domingo, 26 de mayo de 2013

2º ANIVERSARIO. REIVINDICACIÓN DEL LIDERAZGO DE SERVICIO





Hablemos de liderazgo cumple dos años y para celebrar este segundo aniversario vamos a seguir analizando un estilo de liderazgo, el de servicio, que parece que cada vez es más necesario, en todos los niveles de las organizaciones, ya sean políticas, públicas o privadas, si queremos salir de la crisis que estamos viviendo.

En la entrada anterior hemos visto distintos aspectos teóricos de este modelo de liderazgo, pero si como escribe Jim Haskett, en HBR Blog Network del pasado 1 de mayo, todos pensamos desde Lao-Tsé a Max de Pree, director del centro de liderazgo que lleva su nombre, que  es maravilloso, por qué, se pregunta Haskett,  es un estilo que poco implantado a nivel de las altas direcciones de las organizaciones. 


El autor  recuerda que ya Lao-Tsé, en sus escritos en el siglo V a. c.,  planteaba que el gobernante más excelso es aquel del que apenas se conoce su existencia y que cuando termina su tarea y se han alcanzado los objetivos del colectivo que lidera, los integrantes del mismo dicen: “Lo hemos conseguido por nosotros mismos”.

En ocasiones, se ha relacionado, de forma correcta o errónea, al liderazgo de servicio con el concepto de una estructura  organizacional piramidal invertida en la que la alta dirección tiene que dar cuentas de su gestión a los niveles más bajos de dirección o a organizaciones en las que predominan valores teológicos.

En la actualidad un grupo de psicólogos organizacionales, liderados por Adam Grant, están intentando medir el impacto del liderazgo de servicio en los líderes. Grant describe los resultados de su investigación en su último libro, “Give and take”, que sugieren que los líderes que adoptan este modelo no sólo están mejor considerados por sus profesionales y se sienten satisfechos consigo mismos al finalizar la jornada, sino que son, también, más productivos. El autor mantiene la tesis de que esto ocurre por diversas razones:

1.-  Estos líderes son beneficiarios de una red de contactos importantes que les facilita información y perspectivas que les hacen más eficientes y productivos en lo que hacen aunque dediquen gran parte de su tiempo a compartir lo que aprenden y a ayudar a sus colaboradores a desarrollarse profesionalmente y a contemplar nuevas formas de hacer las cosas.

2.-  Este tipo de líderes no pierden mucho tiempo pensando a quién dar y en qué orden. Ayudan a todos los profesionales de su organización. Puede ser agotador pero también muy enriquecedor. Grant plantea que es un comportamiento muy recomendable, pero que debe tener límites si se detecta la existencia del profesional que sólo recibe continuamente y no está dispuesto a aportar nada a los demás.


No podemos olvidar, tampoco, que este año ha venido, también, marcado por la necesidad de ser creativos para buscar nuevas formas de hacer las cosas y de utilizar racionalmente los recursos que tenemos a nuestra disposición, recordando que querer es poder y la importancia de una actitud positiva. La siguiente imagen es un ejemplo claro y nos puede servir de reflexión.



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