Liz Wiseman en “Impact Players. How to take the lead, play bigger and multiply your impact”, plantea
que lograr contar con un “equipo de ensueño” (dream team) no es solo algo en lo
que soñar, sino que es el resultado de seleccionar a los profesionales con el
patrón mental adecuado, desarrollarlos como individuos y como un equipo y de
construir una cultura sólida y saludable. En la entrada anterior hemos visto los
aspectos relativos a la selección y cómo el DESARROLLO se debe sustentar en tener un clima de seguridad
psicológica en el equipo y unos objetivos que supongan un reto para los profesionales,
por lo que esto debe ser una de las tareas fundamentales de los líderes,
coaches y mentores.
Es, también, esencial
para construir un equipo capaz de gestionar la ambigüedad y la adversidad. Para
fomentar los comportamientos adecuados en un equipo los líderes deben:
1.-
Definir lo que es importante en el momento actual (W.I. N.: What´s Important
Now)
Si queremos que las
personas en el equipo salgan de sus límites artificiales del puesto y realicen
el trabajo que es más necesario debemos ayudarles a que puedan ver lo que es
más importante en cada momento. Compartir los imperativos estratégicos o los
objetivos anuales es un buen comienzo, pero estas metas tienden a evolucionar
al cambiar el entorno, por lo que para ayudar al equipo a saber dónde tiene que
centrar sus esfuerzos es recomendable definir el W. I. N. y mantenerlo actualizado.
2.-
Redefinir el liderazgo
La innovación cada vez
es más un “deporte” de equipo que requiere diversas perspectivas e inteligencia
colectiva. Estos equipos tienden a ser efímeros, se forman, colaboran y se
disuelven con rapidez. Sus miembros deben ser capaces de incorporarse y
abandonarlos con facilidad. Para participar en este modelo rápido y fluido de
liderazgo los empleados menos asertivos y aquellos que no están interesados en
tener una carrera en el ámbito de la gestión seguramente necesitarán ayuda para
incorporarse a él. También, hay que mostrarles que ser un líder designado puede
ser un encargo temporal, existiendo solo durante la duración de un proyecto o
una sola reunión, por ejemplo, y no un trabajo permanente.
Mientras algunos
miembros del equipo pueden necesitar este apoyo para dar un paso hacia delante
y liderar, otros necesitarán coaching para conseguir que den un paso atrás y
apoyen a los demás, mostrando al equipo que pueden trabajar con la misma pasión
como seguidores que como líderes y que realizar un trabajo excelente como
seguidor es parte del crecimiento de un líder.
3.-
Pedir que los profesionales se responsabilicen de su trabajo
Si queremos que las
personas que trabajan con nosotros se desarrollen debemos insistir en que
finalicen un trabajo antes de abordar uno nuevo. De esta forma mandamos el
mensaje de que su trabajo importa y que estamos convencidos de que son lo
suficientemente fuertes como para mantenerse en el mismo aunque se compliquen
las cosas.
4.-
Criticar el trabajo no la persona
Las personas generalmente
necesitan dos tipos de información para alcanzar un desempeño óptimo.
a).- Una dirección
clara: ¿Cuál es el objetivo y por qué es importante? ( En otras palabras el
W.I.N.).
b).- Feedback de su
desempeño: ¿estoy cumpliendo el objetivo?, ¿Lo estoy haciendo bien?
La mayor parte de los
directivos consideran el feedback como un juicio, un dictamen sobre la
capacidad de una persona o una valoración del trabajo, por lo que no es una
tarea agradable y tienden a evitarla. Por el contrario si se piensa que es una
información crítica que las personas
necesitan para ajustar y recalibrar su enfoque resulta sencillo compartirlo y
recibirlo.
Si queremos que los
miembros del equipo pregunten y mejoren hay que ofrecerles feedback en forma de
información que les puede ser útil y no como si fuese un juicio hacia su
persona.
5.-
Exponer lo que apreciamos
Los directivos tienden
a manifestar cuáles son las cosas que
menos aprecian, pero deben también comunicar qué es lo que más valoran y hace
que su trabajo sea más fácil. Por ejemplo decir: “Cuando ayudas a compañeros
que tienen dificultades, me resulta más fácil resistir la tentación de
rescatarles asumiendo su trabajo”.
Cuando los equipos
están distribuidos en distintas localizaciones y los individuos trabajan en
remoto es fácil que pierdan el contexto, se desvíen de sus agendas o se bloquen
ante los obstáculos. Los líderes pueden
ayudar a sus equipos, en estos casos, a
tener un excelente desempeño trabajando juntos si les ofrecen estas condiciones
esenciales:
a).-
Contexto. Centrar las conversaciones y las reuniones del
equipo recordando a éste cómo su trabajo encaja en un objetivo mayor. Compartir
la razón del trabajo y dejar que las personas sepan por qué su contribución importa.
b).-
Claridad. Cuando resulta engorroso mantener conversaciones
rápidas para aclarar las expectativas
los obstáculos se pueden magnificar haciendo que los profesionales
acudan a sus superiores. Para ayudar a éstos a mantener su responsabilidad hay
que facilitar una información clara, estableciendo el estándar de desempeño (
lo que es un buen trabajo)y lo que se espera que parezca el trabajo una vez finalizado.
c).-
Colaboración. Los empleados trabajando en remoto
normalmente mantienen un exceso de reuniones online pero escasez de
oportunidades de colaborar profundamente con sus compañeros. Por esta razón se
debe prestar una atención especial a crear foros donde las cuestiones complejas
y complicadas se puedan abordar y puedan salir a la superficie las mejores
ideas de las personas.
d).-
Conexión. El trabajo en remoto puede ser muy solitario, por
lo que hay que procurar crear conexiones que construyan el capital relacional
que puede ser necesario más tarde para afrontar desafíos complicados juntos. Para ello el líder debe reservar tiempo en las reuniones con los
profesionales para comprobar cómo les va, asegurándose que se sienten personas
primero y luego empleados. Se pueden utilizar algunas de estas preguntas al
comienzo de la reunión: ¿De qué te sientes orgulloso?, ¿Qué encuentras
particularmente difícil ahora? o simplemente ¿Cómo te encuentras?.
Hay que tener en
cuenta, también, que es fácil no percibir lo que va bien cuando no vemos a las
personas con regularidad por lo que se deben redoblar la apreciación destacando los pequeños éxitos y ofreciendo
feedback positivo con mayor frecuencia en los caso de los trabajadores en
remoto.
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