Timothy Ferriss en su libro "La semana laboral de 4 horas" plantea que no hace
falta trabajar más, sino trabajar mejor. Propone un proceso para lograr
reinventarnos, en el que señala los diferentes aspectos que tenemos que considerar con respecto a nuestro estilo de vida. Los pasos que
sugiere son:
I.- DEFINICIÓN:
En este
apartado incluye sus fundamentos para el diseño de una vida nueva y presenta
las siguientes ideas:
1.-
Diferenciar entre el ir en contra de lo establecido y ser tonto. Lo diferente
es mejor cuando es más efectivo o más divertido. Si todo el mundo resuelve un
problema de una manera con resultados deficientes, es hora de preguntarse lo
que ocurriría si se hiciese lo contrario. No hay que seguir un modelo que no
funcione.
2.-El
interés y la energía son cíclicos. Alternar períodos de actividad y de descanso
es necesario para sobrevivir, no digamos para crecer.
3.- Hacer
menos no es vagancia. Hacer menos trabajo fútil para concentrarse en cosas de
mayor importancia para uno NO es pereza. Esto nos resulta difícil de aceptar
porque nuestra cultura recompensa el
sacrificio personal en lugar de la productividad personal. Tenemos que
concentrarnos en ser productivos no en estar ocupados.
4.- Nunca
es buen momento. Para la mayoría de las cosas importantes, el momento siempre
es pésimo. si algo es importante para nosotros y queremos "hacerlo algún día"
hay que hacerlo y corregir el rumbo mientras caminamos.
5.- Mejor
pedir perdón que pedir permiso. Si no vas a destrozar a quienes te rodean,
inténtalo y luego justifícate. si el daño potencial es moderado o reversible,
no debemos dar a los demás la
oportunidad de decirte que no. La mayoría de la gente se apresurará a detenernos
antes de empezar, pero dudarán en intervenir si ya nos estamos moviendo.
6.- No
debemos esforzarnos en corregir nuestras debilidades, tenemos que potenciar nuestras
fortalezas. la mayoría somos buenos en unas cuantas cosas y desastrosamente
malos en otras muchas. Se trata de elegir entre multiplicar resultados
ayudándonos en nuestras fortalezas o incrementar el grado de mejora
fortaleciendo nuestras debilidades para, como mucho, alcanzar un nivel
mediocre.
7.- Las
cosas llevadas al exceso se convierten en lo contrario. En exceso, muchos
empeños y posesiones se convierten en sus opuestos ( los pacifistas se
convierten en militantes, la ayuda se transforma en molestia,...). Por
consiguiente , al hablar de diseño de vida no interesa crear un exceso de
tiempo ocioso, sino de utilizar el tiempo libre de forma positiva.
8.- El
dinero por sí mismo no es la solución. "Si tuviera más dinero" es la
manera más fácil de posponer realizar una autocrítica profunda que nos lleve a
tomar las decisiones necesarias para crear una vida de la que disfrutar ahora y
no después.
9.- El
"distrés"( conjunto de estímulos dañinos que nos debilitan) es malo, el "eustrés" (estrés sano
que constituye un estímulo para crecer) es bueno. Quienes evitan las críticas
fracasan. hay que evitar la crítica destructiva, no toda forma de crítica. No
se puede avanzar sin "eustrés" y cuanto más podamos crear o aplicar a
nuestra vida, antes haremos nuestros sueños realidad. El secreto está en
distinguir uno del otro.
10.-
Definir nuestros miedos equivale a vencer nuestros miedos.
11.- Desenmascarar el miedo disfrazado de optimismo. El miedo tiene muchas
facetas. La mayoría de los inteligentes del mundo lo disfrazan de la negación
optimista, pero las cosas y situaciones no se arreglan solas. Si nos estamos
engañando a nosotros mismos, es hora de parar y planificar como cambiar.
12.- Hacer
lo insensato es más fácil que hacer lo sensato. Si creemos que podemos hacerlo
es más fácil conseguirlo. Las metas
insensatas y poco razonables a veces son más fáciles de conseguir porque
suponen un estímulo que proporcionan el aguante necesario para superar las
inevitables dificultades y tribulaciones que acompañan a la consecución de
cualquier meta. Las metas realistas, las encuadradas en el grado de ambición
medio, no motivan y ante la primera dificultad, es fácil abandonar. Si la
recompensa potencial es mediocre o media, es más difícil esforzarse.
13.-
Plantear qué es lo que realmente nos hace ilusión. Ilusión es el sinónimo
llevado a la práctica de felicidad y es lo que debemos aspirar a conseguir. El
aburrimiento es el enemigo.
14.-
Corregir el rumbo. Para ello el autor sugiere utilizar el “onirograma”
que consiste en poner plazos de consecución a lo que podemos considerar
nuestros sueños. Se parece mucho a fijar metas, pero difiere en varios aspectos
fundamentales:
a).- Las
metas pasan de ser deseos ambiguos a pasos bien definidos.
b).- Para
ser eficaces las metas no pueden ser realistas.
c).-
Pretende encontrar actividades que llenan el vacio que se produce al reducir
las horas de trabajo.
Ferriss
señala que trazar nuestro propio “onirograma” es un proceso divertido, pero
también difícil y que cuanto más nos cuesta hacerlo, es signo de que realmente
lo necesitamos. Como ayuda propone utilizar formularios que se pueden encontrar
en su blog: www. four-hourblog.com.
15.- Las
acciones más importantes nunca son cómodas. Si queremos vivir de forma
distinta, necesitamos tomar decisiones y proponer soluciones en lugar de
pedirlas para obtener las respuestas que deseamos.
II.- ELIMINACIÓN:
En este
paso pretende el autor que reflexionemos para lograr cargarnos lo que él llama
“la obsoleta noción de la administración del tiempo”. De este apartado propone
extraer el primero de los ingredientes del diseño de una vida de lujo: el
tiempo.
Estar ocupado
suele ser un pretexto para evitar unas pocas acciones incómodas que son las que
de verdad importan. Si queremos convencernos de que estamos agobiadísimos las
opciones son infinitas.
En el
proceso e liberación de las tareas inútiles es necesario en primer lugar
definir algunos conceptos:
1.- Ser
eficaz frente a ser eficiente. Ferris describe la eficacia como hacer cosas que
nos acerquen a nuestras metas, mientras que ser eficiente sería llevar a cabo
una tarea determinada (independientemente de que sea importante o no) de la
manera más económica posible. Ser eficiente sin pensar en la eficacia es el
modo en que el universo funciona por defecto. No debemos olvidar las siguientes
obviedades:
a).- Hacer
algo intrascendente bien no lo convierte en importante.
b).-
Exigir mucho tiempo no convierte a una tarea en importante.
No podemos
olvidar que lo que hacemos es más importante que cómo lo hacemos. La eficiencia
es importante pero es inútil si no la aplicamos a lo correcto.
2.-Aplicar
la Ley de Pareto para pensar:
a).- Qué
20% de causas son responsables del 80% de mis problemas y de mi infelicidad?
b).- ¿Qué
20% de causas producen el 80% de mi felicidad y deseos cumplidos?
El
propósito es encontrar dónde están nuestras ineficiencias para eliminarlas y detectar
nuestras fortalezas para multiplicarlas.
3.-
Considerar la Ley de Parkinson. Ésta dice que una tarea crecerá en importancia
y complejidad (percibidas) en relación con el tiempo asignado para llevarla a
cabo. Es la magia del fin inminente del plazo. Si tenemos poco tiempo para
realizar una tarea nos concentraremos en lo esencial. Esta circunstancia plantea un fenómeno muy curioso en relación
con estrategias de aumento de la productividad:
a).-
Limitar las tareas a las importantes para trabajar menos tiempo (80/20)
b).-
Acortar el tiempo de trabajo para limitar las tareas a las importantes (Ley de
Parkinson).
La mejor
solución es usarlas juntas, detectando cuáles son las pocas tareas
fundamentales y establecer plazos cortos para realizarlas.
4.- Tener
siempre en cuenta que el secreto para tener más tiempo es hacer menos cosas y
que para llegar a esta situación ayuda:
a).-
Escribir una lista de cosas que hacer.
b).-
Escribir una listas de cosas que no hay que hacer.
5.-
Cultivar la ignorancia selectiva. Es fundamental aprender a hacer caso omiso o
a redirigir toda la información e interrupciones que sean irrelevantes,
intrascendentes o que no sirvan para hacer algo. El primer paso consiste en
elaborar y seguir una dieta hipoinformativa, ya que los trabajadores del
conocimiento consumen datos en exceso y procedentes de fuentes en ocasiones
erróneas. Otras estrategias son :
a).-
Adquirir el hábito de preguntarnos si la información la vamos a utilizar para
algo importante y con carácter inmediato.
b).- Practicar
el arte de no terminar. Aprender a aceptar que empezar algo no significa
automáticamente terminarlo aunque no aporte ningún valor.
6.-
Interrumpir las interrupciones. Para el autor una interrupción es cualquier
cosa que impide completar una tarea crucial de principio a fin. Plantea tres
clases de “delincuentes” que suelen cometer el delito:
a).-
Malgastadores de tiempo: cosas de las que se puede hacer caso omiso con pocas
consecuencias o sin ellas. Las más normales son: reuniones, conversaciones, llamadas
telefónicas y correos electrónicos intrascendentes.
Para
evitarlos Ferriss propone dificultar el acceso de los demás y canalizar toda
comunicación hacia la acción inmediata. Destaca los siguientes pasos a dar:
·
Reducir el consumo y la
producción de correo electrónico.
·
Filtrar las llamadas
entrantes y reducir las salientes.
·
Dominar el arte de la
negativa y aprender a evitar las reuniones.
b).-
Consumidores de tiempo: tareas o peticiones repetitivas que tienen que
realizarse o atenderse pero que suelen interrumpir el trabajo de importancia
superior. Entre ellas tenemos leer y contestar correos, hacer y devolver
llamadas, telefónicas, informes, recados personales, todo tipo de acciones y
quehaceres necesarios que se repiten en el tiempo.
El autor
sugiere que para vencerlos hay que hacer tandas y no vacilar. Reservar un
tiempo delimitado para realizarlas tareas recurrentes con un frecuencia determinada
evita perder el tiempo por las interrupciones frecuentes.
c).- Falta
de delegación de responsabilidades: casos en los que alguien necesita de una
aprobación para permitir que se haga una nimiedad.
Una forma
de no caer en ella consiste en ocuparnos procurar que los que nos rodean
aprendan a ser eficaces y eficientes.
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