Laura Hills en “The problem employee. How
to manage the employees no one wants to manage”,que estamos comentando, tras ofrecer claves sobre cómo
actuar cuando nos encontramos ante un empleado problemático insiste en la
importancia de efectuar una selección adecuada para evitar contratar este tipo
de profesionales que luego van a generar grandes conflictos en las
organizaciones.
Nadie pretende nunca
contratar a un empleado problemático, pero algunos consiguen evitar los filtros
y ser contratados. Dianna Booher sugiere que entre los rasgos de personalidad que
presentan estos tipos de profesionales tenemos el narcisismo, la arrogancia, el
exceso de sensibilidad, la auto-protección, un comportamiento de bully,
utilización de lenguaje abusivo, conducta pasivo – agresiva, de acoso sexual y
violenta. Recomienda seguir CUATRO
ESTRATEGIAS DE RECLUTAMIENTO que ayudan a identificar a los candidatos a un
trabajo con un alto potencial que pueden llegar a convertirse en empleados problemáticos:
1.-
PRESTAR GRAN ATENCIÓN A LA FORMA DE ENTRAR A LA ENTREVISTA
La primera impresión
suele ser la correcta. Debemos observar si llegaron a tiempo, si vestían
correctamente, cómo trataron a los empleados con los que interactuaron y si
parecían estar más nerviosos de lo debido o mostraban un exceso de confianza en
sí mismos.
2.-
HACER PREGUNTAS DURANTE LA ENTREVISTA QUE SEAN REVELADORAS
Booher sugiere que el
desempeño pasado es el mejor predictor del desempeño futuro, por tanto debemos
plantear preguntas sobre lo que han hecho, no sobre lo que pretenden hacer en
una situación futura. Por ejemplo podemos hacer las siguientes preguntas:
a).- ¿Cuáles son las
tres cosas más agradables que sus antiguos jefes han dicho de Vd.?
b).- ¿Qué tipo de
feedback negativo ha recibido de sus anteriores jefes y compañeros?
c).- ¿Si me pongo en contacto
con su antiguo jefe, qué fortaleza me dirá que es la más destacable de las que
posee en relación con su trabajo con otras personas y cuál sería el área que
necesita más mejora a la hora de trabajar con los demás?
d).- ¿Qué es lo que me
dirían sus colaboradores, compañeros o subordinados que es lo que más les
gustaba de trabajar con Vd, si les llamo y les pregunto? ¿Qué me dirían que
tiene que mejorar?
e).- Cuénteme cuatro
situaciones en las que haya estado bajo un gran nivel de estrés. ¿Cómo las gestionó?,
¿Sus compañeros fueron conscientes de ellas? ¿Cómo le pudieron ayudar a sortear
las dificultades?
f).- Hábleme de dos
fallos que haya cometido y lo que hizo para superarlos y solucionarlos.
g).- ¿Qué tipo de personas
considera que son las más difíciles de trabajar con ellas? ¿Qué técnicas y
estrategias utiliza para trabajar con ellas?
h).- ¿Quiénes han sido sus
mentores y modelos a través de los años?
3.-
PRESTAR ATENCIÓN A SU LENGUAJE Y ACTITUD
Tenemos que observar si
sus comentarios tienen una pizca de sarcasmo o cinismo, si de forma ligera
lanza pullas poco sutiles a expensas de otros o si parece una persona capaz de reírse de sí mismo y de sus manías si la ocasión lo requiere.
También es importante ver si da crédito a los demás durante la entrevista.
4.-
PONER AL CANDIDATO EN SITUACIONES SOCIALES INFORMALES
Los candidatos a un
puesto de trabajo suelen relajarse y mostrarse como son en situaciones sociales
informales, por lo que puede ser oportuno que una vez que haya finalizado la
entrevista organizar una comida en un lugar fuera del trabajo a la que asistan
los principales candidatos y un miembro de la empresa que no forme parte del
equipo de selección. Hay que pedir al empleado que anote y nos informe sobre
cualquier comentario crítico, cínico o sarcástico que puedan hacer los candidatos,
así como cualquier otro comportamiento que pueda sugerir conductas
problemáticas en un futuro. También debe observar cómo interactúan con los
camareros y con otros empleados del restaurante.
5.-
VERIFICAR MÚLTIPLES REFERENCIAS
Desde el principio hay
que dejar claro que vamos a escuchar lo que nos dicen antiguos empleadores.
Booher mantiene que una vez hemos comunicado al candidato que vamos a comprobar
la información contenida en el curriculum que nos ha entregado, puede ser que
éste nos pida hacer rectificaciones o amplificaciones en relación con la
formación académica, responsabilidades asumidas hasta la fecha y otros logros.
Tras la entrevista
también se puede pedir que nos de referencias de compañeros a los que podamos
hacer las siguientes preguntas, que le formularemos primero a él:
a).- ¿Los demás le
describirán como un jugador de equipo o dirán que prefiere trabajar en
solitario?
b).- ¿Los compañeros
utilizarían la palabra amable para describirle?
c).- ¿ Gusta a los
compañeros y es querido por ellos, independientemente de que les guste cómo
trabaja?
d).- ¿Cómo describirían
sus compañeros su estilo de comunicación: optimista, factual (basado en los
hechos), neutral, negativo, resentido, directo, brusco, compasivo, etc?
De esta forma sabremos
cómo piensa el candidato que los demás van a responder a estas preguntas.
Posteriormente hay que
hablar con diversas personas que han estado en contacto en el trabajo con el
candidato para conseguir tener una imagen lo más aproximada posible del
candidato. Como dice Booher: “Mejor dedicar mucho tiempo para investigar y así
NO contratar, que contratar a alguien con un desempeño productivo pero tóxico”.
6.-
ESTABLECER UN PERIODO DE PRUEBA
Finalmente una vez
hemos seleccionado al que consideramos que es el mejor candidato someter al
nuevo empleado a un periodo de prueba ante de que sea permanente. En esta etapa debemos observar con atención sus interacciones con sus compañeros y seguir cualquier
incidente que pueda resultar discordante o preocupante y que puedan ser señales
de un comportamiento problemático que haga que sea más recomendable que el
profesional no continúe en la organización tras el periodo de prueba.
Si a pesar de todo nos
encontramos que hemos contratado un empleado tóxico Reuben Yonatan recomienda
seguir las siguientes estrategias para abordar el problema en el caso de los 5 comportamientos
más frecuentes:
TIPO
1: EL DESASTRE
1.-
Peores características:
Incompetencia, conducta
errática y poco fiable, indefensión aprendida, desorganización, ausencia de
credibilidad, pasividad y resistencia al cambio
2.-
Estrategias de gestión:
a).- Ofrecer formación
extra
b).- Introducir planes
de desempeño.
c).- Promover el interés
y comprobaciones frecuentes.
d).- Facilitar apoyo.
e).- Observar si existe
algún trastorno de déficit de atención u otro similar y facilitar ayuda.
TIPO
2: EL VAGO
1.-
Peores características:
Evitar el trabajo, baja
motivación, no tener en cuenta los plazos y fechas límite, absentismo, pérdida
de tiempo on line.
2.-
Estrategias de gestión:
a).- Destapar
resentimientos escondidos.
b).- Facilitar unas
expectativas claras..
c).- Demandar
responsabilidad por su trabajo.
d).- Realizar visitas y
revisiones no programadas.
e).- Reconocer y
premiar el esfuerzo.
TIPO
3: EL MARTIR
1.-
Peores características:
Insistencia en hacer
todo sin ayuda, comentarios continuos
sobre todos los sacrificios que hacen, ausencia de conocimiento de sus límites,
actitud quejosa y poco constructiva, que
lleva a minar la confianza de los compañeros en sí mismos y facilita el burnout
y asistencia al trabajo al estar enfermos, contagiando a sus compañeros.
2.-
Estrategias de gestión:
a).- Forzar la
delegación.
b).- Promover un
entorno de trabajo colaborativo en lugar de competitivo.
c).- Facilitar o forzar
si es necesario periodos de ausencia retribuidos.
d).- Introducir y
enseñar técnicas de gestión del estrés.
e).- Incentivar el trabajo
en equipo sobre el individual.
TIPO
4: EL SOCIALIZADOR
1.-
Peores características:
Los rumores y cotilleos
son lo primero, con bromas constantes. Enfoque inmaduro y poco profesional del
trabajo, considerando éste como una fiesta. Conducta ruidosa y que distrae a
los demás.
2.-
Estrategias de gestión:
a).- Facilitar
dirección regularmente.
b).- Definir las horas
sociales y las actividades al personal.
c).- Ser muy claros en
relación a cuál es el comportamiento apropiado.
d).- Enseñar
habilidades de comunicación más adecuadas.
e).- Ayudar a canalizar
su energía interpersonal.
TIPO
5: EL SOCIÓPATA
1.-
Peores características:
Envenenar la atmósfera
de trabajo, crear entornos hostiles, comportamiento de bully, despreciar el
protocolo, problemas con la autoridad e interpersonales, manipulación y
conducta saboteadora.
2.-
Estrategias de gestión:
a).- Facilitar un
entorno seguro y de apoyo.
b).- Considerar
seriamente las quejas de sus compañeros.
c).- Promover medidas
antibullying estrictas.
d).- Confiar en el
instinto.
e).- Documentar los
comportamientos negativos.
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