Nicole Soames en “The negotiation book. Practical steps to becoming a master negotiator”, que estamos comentado, plantea que una vez conocemos como desarrollar nuestro patrón mental negociador, hemos identificado nuestro estilo negociador y el de la parte contraria y hemos aprendido cómo gestionar el arte de la ambición y confianza en nosotros mismos ha llegado el momento de analizar las diferentes situaciones en relación con la negociación en que nos podemos llegar a encontrar.
Las más frecuentes son:
I.-
GANAR-PERDER
En este enfoque las
únicas variables que suelen estar en juego son el tiempo y el precio, como
ocurre por ejemplo cuando estamos comprando una casa o negociando el salario.
Generalmente estas situaciones son de corta duración y con ellas se busca un
resultado rápido y no existe una relación entre las partes, que en muchas
ocasiones es y va a seguir siendo inexistente, lo que puede dificultar el conocer
cómo es el comportamiento y cuáles son las necesidades de la otra parte.
Este tipo de negociación
puede resultar adecuado en determinados escenarios que van a ser ocasionales
pero el verdadero peligro está en que se empleen cuando se espera mantener una
relación con la otra parte como ocurre en situaciones entre proveedores y sus
clientes cuando se les quiere imponer a los primeros condiciones muy
draconianas.
La mejor manera de
identificar estas situaciones consiste en ver cómo se utiliza el poder de
controlar la negociación ( en muchas ocasiones de forma equivocada). También, por
ser limitadas en su complejidad ya que
como hemos mencionado las variables a considerar suelen limitarse al precio y
el tiempo. Por sus características la preparación previa es restringida ya que
existen pocas variables con las que se pueda intervenir en la negociación, por
lo que se puede argumentar que en realidad no es una negociación sino que se
trata de dar o conseguir concesiones.
A veces las personas sin
querer terminan en una negociación ganar – perder a pesar de todos sus esfuerzos para trabajar
de forma colaborativa. Una de las razones es la falta de preparación de la
misma. Si no hemos buscado y encontrado suficientes variables para mantener la
negociación avanzando podemos encontrarnos arrinconados por error para intentar
salvar nuestra imagen. En estos casos podemos recurrir a la utilización
inadecuada del poder para alcanzar los resultados deseados y si dejamos a la
otra parte indefensa es frecuente que no
realicen su mejor trabajo y podremos
haber ganado la negociación pero podemos haber perdido el servicio, por lo que
hay que reflexionar antes de tomar ninguna decisión sobre el valor que los
logros alcanzados a través de la negociación van a tener a largo plazo.
Soames recomienda como
respuesta ante este tipo de negociación primero la necesidad de controlar
nuestras emociones y recordar que no tenemos que construir una relación para
obtener el resultado buscado. Posteriormente considerar si este es el tipo de
negociación adecuado para la situación, como en el caso de la necesidad de
establecer o reestablecer el equilibrio de poder, y decir, por ejemplo: “Todos
los demás han estado de acuerdo con la propuesta” o “Si no llegamos a un
acuerdo en este punto todo el proyecto peligrará”. Priorizando nuestras propias
necesidades sobre las de la otra parte y estando dispuestos a ganar por encima
de todo desplazaremos el equilibrio de poder a nuestro favor y nos ayudará a
que nos consideren como una fuerza a tener en cuenta en la mesa negociadora.
II.-
GANAR – GANAR
Este abordaje siempre es
apropiado, independientemente de la situación, aunque se suele utilizar
generalmente cuando existe una relación de negocio con la otra parte o se está
intentando construir una. Con este enfoque se busca llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes.
La forma más eficaz de
identificarla consiste en reconocer el papel que la necesidad de llegar a un
trato juega, por lo que se deben incorporar varias variables a la negociación.
La mayor parte de las conversaciones en una negociación comienzan con una
situación ganar – perder pero la negociación ganar – ganar permite avanzar y salir de la confrontación
por precio y tiempo y si se hace correctamente prevenir que hagamos concesiones
para lograr un cierre. No se trata de ceder poder sino de adoptar un enfoque
equilibrado en el que ambas partes se sientan como iguales en la conversación.
No hay que olvidar que
para utilizar este tipo de negociación debemos contar con la voluntad de
hacerlo y con las habilidades necesarias.
El secreto para adoptar
un enfoque ganar – ganar estriba en mantener siempre la finalidad en mente y en
identificar los pasos que hay que dar para llegar a ello. La preparación es
clave, debemos decidir con antelación lo que queremos exactamente y lo que
estamos dispuestos a ofrecer a cambio. Esto implica redactar una “lista de
compra” para nosotros mismos y para ellos, sin olvidar que algunas de las cosas
que ofrecemos a cambio pueden ser aspectos que queremos que la otra parte
incluya. Por ejemplo si estamos negociando con la otra parte en relación con
una nueva aplicación informática podemos ofrecernos a formar a sus empleados
como parte del acuerdo. Esta propuesta nos beneficia, también, porque de esta
forma podrán percibir el valor completo
de lo que estamos vendiendo. Esto es en lugar de ofrecer la formación
como algo gratuito es más útil que sea a
cambio de algo que queremos.
Debemos recordar que
tenemos que preparar un conjunto de variables distintas para nosotros y para la
otra parte. Por ejemplo una variable de
nuestra lista puede ser el coste de un determinado servicio y en lugar de
preparar los descuentos que estamos dispuestos a ofrecer exclusivamente
podemos, también, planificar una variable financiera diferente, tal como los
términos del pago. De esta forma se puede ampliar el acuerdo al introducir un
mayor valor en la mesa de negociación.
Tenemos que ser
ambiciosos a la hora de preparar nuestras propuestas y determinar cuáles pueden
ser las posiciones más altas, altas y más bajas de cada variable de la lista
tanto en nuestro caso como en el de la parte contraria.
Una vez hemos terminado
la preparación debemos solicitar la ayuda de un amigo, compañero o jefe para
asegurarnos de que no se nos ha olvidado incluir algo. La parte final de esta
etapa consiste en intentar anticipar las tácticas que la otra parte puede
emplear para estar preparados a responder de forma adecuada.
La autora propone en este
tipo de negociaciones, pues, seguir los siguientes pasos:
1.- Tener claro el
resultado deseado.
2.- Preparar nuestras
variables y las variables de la otra parte.
3.- Preparar muchas
variables para llevar a la mesa de negociación, cuantas más aportemos más
fructífera puede llegar a ser la negociación.
4.- Preparar nuestra
respuesta ante sus posibles tácticas.
5.- Mantener nuestros niveles
de ambición elevados durante la preparación, evitando negociar con nosotros
mismos.
6.- Mantener la confianza
en nosotros mismos ya que si estamos manteniendo una conversación de
negociación en esencia ambas partes han mostrado su interés por llegar a un
acuerdo.
Con la negociación ya en
curso Soames recomienda
a).- Gestionar el estado
de ánimo y mantener el apropiado para el tipo de acuerdo que esperamos alcanzar
mostrándonos positivos y consiguiendo que la negociación avance si queremos
tener éxito en la misma.
b).- Mostrar seguridad y
confianza a la hora de presentar la propuesta. Una forma de hacerlo es
desmenuzarla en partes y no presentar todo de golpe sino ir introduciendo
nuevas variables cuando vaya siendo necesario, no haciendo ninguna concesión a
cambio de nada.
c).- Mantener el control
sobre todas las variables. Es especialmente importante en los casos en los que
existen muchas. Una forma de hacerlo es realizar un resumen verbal de las
mismas lo que permite a ambas partes sintetizar lo que se ha discutido y sobre
lo que se ha llegado a un acuerdo, aquellos sobre lo que no se están llegando a
ningún acuerdo y qué aspectos quedan por discutir o nos gustaría discutir.
Durante todo el proceso de negociación es fundamental, también, tomar notas.
II.-
TODOS GANAMOS
Este tipo de situación es
la más avanzada porque no se puede conseguir si no se tiene una relación de
larga duración con la otra parte y no se poseen grandes habilidades
negociadoras. En su núcleo está la confianza, considerada como la suma de la
credibilidad, la fiabilidad y la empatía dividida por el autointerés. Por tanto
si queremos construir confianza con la otra parte necesitamos cumplir nuestras
promesas, tener la necesaria experiencia y ponernos en el lugar del otro al
tiempo que minimizamos nuestra agenda personal. Si estamos demasiado centrados
en nosotros mismos automáticamente el grado de confianza desciende. Necesitamos
querer que la otra parte gane aunque el acuerdo tiene que ser bueno, también,
para nosotros. Ejemplos de este tipo de negociaciones son por ejemplo las
llevadas a cabo por Coca- Cola con sus socios para el embotellado de la bebida
o la alianza global entre Dell e Intel en
la que cada parte se apoya en la otra para tener éxito.
Los tres ingredientes
necesarios para que se de este tipo de
negociación son:
1.- Una relación de larga
duración.
2.- Altos niveles de
confianza entre las partes.
c).- El deseo de todos
los implicados en ganar juntos.
Soames plantea seguir una
serie de pasos como preparación para este tipo de negociación:
a).- Adoptar un patrón
mental abierto y estar preparados a compartir información. Al inicio de una
negociación es muy importante ser honesto y tener la mente abierta para
conseguir clarificar cuáles son las posturas de comienzo.
b).- Preparar las
preguntas que van a iniciar la conversación y luego utilizar preguntas que
permitan mostrar esa actitud abierta a
otras ideas a lo largo de la negociación.
c).- Considerar las
oportunidades desde su perspectiva no sólo desde la nuestra.
d).- Preparar una
posición de inicio apropiada lo que implica ser claro con respecto a la
situación del momento actual.
d).- Planificar
variables a más largo plazo y luego
variables de coste y de valor de forma creativa en un contexto de largo plazo.
e).- Preparar cómo
compartir información apropiada sin llegar a ser un libro abierto.
La autora propone para
que este tipo de negociación tenga éxito que, en el curso de la misma, nos
centremos en:
1.- Comunicar
eficazmente. Tener la capacidad de comunicar con energía y pasión es esencial
para lograr el compromiso e influir en la otra parte. Es necesario incorporar las buenas
ideas de la otra parte y construir sobre ellas, manteniendo nuestro nivel de
ambición elevado pero no olvidando lo que podemos lograr juntos en un futuro.
Por tanto debemos mantener un estado de ánimo positivo que permita el plantear
nuevas oportunidades con la otra parte y que la negociación siga avanzando y no
se estanque.
2.- Construir confianza. Para
ello durante todo el proceso debemos actuar de acuerdo con unos principios y
valores. Debemos recordar que si contamos mentiras nos responderán con
mentiras. La colaboración requiere honestidad por parte de todos los
implicados.
3.- Ser creativos. La negatividad
es el enemigo de la creatividad y por tanto debemos abordar este tipo de
negociación con un patrón mental optimista y creativo que nos permita convertir
las variables de la otra parte en nuevas variables creativas que podemos
presentar en la mesa de negociación. No olvidando que debemos contemplar la
situación desde la perspectiva de la otra parte para encontrar nuevas variables
que beneficien a ambas partes.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente aporte, únicamente creo que omitiste dos tipos de negociaciones, a mi parecer que son muy importantes:
ResponderEliminarEstilo complaciente (Perder-ganar): aquel que siempre busca complacer al resto aun por encima de sus intereses prefiere resolver el conflicto cediendo de manera pacífica a la otra parte.
Estilo evasivo(perder-perder): aquel que no intenta resolver el conflicto, este estilo intenta ignorar de manera pacífica el conflicto, dado que teme que este se agrave más, evita tener una postura en el conflicto, de igual manera evita discutir con la otra parte.
Y como ultimo punto sería que diferencies un poco el de todos ganamos y el de ganar-ganar, dado que son muy parecidos y tiende a confundir, se contrastaría mejor mencionándolos como estilo negociador y estilo colaborativo.
Excelente información realmente complementa los conocimientos de los estilos que tenía, buen aporte.
El descrito anteriormente es una perspectiva de clasificación de la negociación de acuerdo al resultado o de dinámica de juego, se puede clasificar también desde el perfilamiento del escenario de los negociadores o de la negociación, más humano: de intercambio, de juego, por obligación y hostil. De intercambio, te doy esto a cambio de aquello, te doy el helado si te tomas la sopa; de juego, quién gana, un divorcio, quién deja al otro con menos; de obligación, la ley lo ordena, negociación colectiva entre la administración y los sindicatos; hostil, delincuencia, victimario - víctima - autoridad.
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