Britta Bibel-Cavarallo
en SmartBrief on Leadership del pasado 25 de septiembre plantea que los
camvios de puesto de trabajo ofrecen oportunidades de crecimiento pero deben
ser realizados con mentalidad estratégica y serenidad.
En medio de las
transiciones de carrera los ejecutivos con frecuencia se encuentran ante momentos
cruciales, al buscar un cambio que promete no solo un ascenso profesional sino
una vida personal más enriquecedora. Pero, navegar esta transformación puede
estar llena de complicaciones si no se gestiona cuidadosamente, que pueden
arruinar hasta los planes mejor intencionados. La autora sugiere para mejorar
la experiencia evitar los siguientes errores comunes para asegurar una
transición de carrera suave y adecuada:
1.-
No enfrentarnos y entender nuestras barreras personales
El primer paso en una
transición de carrera bien pensada incluye una introspección profunda para
identificar, entender y superar las barreras personales. Muchos ejecutivos no
tienen en cuenta esta fase crucial de detección de puntos ciegos, erróneamente pensando
que los factores externos son los que únicamente dictan su trayectoria
profesional.
Ignorar obstáculos
internos, tales como el miedo al cambio, la falta de autoconocimiento, de
historias sin reflexionar u objetivos personales y profesionales poco claros
pueden dificultar el progreso. Es esencial involucrarnos en una autoexploración
concienzuda para descubrir qué es lo que de verdad nos está reteniendo y cómo podemos
navegar a través de estos desafíos para ir hacia delante de forma eficaz.
2.-
No tener un propósito y una priorización definidas
Un sentido claro de un
propósito es el factor que guía a los ejecutivos durante su tumultuoso camino
por la transición profesional. Sin él es fácil perder el foco y desviarse.
Muchos directivos cometen el error de no dedicar tiempo a identificar sus
motivaciones principales y en analizar cómo éstas se alinean con sus
aspiraciones de desarrollo de carrera.
Además no establecer
prioridades y límites puede conducir a burnout e insatisfacción, por lo que tienen
que delinear lo que es más importante en sus vidas y carreras y establecer
barreras para proteger dichas prioridades, asegurando un enfoque equilibrado
para alcanzar esas metas.
3.-
Descuidar el poder de la presencia y la consciencia
En el mundo acelerado
actual contar con la habilidad de mantenerse presente y consciente es un valor
importante, especialmente en los momentos de transición. Pero muchos directivos
caen en la trampa de actuar con el piloto automático activado, reaccionando
ante las situaciones en lugar de respondiendo intencionadamente,
La falta de presencia
puede conducir a oportunidades perdidas y a una disminución de la influencia.
Cultivar mindfulness y aprender a reconocer y a gestionar tendencias reactivas
puede ampliar la eficacia personal y en la toma de decisiones, promoviendo el
avance profesional.
4.-
Subestimar la importancia del bienestar físico
La salud física y los niveles
de energía son fundamentales para mantener la productividad y la motivación durante
el proceso de transición de carreras y
posteriormente, pero muchos directivos descuidan su bienestar, erróneamente
priorizando el trabajo sobre todo lo demás, lo que puede conducir a un
empeoramiento de su desempeño y a un incremento del estrés. Integrar actividad
física regular, nutrición y descansos adecuados en su rutina es crucial para
mantener la energía y para poder centrarse de forma apropiada para lograr
alcanzar los objetivos profesionales.
5.- No considerar estrategias
de comunicación e influencia
La comunicación eficaz
y la habilidad de influir en los demás son habilidades críticas para los
ejecutivos, especialmente durante las transiciones. Explorar y adoptar
estrategias que se alineen con nuestro yo verdadero amplia de forma
significativa nuestra capacidad de articular visiones, negociar de forma eficaz
y liderar con seguridad y confianza.
6.-
Mostrar indecisión ante los compromisos y perder de vista la meta
Finalmente, una
transición de carrera exitosa requiere un compromiso decidido y un foco
mantenido en el objetivo final. Pero es frecuente que los directivos experimenten
momentos de duda o tentación por ganancias a corto plazo que los desvíen de sus
objetivos a largo plazo. Confirmar
regularmente las motivaciones y el compromiso personales y el progreso es vital
para mantenerse sin desviaciones. Cuando los desafíos surgen el contar con
estrategias para realinear los objetivos propios asegura las posibilidades de
alcanzar una transformación y un desarrollo de carrera gratificantes.
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