miércoles, 31 de julio de 2024

NAVEGANDO EL FUTURO CON UN TOQUE HUMANO

 


Graham Ward en INSEADKnowledge del pasado 23 de julio plantea que la incorporación de la Inteligencia artificial (IA) va a impactar de forma significativa en el liderazgo de las organizaciones al transformar la toma de decisiones, la gestión de los equipos y los procesos de innovación. Los líderes se deberán adaptar para equilibrar las nuevas tecnologías de forma eficaz y para abordar los nuevos aspectos éticos y culturales que van a surgir.

La IA tiene el potencial de liberar creatividad, promover la conexión humana, imaginar nuevas formas de aprender, automatizar tareas existentes y fomentar nuevas tareas adaptativas que requieren empatía y estas posibilidades suscitan tantas oportunidades como desafíos.

Lo que está claro es que los líderes seguirán siendo indispensables para ayudar a sus equipos y organizaciones a navegar por este nuevo mundo y para hacerlo con éxito es vital que adopten un patrón   mental dual, mientras ayudan a mantener y crear momentos de interacciones profundas y reflexivas.

Ronald Heifetz en su “Marco de Liderazgo Adaptativo” distingue entre retos técnicos ( destrezas técnicas necesarias para utilizar la IA) y adaptativos ( estrategias para equilibrar las herramientas de IA  para conseguir ventajas competitivas) y mantienen que los líderes deben destacar en ambos dominios al tiempo para navegar por el entorno de la IA de forma eficaz.

La IA no piensa, razona o racionaliza como un humano y no puede utilizarse para reemplazar estas actividades y, es precisamente allí donde el factor humano es indispensable. Los líderes deben calibrar los outputs de la IA para minimizar las disrupciones y asegurar el menor daño. Tienen que ser capaces de entender y explicar cuando deben aceptar una recomendación de la IA y cuando un humano debe invalidar una decisión de la IA.

La integración de la IA en el entorno laboral produce ansiedad. Los empleados pueden resistirse a incorporar la IA en sus vidas laborales por el temor de que pueda debilitar sus roles y la necesidad de los mismos. A corto plazo la IA originará despidos al automatizar tareas rutinarias, lo que incrementará las preocupaciones sobre el aumento del paro. Por ejemplo, podemos imaginar las ventajas de no tener que contestar nunca más a un correo, como el tiempo liberado, pero estas interacciones son las que con frecuencia hacen que las personas se sientan productivas y valiosas. Los líderes deben ayudar a ayudarles a encontrar nuevos propósitos y roles en un mundo movido por la IA evitar problemas. Para ello, por ejemplo, deben asegurarse de que la IA complementa a la inteligencia humana en lugar de eclipsarla, manteniendo un equilibrio que fomente un compromiso con significado y la creatividad. Al fomentar un diálogo abierto y colaboración pueden crear una cultura donde la IA sea contemplada como un aliado, en lugar de como una amenaza.

Otro factor que incrementa la ansiedad de los profesionales tiene relación con la competencia. Mientras la IA destaca al contestar preguntas y hasta es capaz de formular otras nuevas, puede, también, agregar mayores volúmenes de información sobre un tema que cualquier humano. Por tanto ser considerado un experto no tiene tanto peso ahora cuando una máquina puede tener el mismo nivel de conocimientos sobre un tema.

Los profesionales pueden necesitar cambiar su patrón mental de “soy la persona que resuelve problemas” a “soy la persona que busca nuevas fronteras y descubre soluciones”. El elemento humano sigue siendo crucial para afinar la dirección del camino, asegurando que está alineada con los matices estratégicos, emocionales y contextuales de cada situación.

La verdadera empatía y la conexión humana son irremplazables. Los líderes deben priorizar la interacción humana utilizando la IA como un complemento, en lugar de un reemplazo de esa interacción. La generación Z , que ha crecido con la IA, se está enfrentando a retos significativos de soledad y ansiedad.

Los líderes deben abordar estas situaciones promoviendo entornos donde la IA amplíe en lugar de reducir las conexiones humanas. Los momentos humanos pueden necesitar ser manufacturados al persistir el trabajo en remoto y se automaticen tareas mundanas como redactar un e- mail. Reuniones presenciales,  sesiones de intercambios de ideas y discusiones colaborativas entre los departamentos de una organización van a ser cada vez más vitales.

La IA va a conducir a modelos de  liderazgo más distribuidos donde la toma de decisiones será más descentralizada, ya que concederá a los roles de una estatus más elevado una mayor autonomía. Los líderes tendrán que navegar las nuevas dinámicas con cuidado para asegurar la equidad y la justicia en todos los niveles de la organización. El poder y la influencia van a ser cada vez más fluidas haciendo que las jerarquías tradicionales se vuelvan obsoletas.

Las encuestas sobre compromiso serán muy importantes para que los líderes sepan cómo promover el bienestar y la productividad. AL comprender y responder a los sentimientos de los profesionales los líderes pueden crear un entorno laboral que facilite el compromiso y el apoyo. Los valores que se asuman en un mudo post IA serán más importantes que nunca  para guiar la forma en la que utilizamos la tecnología para incrementar el bienestar humano y el éxito de la organización.

Los líderes van a seguir siendo indispensables para crear momentos de profundo compromiso humano y para guiar a sus organizaciones a través de las complejidades de esta revolución tecnológica. Su habilidad para aprovechar el potencial de la IA mientras preservan el toque humano será clave para un éxito sostenible y para un progreso que tenga un significado.

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