Ally Mac Donald en MIT Sloan Management Review
del pasado 28 de diciembre recoge las estrategias y competencias que expertos
colaboradores de la publicación recomiendan a los líderes que adopten en el
presente año para adaptarse al entorno laboral actual. Estas son:
I.- ADOPTAR UN LIDERAZGO INCLUSIVO
Implica que todos los miembros del equipo son
tratados con equidad, por lo que experimentan un sentimiento de pertenencia y
de ser valorados. Asimismo significa asegurar que todos pueden mostrar su
verdadera identidad en el trabajo y que se les ofrecen todos los recursos
necesarios para que puedan desarrollar todo su potencial.
II.- CULTIVAR UNA MEJOR COLABORACIÓN EN LOS EQUIPOS
Al ser el entorno laboral cada vez más híbrido y
estar más hiperconectado los directivos necesitarán crear redes entre los
equipos y unidades que movilicen el
desempeño, la innovación y el compromiso. Cada vez con más frecuencia el
desempeño se realizará a través de redes que se formarán con rapidez, por lo
que los líderes tendrán que mejorar la forma en que cultivan estas redes con
especial atención al patrón de colaboración, a la calidad de las interacciones
y a la efectividad de las conexiones que unen sus equipos a los ecosistemas en
los que residen.
III.- MOSTRAR CURIOSIDAD POR LO DESCONOCIDO Y CREAR UN ESPACIO PARA EL
DIÁLOGO
Los directivos han sido entrenados para centrarse
en un asunto, localizar una respuesta y dirigir lo que tienen que hacer los
empleados, pero recientemente se está observando un cambio en las expectativas
de éstos, que esperan que sus líderes asuman un papel más activo en áreas como
el cambio climático e igualdad de los géneros. No es posible que los directivos
tengan las respuestas a estos problemas y esperar que guíen a sus profesionales
utilizando su perspectiva parcial no tienen sentido. Lo que deben hacer es
buscar el diálogo con humildad, sabiendo como ejercitar el poder, mostrando una
insaciable curiosidad por lo que no ven y no saben. Para fomentar la
innovación, el aprendizaje y el desarrollo de las personas los directivos deben
crear espacios para el diálogo.
IV.- EVITAR QUE LOS PREJUICIOS ENTORPEZCAN EL DESARROLLO DE LOS
PROFESIONALES
Entre ellos hay que combatir proactivamente la
tendencia que se produce especialmente
en los casos de trabajo híbrido de medir inintencionadamente y recompensar el
acceso en lugar del desempeño. Una forma de contrarrestar este sesgo consiste
en redactar listas y revisarlas dos veces para que en lugar de delegar tareas u
ofrecer oportunidades de crecimiento a la primera persona que le venga a la
mente, el líder debe preparar una lista que incluya a todos los miembros de su
equipo para poder determinar quién es la persona que se puede adaptar mejor a
la tarea que tiene en mente.
V.- FOMENTAR EL RESPETO A TRAVÉS DE LA CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES
La mayor parte de las personas consideramos el
trabajo como algo más que la forma de conseguir dinero, lo cual no quiere decir
que esto no sea importante, pero con frecuencia se recurre a estos factores
transaccionales, como la remuneración económica, como una forma de retener y atraer a los profesionales.
Pero las personas necesitan , también, sentirse respetadas, valoradas y
reconocidas por medio de relaciones interpersonales positivas. Los directivos
que obtendrán más éxitos serán aquellos que demuestren interés genuino por
saber qué es aquello que los profesionales consideran que tienen un significado,
lo que puede comenzar preguntándoles qué es lo que piensan. No existe un
sustituto válido a la construcción de conexiones humanas positivas y ninguna
acción es más poderosa que la de prestar atención.
VI.- PROMOVER COACHING ENTRE COMPAÑEROS Y EL LIDERAZGO EN LOS EQUIPOS
En los últimos dos años se ha añadido mucho
estrés a la labor de los directivos, especialmente en lo relacionado con el
bienestar social y emocional de sus equipos. Esto ha conducido a unos niveles
históricos de burnout entre los líderes y sus equipos ya que sus necesidades
como individuos no se han contemplado. Muchas de estas necesidades sociales y
emocionales se pueden canalizar a través
de las relaciones entre compañeros, permitiendo a los directivos priorizar
las necesidades de los equipos sin “quemarse”. Los compañeros pueden ser
capaces de expresar mejor empatía y comprensión, solucionar problemas y dedicar
tiempo. Como directivos en lugar de procurar solucionar la necesidad puede ser
más eficaz montar los sistemas que ayuden al equipo a ayudarse unos a otros.
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