miércoles, 7 de diciembre de 2016

COMETER ERRORES EN EL TRABAJO ¿PUEDE SER BUENO?


Brigette McInnis –Day, vicepresidenta ejecutiva de recursos Humanos de SAP, en el boletín del World Economic Forum del pasado 22 de noviembre plantea que al igual que los errores son parte habitual de nuestra vida cotidiana también lo son de nuestra vida laboral. Seguramente cometeremos cientos de errores a lo largo de nuestra carrera profesional pero lo que nos va a distinguir de los demás es la forma en que los manejemos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no debemos fustigarnos por ellos. Las equivocaciones son inevitables y son una parte muy importante de nuestra carrera y de nuestro crecimiento personal. La autora destaca el hecho de que ha podido observar como personas con un gran talento han cometido graves errores y a pesar de ello han continuado siendo los profesionales de más alto rendimiento con los que contaba su organización. La causa se encuentra en que para innovar y afrontar grandes retos, cualidades valoradas en los profesionales, se deben asumir riesgos. Inevitablemente los que se arriesgan tienen más posibilidades de caer que aquellos que siempre van a lo seguro. Además al enfrentarse a riesgos por el bien de la compañía, innovar o probar algo nuevo, obtendrán un mayor apoyo después de sus fracasos. Contar con esta red de apoyo y con un equipo que esté detrás de nosotros es un factor crítico, especialmente cuando nos equivocamos.

Cuando se produce un error el primer paso que debemos dar es reconocer su existencia y alertar a todos los grupos de interés inmediatamente. Lo rápido que actuemos en esta llamada de atención puede tener gran repercusión en el impacto que éste puede tener. Tenemos que describir lo que ha ocurrido y el por qué y si es posible ofrecer sugerencias sobre los pasos a seguir de forma honesta y clara.

Ésta no es solo  una etapa crucial para poder resolver el problema sino que también va  a servir para establecer nuestra credibilidad. Si somos abiertos y honestos sobre los errores que cometemos estamos ayudando a construir una cultura de confianza e integridad en nuestro entorno laboral. Si no somos honestos o acusamos a otros por nuestros errores pareceremos que somos deshonestos y maliciosos.

Si intentamos cubrir un error puede dañar mucho nuestra carrera y evita que solicitemos la colaboración de los demás para poder solucionarlo pues debemos intentar hacerlo por nuestra cuenta y en muchas ocasiones eso no es posible y cuando se descubra se considerará que no somos buenos miembros de un equipo ya que no hemos demostrado que confiamos en los demás y hemos podido estar perdiendo un tiempo crítico para solucionar el problema.

Tenemos que recordar que es bueno pedir ayuda, pero primero tenemos que asegurarnos de que hemos barajado todas las posibles soluciones y escenarios primero. Una cualidad importante de un líder es que sabe cuándo debe involucrar a los demás y sabe seleccionar al equipo adecuado para hacer un trabajo. Remediar un error puede suponer una oportunidad de demostrar que tienen esta habilidad, aunque pueda resultar complicado. Cuando muchas personas de un equipo se reúnen y reflexionan juntas sobre los posibles pasos a seguir pueden ser capaces de encontrar la mejor solución no la más rápida ni la más fácil.
La autora recomienda, también, que encontrar soluciones a errores aunque no hayan sido los que hayamos cometidos es una muestra de que somos responsables y capaces de responder ante los problemas con rapidez, cualidades apreciadas por los directivos.

Si eres un directivo y te responsabilizas del error cometido por un miembro de tu equipo fomentarás la confianza de todos sus miembros ya que verán que estás dispuesto a defenderles.

Independientemente de lo anteriormente comentado el mejor consejo es APRENDER DE LOS ERRORES , pero no hacerlo mientras suceden. Aprendemos mejor cuando podemos tener una visión retrospectiva y analizamos la situación una vez que está completamente resuelta. En este momento dedicar tiempo a determinar si se podía haber evitado de alguna forma con la mayor cantidad posible de profesionales para que la organización se acostumbre a estar en un proceso constante de evaluación y mejora.


1 comentario:

  1. Ocultar un error es lo último que debe hacer un directivo. He visto a más de uno salir por la puerta por ello.

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