miércoles, 19 de abril de 2023

LA MAGIA DE ASUMIR INTENCIONES POSITIVAS

 


Julie Winkle Giulioni, en SmartBrief on Leadership del pasado 13 de abril, plantea que los altamente entornos polarizados actuales junto a niveles desconocidos de estrés y burnout han ocasionado que muchas personas tiendan a hacer presunciones sobre las motivaciones de los que les rodean. En algunos casos parece que el momento social nos conduce a presunciones  y respuestas negativas  y, estos procesos internos afectan a la persona que realiza esa presunción y a los que la rodean.

Si, por el contrario, realizamos un profundo reseateado mental y asumimos intenciones positivas en lugar de negativas obtendríamos efectos positivos sobre el estrés, salud mental y bienestar, así como sobre nuestra comunicación, confianza y relaciones y, en el entorno laboral, sobre los resultados (en áreas como calidad, innovación o  colaboración).

Asumir una intención positiva no significa ver el mundo con unos cristales rosas, ni ser débiles o no actuar cuando sea necesario, sino consiste en un cambio de patrón mental asentado en el entendimiento de que no podemos leer la mente y el corazón de los demás y por tanto debemos aprender de su motivación. Implica a la disciplina de contener nuestros juicios hasta que exista algo concreto que juzgar.

Diariamente nos enfrentamos a multitud de situaciones en las que podemos atribuir intenciones negativas con la espiral negativa que conlleva el hacerlo. Los líderes ejercen un efecto amplificador con su comportamiento y los que desean cultivar una cultura de asumir intenciones positivas dentro de sus equipos pueden comenzar por seguir estas tres estrategias:

1.- Ser un ejemplo

Los empleados siguen los ejemplos de los líderes, por lo que éstos deben dominar el arte de asumir intenciones positivas. Al enfrentarse a situaciones de este tipo deben dedicar unos momentos a respirar conscientemente, comprobar las historias que se están contando a sí mismos, considerar un contexto más amplio, pensar las consecuencias de las presunciones negativas, invocar a su curiosidad y hacer preguntas evitando saltar a conclusiones destructivas y seguramente inexactas.

2.- Ejercer de coaches

Ayudar activamente a sus profesionales a mirar a las situaciones desafiantes con un alenté diferente y a reformular  las potencialmente muy emocionales con preguntas del tipo:

a).- ¿Qué experiencias positivas has tenido con esa persona?

b).- ¿Qué retos pueden estar experimentando?

c).- ¿Qué razones positivas pueden existir para su comportamiento?

d).- ¿Cómo puede ser esta situación beneficiosa para mí?

e).- ¿Cómo puedo descubrir las motivaciones reales y no imaginarias para esta acción?

3.- Difundir ejemplos positivos

Encontrar formas de introducir en la cultura ejemplos de intenciones positivas. Compartir historias de malinterpretaciones personales, ofrecer ejemplos de equivocaciones en este sentido e invitar a los demás a que hagan lo mismo. Nutriendo la narrativa del grupo con positividad puede ayudar a reconducir los patrones de pensamiento habituales que el mundo moderno parece haber introducido.

Hasta que la intención sea visible debemos asumir que es positiva. Es más beneficioso para nosotros y para los demás el interrumpir la debilitante espiral hacia debajo de las presunciones negativas y dejar espacio para pensamientos más positivos, sin preocuparnos ya que tendremos tiempo posteriormente de responder de forma diferente si descubrimos que, por ejemplo, un mensaje de alguien era un insulto y no un aviso.

1 comentario:

  1. La magia de asumir intenciones positivas en las actividades tiene que ver con que esta actitud motiva entre los miembros del equipo una actitud más confiada y abierta a la colaboración, la corresponsabilidad y la creatividad, fundamentales en las áreas más resilientes de la organización, alimentando una espiral positiva de colaboración, calidad e innovación.

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