domingo, 28 de diciembre de 2014

EL LIDERAZGO A TRAVÉS DE LA HISTORIA



Gonzalo Martinez de Miguel, director de INFOVA y autor entre otros libros de “Liderazgo Esencial” y Nacho Soriano, historiador y conferenciante, en su último libro ”Huellas deGigantes. El liderazgo a través de la historia”, de reciente publicación,  muestran como con el paso del tiempo el liderazgo efectivo ha ido evolucionando analizando las características comunes de los líderes y las particulares  de algunos de los personajes históricos que han destacado más por sus dotes de liderazgo, como Aníbal Barca, Julio César, San Francisco de Asís, John Kennedy o Nelson Mandela.

Los autores plantean como conclusiones generales que:

a).- Los líderes que han ejercido su liderazgo utilizando la fuerza de las armas y la coacción han terminado encontrándose con un contrapoder que termina generalmente alejándoles del poder, mientras que el ejercido a través de la autoridad personal y en la no violencia es el que provoca cambios irreversibles en el mundo.

b).- El liderazgo se tiene que adaptar a las situaciones. No existe un modelo que tenga validez universal.

c).- Existe un liderazgo de cambio y conquista, que suele ser el más evidente  y otro de conservación y mantenimiento.

d).- El liderazgo cotidiano es imprescindible y supone un reto.

Entre las  características comunes de los líderes destacan:

1.- Tienen capacidad para marcar una dirección clara en un mundo perdido.

2.- Cuestionan el “bien pensar del momento”. La mayoría de los líderes han actuado de  manera cuestionable según la moral aceptada por el poder establecido de su tiempo. Suelen ser criticados por los poderosos y apoyados por la base social.

En algunos casos, como en el de Julio César o John Kennedy, fueron sus compatriotas los que acabaron con ellos para restablecer el “status quo” que se proponían cambiar.

3.- Combinan el egoísmo personal con la generosidad universal. Suelen ser egoístas en sus relaciones con su entorno más íntimo y están dispuestos a sacrificar su vida personal, por su idea de alcanzar un proyecto más trascendente.

4.- Tienen una visión espiritual del mundo. Se sienten llamados para una misión y consideran que han sido “elegidos por la historia” para desempeñar un papel fundamental en su sociedad.

5.- Están dispuestos a expandir las fronteras de su comunidad. Los grandes líderes han conseguido una aportación reconocible para la sociedad de su tiempo, rompiendo sus límites y sumando en su esfuerzo a las personas necesarias para generar cambios.

6.- Tienen carisma, autoridad y poder en distintas proporciones. Autoridad y poder determinan la capacidad de un líder de influir en su entorno. El buen uso del poder aporta autoridad a quien lo ejerce, mientras que el mal uso termina deteriorando la autoridad.

Los valores de las sociedades cambian con el tiempo y conductas que se respetaban en un momento de la historia las podemos considerar como éticamente reprobables en la actualidad. El líder “total” que defienden los autores mantendría un comportamiento ético en el marco de una ética concreta. Éstos plantean que la historia muestra que existen diferentes tipos de líderes según su forma de ejercer su  liderazgo. Teniendo en cuenta el comportamiento observable y la prioridad que da soporte a sus decisiones (el cumplimiento de los objetivos o las personas o ambas) los clasifican:

A).- EL LÍDER QUÉ.

Es un líder esencialmente finalista. Se centra en alcanzar sus objetivos. Es capaz de tomar decisiones que pueden parecer duras y difíciles. Hace lo que sea necesario para conseguir sus objetivos, no dudando en mentir o manipular. Su compromiso es con su meta no con las personas, por lo que puede ser duro o cruel. Puede ser muy agresivo en sus formas y nunca se disculpa porque no acepta que pueda equivocarse o cometer errores.

La ética es para él una muestra de debilidad que no se puede permitir. Considera a sus adversarios como enemigos y sólo acepta ganar o negociar la rendición del otro.

Este tipo de líder, si lo considera necesario, puede pedir sacrificios de todo tipo a sus colaboradores y seguidores para alcanzar sus objetivos. No tiene muchos amigos ya que considera a la amistad como algo utilitario. Las personas le importan en función de lo que pueda obtener de ellas para su beneficio.

Ejemplos de este modelo de liderazgo pueden ser Napoleón, Hitler, Stalin, Julio César o Benjamin Disraeli.

En el mundo de la empresa los directivos es frecuente el líder que piensa que hay que ser extremadamente duro y despiadado para triunfar en los negocios y que desprecia a los que son conciliadores por ser excesivamente escrupulosos y blandos.

B).- EL LÍDER CÓMO.

Es un líder fundamentalmente ético. Tiende a ser conciliador y a veces se muestra excesivamente blando y afiliativo. Se preocupa por los valores éticos. Es persuasivo, pero no manipulador ni mentiroso. Analiza todos los pasos que tiene que dar para llegar a su meta para que no entren en conflicto con sus valores o los de los demás.

Entiende hasta el punto de vista del adversario y está dispuesto a sacrificarse por los demás, antes de pedir a éstos que lo hagan por él.

Su actitud puede llegar a ser excesivamente paternalista y puede llegar a crear entornos demasiado protegidos y toleran comportamientos inadecuados de sus colaboradores con tal de evitar un posible conflicto.

Al ser amante del consenso no suele triunfar si se enfrenta a un líder con menos escrúpulos, por lo que con frecuencia se encuentra en el bando de los perdedores y por tanto no se les reconoce como grandes líderes.

Ejemplos de este liderazgo, según los autores son: Alkahen II, último gran califa de Córdoba, Neville Chamberlain que puso por delante de otras consideraciones la paz en sus tratados con Irlanda y con la Alemania de Hitler o William Gladstone que deseaba que el gobierno de Inglaterra fuese menos imperialista y se centrase más en las necesidades de sus habitantes.

Un líder cómo que consigue sus objetivos pasa a ser considerado un líder total, pero si no lo hace puede no ser reconocido como líder y ser sustituido.

C).- EL LÍDER TOTAL.

Este tipo de líder consigue los objetivos defendiendo un bien mayor. Se preocupa tanto de las personas como de alcanzar sus metas. Tiene los atributos del “líder cómo”, pero al tener una autoestima más elevada no se siente la misma preocupación por la posibilidad de equivocarse. Cree más en la capacidad y el potencial de sus colaboradores, por  lo que es menos paternalista y concede más autonomía. Involucran a sus equipos en el propósito común.

Son más flexibles en sus respuestas y piensan en términos de rivales más que de enemigos.

Adoptan una postura firme  en lugar de agresiva al defender lo que consideran correcto. Respetan los puntos de vista distintos, pero no son condescendientes con ellos. Tratan de convencer y persuadir.

La característica más sobresaliente de estos líderes es su solidez y madurez personal. Involucran a sus equipos en el propósito común. Defienden valores como respeto, compromiso, integridad y responsabilidad.

Es un líder que atesora grandes cantidades de energía. Es consciente de la importancia de su entorno y cuida sus relaciones personales. Su concepto del éxito incluye todas las facetas de su vida por lo que busca el equilibrio entre ellas.

Es curioso, cree en el aprendizaje continuo, contrasta sus opiniones y no teme equivocarse, reconociendo sus errores.

Un ejemplo de este tipo de líder es Nelson Mandela.



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