miércoles, 3 de abril de 2019

EL MÉTODO DEL "MARTILLO DE TERCIOPELO" PARA DAR FEEDBACK



Stephanie Vozza en el boletín de Fast Company del pasado 22 de marzo plantea que ha llegado el momento de abandonar el “método del sándwich” para dar malas noticias. Ésta es la técnica en la que comenzamos por decir algo agradable, luego pasamos a una crítica y terminamos otra vez con algo agradable y que realmente no evita que el receptor sea consciente de que ha recibido una crítica, pero si alivia la incomodidad del que emite los juicios.

Joy Baldridge en “The joy in business: innovative ideas to find positivity (and profit) in your daily worl life” defiende que éste método clásico de feedback puede tener efectos nocivos para el profesional o el equipo y para evitarlo sugiere otro método al que llama del martillo de terciopelo porque es suave como el terciopelo pero acompaña a un golpe.

La metodología a seguir es la siguiente:

1.- Preparar bien la conversación y seleccionar cuidadosamente las palabras que vamos a decir y practicar, por ejemplo delante de un espejo para que lo que queremos transmitir resulte natural y no un guión bien aprendido y enlatado.

2.- Comenzar con: “ ¿Tienes un momento? Que bien. Necesito tu ayuda” debe utilizarse un tono de voz amistoso y al  pedir ayuda es una forma de llamar la atención sincera y tenemos que tener en cuenta que realmente si necesitamos su ayuda pues su comportamiento se está convirtiendo en un problema.

El tono que empleamos es el de colaboración y no reprimenda y marcamos nuestra expectativa al decir que lo que está ocurriendo no puede continuar y al plantear qué es lo que sugiere el receptor del feedback que se puede hacer se está destacando que ambos están unidos en la lucha para solucionar el problema en lugar de uno contra el otro.

3.- Posteriormente decir: “He notado un ….(describir la conducta problemática y hacer una pausa). Me preguntaba que estaba ocasionando este comportamiento (pausa), porque no puede continuar. ¿Qué sugieres que hagamos?

La palabra “porque” es una de las más persuasivas ya que todos queremos saber lo que viene después.  Asimismo el pedir a la otra persona que proponga lo que hay que hacer es importante porque las personas nos persuadimos más por nuestras propias palabras. Este enfoque está diseñado para no resultar amenazante, compasivo y abierto.

Este método es realmente un contrato verbal que estamos generando con la otra persona para la mejora tanto del que lo da como líder como del que lo recibe. No hay que olvidar que el ofrecer feedback negativo es necesario en muchas ocasiones y no debe evitarse su abordare ya que cuando algo tiene que decirse la mayor parte de las personas en una organización lo saben excepto el profesional que necesita el feedback.

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