Dana Maor, HansWerner Kaas, Kurt Strovnik y Ramesh Srinivasan, asociados senior en McKinsey & Company, en"The journey of
leadership. How CEO,s learn to lead from the inside out”, presentan
el enfoque “paso a paso” que siguen en la compañía para ayudar a transformar a
los líderes, tanto desde una óptica profesional como personal, para tener éxito
como CEO,s.
Como hemos comentado en una entrada anterior , este proceso de liderazgo centrado en las personas de “dentro a fuera”, se
caracteriza por tener dos partes principales, la primera se centra en los aspectos emocionales,
psicológicos y humanos de liderarnos a nosotros mismos (podemos llamarla:
“Comienza contigo”) .
En esta primera parte el líder va a
aprender a escuchar a su ser interior y a superar sus barreras y prejuicios,
así como a tener claro qué es lo que desea alcanzar. Esto va a requerir que
examine su situación sin prejuicios, centrándose en 6 características: Humildad, seguridad y confianza, altruismo, vulnerabilidad,
resiliencia y versatilidad.
I.- HUMILDAD (NO SOMOS
LOS MÁS LISTOS)
Nadie quiere sentirse solo, pero cuando
llegamos a los puestos de mayor responsabilidad es lo que ocurre. En ocasiones
nadie nos habla porque actuamos como si fuésemos los más listos y nadie se
atreve a decir algo que pueda ser considerado incorrecto o trasladar malas
noticias al jefe.
Cuando algunos CEO,s se sienten inseguros o
indecisos tienden a convencerse a sí mismos de que son más importantes que los
demás, para sentirse seguros en sus roles. Esto les lleva a pensar que son
mejores y más listos que sus compañeros. Los líderes que caen en esta trampa no
suelen ser personas engreídas, pero pueden creer que su rol requiere que tomen
decisiones en solitario, lo cual en realidad no suele ser así.
Los líderes actúan de este modo para
vencer sus inseguridades, pero en otras ocasiones es su propio equipo el que
espera que tenga todas las respuestas. Esto puede causar una falta de
empoderamiento y hasta un clima de miedo en la organización. Los equipos
aplazarán cualquier decisión esperando que la tome el CEO.
Los mejores líderes son conscientes de que
no tienen todas las respuestas y escuchan a quienes les rodean. Escuchar puede
resultar difícil para aquellos líderes senior que han sido reconocidos durante
toda su carrera por su firmeza a la hora de tomar decisiones, su habilidad de
mantener el control y su seguridad en sí mismos. La mayoría de los profesionales que llegan al nivel de CEO son, evidentemente, muy inteligentes,
pero su verdadero valor viene de su vista de pájaro única, de su habilidad para
conectar todos los puntos y de juntar múltiples perspectivas. Y, para hacer esto
bien deben aplicar su experiencia y sabiduría de una forma diferente. En lugar
de creer que tienen todas las respuestas, piensan cuidadosamente sobre lo que
han escuchado, reflexionan y comprenden las causas raíz y sus implicaciones.
Crean círculos de consejeros que puedan guiarles, ofrecerles opiniones opuestas
y animarles a que adopten nuevas perspectivas. Convierten en un hábito el ir
más allá de su zona de confort para estar dispuestos a aprender sin temor y a
cuestionar creencias y presunciones profundamente arraigadas.
Lo importante es preguntarnos a quién
debemos escuchar. La respuesta va a depender del tipo de problema que queramos resolver.
Normalmente si queremos mejorar, por ejemplo, una operación o proceso deberemos
escuchar a lo que nuestros responsables más inmediatos o a los mandos
intermedios dos o tres niveles más abajo tengan que decir, en el caso de
decisiones estratégicas o relativas al personal es mejor recurrir al comité de
dirección y si el cambio es muy grande hay que incluir a los clientes - consumidores.
Un trabajo fundamental del CEO es, pues, escuchar y tratar de extraer ideas de otros ,
tratando de no responder negativamente a lo que nos están diciendo.
Otra ventaja de escuchar en profundidad a
los que el líder tiene cerca es que no solo hace que se sientan bien los demás, sino que
le ayuda a que entienda cómo su equipo llega a una decisión y así puede evaluar
sus procesos de pensamiento todos los días, cómo están pensando y si están
creciendo en su trabajo.
La humildad y la actitud abierta son
también importantes cuando el líder está esforzándose por tomar una decisión
muy importante que pueda cambiar las reglas del juego. Para asegurarse de que
está en el buen camino los mejores CEO,s buscan mantener conversaciones
sinceras con sus diferentes grupos de interés. Muestran la humildad de escuchar
cuidadosamente sus consejos y están dispuestos a actuar de acuerdo a ellos. Estos
líderes consideran que depender de los demás no es una debilidad sino una
herramienta crucial para llegar a la solución correcta.
Por tanto, ser humilde implica reconocer
que no tenemos todas las respuestas y que si escuchamos en profundidad podremos
ser capaces de identificar y definir las preguntas más cruciales para resolver
o para encontrar inspiración para una respuesta. La escucha verdadera tiene una
cualidad ying y yang, ya que por un lado
nuestra mente debe estar receptiva para recibir las ideas de los demás y por
otro debemos sintonizar nuestra atención a la especificidad de lo que se está
diciendo:
a).- Actitud abierta. Aquellos que logran
abrirse a los demás viven en el momento presente y crean un espacio suficiente
para que los otros puedan ser escuchados. Esto comienza con la auto- conciencia
y la auto-regulación, enlenteciendo nuestra charla interior y conectando con
nuestra percepciones internas ( nuestras sensaciones corporales, emociones y
pensamientos), lo que nos va a permitir ser conmovidos por las ideas,
perspectivas, sentimientos, motivaciones e intenciones de los demás. De esta
forma responderemos de forma más abierta en lugar de hacerlo a través del
filtro de nuestros pensamientos y emociones.
b).- Sintonizar. Cuando alguien acude a
nosotros con una idea o mensaje no solo
tenemos que estar abiertos a sus pensamientos, sino que debemos centrarnos
precisamente en lo que dice. Si no lo hacemos alguien puede venir a nosotros
con una idea o mensaje y podemos perdernos sus temores, preocupaciones o
intenciones. Por tanto debemos atender y sintonizar con precisión lo que los
otros están intentando decir.
Los autores recomiendan que nos hagamos
las siguientes preguntas para ayudarnos a escuchar mejor:
1.- ¿Soy el tipo de persona que piensa que ya sabe
las respuestas antes de empezar una conversación?
2.- ¿Interrumpo a mis compañeros antes de
que hayan tenido tiempo de exponer sus ideas o pensamientos?
3.- ¿Me muestro sereno y presente o distraído
cuando los demás me están hablando?
4.- ¿Qué es lo peor que puede pasar si
dejo de actuar como si fuese el más listo y me abro a las opiniones y pensamientos
de los demás?
5.- ¿Qué es lo que tengo que perder aunque
lo que escuche contradiga la forma en que veo el mundo?
6.- Cómo puedo reconciliar distintas ideas
para producir mejores opciones e iniciativas para que podemos concluir que el
equipo es el más inteligente de la sala?
II.- SEGURIDAD Y
CONFIANZA EN UNO MISMO (¿REALMENTE PERTENEZCO AQUÍ?)
Cuando los líderes tienen dificultades en
ocasiones es debido a su falta de confianza para actuar. Piensan que no tienen
el poder para proponer nuevas ideas o marcar nuevas direcciones arriesgadas
para la organización o creen que no están teniendo el mejor desempeño. Y sin mostrar la
voluntad y fortaleza necesarias con frecuencia fracasan. El liderazgo implica
que los líderes deben vencer sus incertidumbres, para lo cual tienen que
reflexionar sin prejuicios y seriamente sobre cómo son para encontrar cuáles
son sus debilidades para poder corregirlas y superarlas.
Si experimentamos un sentimiento inherente
de pertenencia significa que poseemos un sentido sano de quiénes somos. Nos
sentimos seguros a la hora de abordar riesgos personales, admitir errores,
pedir ayuda, tomar decisiones complicadas aunque sean impopulares e invitar a la
colaboración.
Para fortalecer nuestro sentimiento de
pertenencia los autores sugieren que nos hagamos las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué razones emocionales y racionales
son esenciales para mí para quedarme en esta organización?
2.- ¿Me habrían escogido si no creyesen
que puedo hacer el trabajo?
3.- ¿Estoy aprendiendo las habilidades
correctas para mantenerme al día ante las demandas continuamente en evolución
de mi trabajo?
4.- ¿Me siento seguro para asumir riesgos
personales, admitir errores, invitar a la colaboración, tomar decisiones difíciles?,
¿si no lo estoy, qué es lo que hace que me sienta así?
5.- ¿Si creo que pertenezco, cómo podría
enfocar esta situación o decisión de manera diferente?
Los mejores líderes desarrollan un sentido
de verdadera pertenencia cuando están convencidos de que son la persona
adecuada para el trabajo, aunque experimenten algunas inseguridades. Encuentran
el coraje para superar la falta de confianza en sí mismos descubriendo qué es
lo que les está retrayendo y se enfrentan a ello. Están, también abiertos al
feedback sincero de aquellos que les rodean para poder aprender a contribuir de
forma significativa. No se trata de la necesidad de sentirse superiores o queridos
por los demás, sino de tener un sentimiento compartido de pertenencia, anclado
en el coraje compartido de tomar decisiones aunque sean impopulares o puedan presentar
algún riesgo a nivel personal.
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