Steve Keating en Lead Today del pasado 2 de noviembre plantea que en superficie parece que existen
muchas razones para quejarnos en la actualidad, por lo que es fácil que estemos
quejándonos continuamente.
Pero esto, además de improductivo,
no es sano e impide que disfrutemos de lo que nos rodea. Es fácil caer en la
trampa de las quejas y con frecuencia lo hacemos sin pensar. Por ejemplo cuando
alguien nos pregunta cómo estamos y lanzamos una retahíla de todo lo que está
mal en el mundo, con lo que la persona que se ha dirigido a nosotros se
arrepiente de haberlo hecho.
Si queremos dejar de
ser quejicas tenemos que reflexionar nuestra respuesta y, por ejemplo, ante la
pregunta anterior, considerar el impacto que nuestras palabras pueden tener en
su día, si queremos mejorarlo o no.
El autor propone que
sigamos las siguientes recomendaciones para transmitir positividad:
1.- Ser conscientes de
que tendemos a quejarnos. Para ello debemos prestar atención a nuestros
patrones de pensamientos y de comunicación, como, por ejemplo, si con
frecuencia manifestamos insatisfacción o negatividad en relación con diversos
aspectos de nuestra vida. Reconocer nuestra actitud es el primer paso para
mejorar.
2.- Identificar los
desencadenantes. Pueden ser la frustración, el estrés, el aburrimiento o una
persona o situación especial. Conocer los desencadenantes puede ayudarnos a
abordar las causas raíz.
3.- Practicar la
gratitud. Podemos cultivar un patrón mental de gratitud si reconocemos regularmente
los aspectos positivos de nuestra vida.
4.- Reformular nuestros
pensamientos. En lugar de centrarnos en lo que está mal hacer el esfuerzo de
reformular nuestros pensamientos para poner el foco en las soluciones y
aspectos positivos. Cuando algo nos preocupe podemos intentar encontrar una
perspectiva más positiva e identificar acciones que podemos realizar para
abordar lo que nos inquieta.
5.- Limitar nuestra
exposición a la negatividad, rodeándonos de personas positivas y que nos
apoyen. Si vemos que ciertos individuos o entornos estimulan nuestras quejas
debemos considerar reducir nuestra exposición a ellos o marcar límites para
proteger nuestra positividad.
6.- Practicar la
escucha activa y ser conscientes de lo que nos quejamos cuando conversamos con
otras personas. En lugar de hablar constantemente sobre nuestros problemas
escuchar activamente a los demás, mostrar empatía e implicarnos en
conversaciones significativas que no giren alrededor de quejas.
7.- Centrarnos en
resolver los problemas, en lugar de quejarnos, si éstos existen realmente. Identificar
el problema, buscar posibles soluciones potenciales y actuar para abordarle. Este
enfoque proactivo puede hace que sintamos que tenemos un mayor control sobre
nuestras vidas.
8.- Mantener un patrón
mental positivo, con la ayuda de lecturas, técnicas de mindfulness o buscando ayuda de un experto.
9.- Escoger nuestras
palabras cuidadosamente. Prestar atención a nuestro lenguaje y procurar evitar
utilizar palabras negativas o críticas en exceso. La forma en la que nos
expresamos puede influir en nuestro patrón mental y en la forma en la que los demás
nos perciben.
10.- Fijar metas claras
y mantener el foco en ellas. Junto con un propósito atractivo nos ayudarán a
mantenernos motivados y positivos. Cuando trabajamos activamente en algo significativo
es raro que dediquemos tiempo a las quejas.
11.- Practicar la
autocompasión y mostrarnos amables con nosotros mismos, entendiendo que todos
tenemos momentos de frustración o negatividad. No nos castiguemos por
quejarnos, en lugar de eso considera que es una oportunidad para el
crecimiento la mejora personal.
12.- Buscar apoyos. Si
encontramos que nos resulta muy difícil dejar de quejarnos, debemos considerar
el buscar la ayuda de amigos, familiares o un mentor para que nos apoyen en el
viaje para lograr ser una persona más positiva y orientada en las soluciones.
Cambiar nuestro hábitos
y patrón mental lleva tiempo y esfuerzo, por lo que debemos tener paciencia y
celebrar nuestro progreso en el camino.
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