Simon Dolan en el primer capítulo de
su libro “Coaching por valores” del que ya hemos hablado en entradas anteriores
presenta las que considera son las principales corrientes de pensamiento del
coaching. Entre ellas destaca el modelo o PROCESO
GROW.
Este modelo es una técnica de
resolución de problemas útil para estructurar las sesiones de mentoring y
coaching. No tiene un autor concreto, aunque Graham Alexander, Alan Fine y Sir John Whitmore,expertos
en coaching han ido aportando importantes contribuciones en su desarrollo,
desde su origen en la década de los 80 del pasado siglo.
Las siglas se
corresponden a:
G: objetivo o
meta (goal)
C: realidad
actual (current reality)
O: opciones u
obstáculos
W: determinación, camino hacia delante (will or way forward)
En el modelo tradicional se asume
que el coach no es un experto en el tema que plantea su coachee. Esto implica
que el coach debe actuar como un facilitador, ayudando al cliente a seleccionar
las mejores opciones, en lugar de aconsejar.
Como líderes de equipos en ocasiones
es útil este planteamiento, pero en cuestiones en que el líder es experto puede
ser aconsejable que ofrezca su visión para ayudar a la toma de decisiones.
Los pasos a seguir en una sesión de
GROW son los siguientes:
1.-
ESTABLECER LA META:
Definir el objetivo que queremos
conseguir y estructurarlo cómo una meta a lograr, de forma que sea específico,
medible, posible, realista y que tenga un plazo límite fijado para su
consecución. En esta fase es útil que nos hagamos las siguientes preguntas:
¿Cómo sabremos que el miembro del
equipo al que se le ha asignado el objetivo
lo ha cumplido?
¿Cómo sabremos que el problema o situación se ha resuelto?
2.- EXAMINAR
LA REALIDAD ACTUAL:
Es un paso importante porque con
frecuencia tratamos de resolver un problema o alcanzar una meta sin considerar
el punto de partida y pueden carecer de información necesaria que pueden
necesitar para conseguir el objetivo de forma eficaz.
Cuando se analiza la situación
actual es posible que empiecen a surgir posibles soluciones.
Entre las preguntas de coaching que
se pueden hacer en esta fase tenemos:
¿Qué está pasando ahora (qué, quién,
cuándo y con qué frecuencia). ¿Qué efectos o resultados se están produciendo?
¿Hemos tomado ya alguna medida para
alcanzar la meta?
¿Esta meta puede entrar en conflicto
con otros objetivos o metas?
3.- EXPLORAR POSIBLES OPCIONES:
El coachee, una vez conocida la
situación actual debe analizar las distintas opciones posibles que tiene a su
disposición para alcanzar su meta. El coach puede colaborar ayudándole a que
realice una sesión de brainstorming para
detectar el máximo número de opciones y posteriormente discutiendo éstas con él
para que pueda decidir cuáles son las más adecuadas.
En esta etapa el coach puede ofrecer
sugerencias, pero sólo después de que las haya hecho el coachee. Es importante
guiarle en la dirección correcta, teniendo cuidado para que el que toma las
decisiones no sea el coach.
Preguntas qué se pueden hacer para
facilitar la detección de opciones son:
¿Podemos hacer algo más?
¿Qué pasaría si se eliminase esa
limitación? ¿Cambiarían las cosas?
¿Cuáles son las ventajas y
desventajas de cada opción?
¿Qué factores o consideraciones
vamos a utilizar para evaluar las opciones?
¿Qué tenemos que dejar de hacer para
alcanzar nuestra meta?
¿Qué obstáculos nos podemos
encontrar en el camino?
4.- DISEÑAR EL CAMINO:
Tras las dos fases anteriores el
coachee estará en disposición de tener una idea aproximada de cómo alcanzar su
meta. Debe, ahora, definir las acciones que va a emprender para lograrlo.
Entre las preguntas que podemos
plantear para ayudarle en este paso tenemos:
¿Qué vas a hacer ahora? ¿Qué más vas
a hacer ahora?
¿Qué
obstáculos puedes encontrar en el camino? ¿Cómo los superarás?
¿Cómo puedes mantener la motivación
para lograrlo?
¿Con qué frecuencia vas a hacer el
seguimiento y evaluación del progreso? ¿Diariamente, semanalmente,
mensualmente?
Finalmente hay que fijar una fecha
para una nueva reunión para revisar el progreso, lo que le sirve al coachee
para cambiar su enfoque si el plan original no está funcionando como esperaba.
Como recomendaciones generales para
utilizar adecuadamente este modelo no hay que olvidar que :
a).- Las dos habilidades más
importantes que debe poseer un coach son la capacidad de hacer buenas preguntas
y de escuchar activamente.
b).- No plantear preguntas cerradas
que permitan que la contestación sea un monosílabo (si o no). Utilizar
preguntas abiertas que requieran una contestación más amplia.
c).- Emplear la escucha activa y
dejar que el coachee sea el que fundamentalmente hable. Recordar que el
silencio facilita un tiempo valioso para reflexionar, no tenemos que evitarlo
haciendo preguntas sin descanso.
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