
c).- Hacerlo
frecuentemente.
d).- Ser específico. Una
alabanza genérica tiene muy poco significado para los profesionales, ya que se
puede interpretar como un desconocimiento de las contribuciones individuales o
que da igual la implicación o si se hace bien o mal el trabajo que el resultado
es el mismo. Este estilo de felicitación colectiva e indiscriminada puede
conducir al cinismo.
e).- Reforzar de forma
clara los valores clave. Reconocer públicamente los comportamientos asociados
con los valores o principios fundamentales en la organización.
f).- Celebrar formalmente
los resultados significativos. Cuando se alcanza una meta importante se debe
reconocer con un premio que sea significativo para el profesional. Puede ser
algo intangible como su designación para un rol de liderazgo en un proyecto
importante, o tiempo libre, por ejemplo o tangible como una recompensa formal. Depende
de la persona y de lo que ésta valore.
e).- Presentar los
reconocimientos formales siguiendo los siguientes pasos: contar una historia
sobre el logro reuniendo al equipo inmediato para que la escuchen y puedan
añadir comentarios, resaltar un valor central que se ha demostrado y
personalizar el momento.
2.-
Establecer la transparencia en relación con los retos colectivos del equipo
Ser más transparente con
el equipo en relación a los problemas que surjan, cómo el equipo puede enfrentarse
a ellos, quién debe hacer qué son de los factores que más influyen en que los
profesionales jóvenes sientan que son contribuidores valiosos y parte de un
esfuerzo colectivo.
Joe Badaracco profesor de
ética de los negocios en la Escuela de Negocios de Harvard recomienda a los
directivos que si se dan cuenta de que están actuando de forma furtiva con
frecuencia, pensando mucho lo que dicen antes de hablar o escondiendo cosas a
sus colaboradores, deberían reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
La transparencia es
especialmente importante para los millennials. Debido fundamentalmente a las
redes sociales nuestras vidas son más públicas y este hecho se está trasladando
al entorno laboral. El secretismo, previamente aceptado como normal en el mundo
de la empresa se considera algo anacrónico en la actualidad. Los millennials
han crecido con la creencia de que tienen el derecho inalienable de participar
y los buenos líderes les estimulan a ello lo que conduce a equipos más
colaboradores. La participación en la toma de decisiones tiende a reducir el
estrés, a incrementar la confianza y a crear una cultura en la que los
profesionales se sienten más propietarios de los retos y soluciones.
La transparencia sobre
quién realiza las tareas y sobre cómo está yendo todo es fundamental si
queremos que los miembros del equipo se ayuden entre sí. De esta forma se
favorece, también, la creación de mejores relaciones entre las distintas
generaciones. Entre las preguntas que un directivo se puede hacer para saber si
está fomentando la transparencia tenemos:
a).- ¿Comparto toda la
información sobre el equipo con sus miembros u oculto alguna que no debería?
b).- ¿Existen medios
claros en los que recoger las metas del equipo y el nivel de desempeño logrado
a disposición de todos los miembros del equipo?
c).- ¿Involucro a los
miembros del equipo en la toma de decisiones en los asuntos que afectan sus
vidas laborales?
d).- ¿Tienen voz mis
colaboradores a la hora de marcar metas que son importantes en sus trabajos?
e).- ¿Qué medios tienen
los miembros de mi equipo para
manifestar sus ideas y preocupaciones?
f).- ¿Cómo muestro a mis
profesionales que sus ideas y opiniones son apreciadas?
3.-
Fomentar activamente el aprendizaje relevante y el desarrollo profesional
Morgan Mc Call y Rober
Eichinger, investigadores en el Centro de Liderazgo Creativo, desarrollaron el
modelo 70/20/10 de aprendizaje que defiende la idea de que la experiencia en el
puesto de trabajo representa el 70% del aprendizaje ya que permite, por
ejemplo, descubrir y refinar las
habilidades relacionadas con el puesto de trabajo “in situ”, entender mejor a
los clientes, tomar decisiones y asumir retos, conocer cómo se desarrollan los
servicios y productos, interaccionar en tiempo real con los jefes y compañeros
en el lugar de trabajo, aprender de sus errores y recibir feedback inmediato
sobre su desempeño.
Otro 20% del aprendizaje
se alcanza a través de los profesionales que les rodean a través de actividades
que incluyen coaching, mentoring, el aprendizaje social, el colaborativo y
otros métodos de interacción con los compañeros.
El 10% restante corresponde
a la formación tradicional. Es fundamental para ofrecer una visión de los
conceptos importantes basada en fuentes reconocidas y presentada de forma
creativa que permite que el profesional pueda empezar a procesar los conceptos.
4.-
Articular claramente el propósito del trabajo del equipo
Nietzsche decía
que “aquel que tiene un motivo para vivir puede soportar casi todo el cómo”.
Los autores añaden a esta frase la reflexión de que también será capaz de afrontar
mejor los contratiempos con los que se va a encontrar.
Definir un propósito
claro y atractivo es una forma de crear lazos fuertes entre los miembros de un
equipo independientemente de su edad. Creer en una causa noble predispone a los
profesionales de más edad a dedicar tiempo a “mentorizar” a los más jóvenes y a
compartir sus conocimientos con ellos y para los millennials es importante para
sentir, que aunque todavía están en un nivel “de entrada” están haciendo una
contribución significativa a una misión trascendente.
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