Jorge Tamayo, Leila Doumi,
Sagar Goel, Orsolia Kovács – Ondrejkovic y Raffaella Sadun en la edición de
septiembre – octubre de Harvard Business Review plantean que en la actualidad
los avances en tecnología están cambiando la demanda de habilidades a un ritmo
acelerado. Las nuevas tecnologías pueden gestionar no solo un creciente número
de tareas repetitivas y manuales sino desempeñar distintos tipos de trabajo
sofisticados centrados en el conocimiento., tales como investigaciones,
codificación o redacción, considerados a salvo de las nuevas disrupciones. La vida
media de las habilidades es actualmente menor de cinco años y en algunos campos
de la tecnología ha descendido a dos años y medio.
En 2019 la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo hizo una predicción, que en su momento parecía
muy osada: en 15 a 20 años las nuevas tecnologías de automatización eliminarán seguramente el 14% de los trabajos en el mundo y cambiarán radicalmente otros
32%. Estas cifras no tenían en consideración ChatGPT ni la nueva ola de
inteligencia artificial generativa que han entrado en el mercado como una
tormenta.
No todos los trabajadores
del conocimiento van a perder sus trabajos en los próximos años pero mientras
realizan sus trabajos cotidianos se irán dando cuenta que la inteligencia
artificial y otras tecnologías han alterado tan significativamente la
naturaleza de lo que hacen que, en realidad, están trabajando en campos completamente
nuevos.
Para hacer frente a estas
disrupciones gran cantidad de organizaciones están en la actualidad invirtiendo
en la mejora de las cualificaciones de
sus profesionales. Pero esto, aisladamente no va a ser suficiente. Si las estimaciones
de OCDE son correctas en las próximas décadas millones de trabajadores podrán
necesitar un reciclaje total, reto que va a requerir que los trabajadores
adquieran no solo nuevas habilidades, sino que las usen para cambiar de
ocupaciones.
Las organizaciones tienen un
papel fundamental que jugar para afrontar este desafío y deben enfrentarse ya a
él de forma seria y rigurosa. Entre las que han abrazado el reto del reciclaje
solo unas pocas lo han hecho de forma efectiva y sus esfuerzos han sido a
escala menor y han tenido impacto limitado. Esto nos lleva a preguntarnos qué
es lo que las compañías deben hacer para llevar a cabo la revolución de
reciclaje que es necesaria.
Los autores, en su trabajo
en el Digital Data Design Institute en Harvard’s Digital Reskilling Lab y en el BCG Henderson Institute han estudiado esta
pregunta en profundidad y una parte de ese análisis ha consistido en
entrevistar a los líderes de cerca de 40 organizaciones que están invirtiendo,
en todo el mundo, en programas de reciclaje a gran escala. Al sintetizar lo
aprendido han observado que cinco cambios de paradigma están emergiendo en el
proceso. Cambios que las compañías deben entender y abrazar si esperan tener
éxito en adaptarse dinámicamente a la era de automatización e inteligencia
artificial que está evolucionando tan rápidamente. Éstos son:
I.- EL RECICLAJE Y LA ACTUALIZACIÓN DE HABILIDADES SON
UN IMPERATIVO ESTRATÉGICO
En tiempos de
disrupción, cuando muchos puestos de trabajo están amenazados, las
organizaciones, con frecuencia, han utilizado los programas de reciclaje y de
adquisición de nuevas habilidades para suavizar el golpe de los despidos,
mitigar sentimientos de culpa en relación con la responsabilidad social y crear
narrativas positivas. Pero en la mayor parte de las compañías entrevistadas los
directivos habían ido más allá de este enfoque tan estrecho y estaban empezando
a considerar el reciclaje como un imperativo estratégico.
Este enfoque refleja
profundos cambios en el mercado laboral que está crecientemente constreñido por
el envejecimiento de la población, la emergencia de nuevas ocupaciones y la
creciente necesidad de empleados que desarrollen habilidades que son
específicas de la compañía. En este entorno las iniciativas efectivas de
reciclaje son críticas porque permiten a las compañías generar ventajas
competitivas rápidamente al desarrollar talento que no está fácilmente disponible
en el mercado y rellenando huecos de habilidades que son instrumentales para
alcanzar sus objetivos estratégicos, antes y mejor que sus competidores.
En los últimos años
numerosas grandes organizaciones han incorporado este enfoque. Vodafone, por
ejemplo, espera cubrir con talento interno el 40% de sus necesidades de
desarrollo de software.
Algunas compañías
consideran en la actualidad el reciclaje y la adquisición de nuevas habilidades
una parte central del valor de sus empleados y una forma estratégica de
equilibrar la fuerza laboral existente con la demanda. En ellas sus
trabajadores son animados a que se reciclen y opten a roles que les resulten
atractivos.
II.- EL RECICLAJE Y LA ADQUISICIÓN DE NUEVAS
HABILIDADES ES RESPONSABILIDAD DE CADA LÍDER Y MANAGER
Tradicionalmente el reciclaje y adaptación de los
empleados a las nuevas necesidades se considera responsabilidad de los
departamentos de recursos humanos y su éxito o fracaso se mide
superficialmente, muchas veces en forma de número de formaciones realizadas,
coste por alumno, etc. Según un informe
reciente de BCG solo el 24% de las compañías encuestadas realizaban una
conexión clara entre estrategia corporativa y los esfuerzos de reciclaje y
adquisición de nuevas habilidades. La inversión en la actualización de los
profesionales evidentemente necesita un profundo compromiso de los líderes de
recursos humanos, pero salvo que el resto de la organización entienda la
relevancia estratégica de estas inversiones, resulta muy complicado obtener el
esfuerzo de todos que estas iniciativas requieren para tener éxito.
En la mayor parte de las organizaciones en las que los
autores realizaron entrevistas las iniciativas de reciclaje son defendidas
visiblemente por los líderes senior y éstos están trabajando duramente para
articular para el resto de la compañía la conexión entre reciclaje y estrategia
y para asegurar que los equipos directivos comprendan su responsabilidad
compartida en la implementación de dichos programas.
III.- EL RECICLAJE Y LA
ACTUALIZACIÓN DE HABILIDADES SON INICIATIVAS DE CAMBIO
Si quieren implementar
ambiciosos programas de reciclaje las compañías deben hacer mucho más que
formar a sus empleados. Deben ser capaces de crear un contexto organizacional
que conduzca al éxito. Para ello tienen que asegurar el correcto patrón mental
y comportamientos tanto entre los empleados como entre sus directivos. Desde esta perspectiva las
iniciativas de reciclaje son similares a las de cambio al requerir centrarse en
diversas tareas diferentes simultáneamente. Entre las más importantes tenemos:
1.- Comprender la oferta y la demanda.
Para crear un programa
exitoso las compañías deben conocer las habilidades disponibles interna y
externamente y las necesarias para vencer a la competencia. Una forma de
hacerlo es por medio de una “taxonomía de habilidades”, esto es una descripción
detallada de las capacidades necesarias para cada ocupación en la compañía.
Posteriormente hay que decidir qué habilidades se asignan a cada puesto de
trabajo.
Los líderes deben
determinar, también, qué habilidades van a necesitar en el futuro, proceso
dinámico que es fundamental para los programas estratégicos de reciclaje.
2.- Reclutar y evaluar
Tradicionalmente los candidatos
son reclutados para oportunidades de formación
basándose en su formación académica o en su experiencia laboral
relevante, pero esto no es lo adecuado para el reciclaje. Una buena taxonomía
de habilidades puede ayudar al permitir a las organizaciones pensar en las
políticas de inscripción en función de las nuevas necesidades, lo que puede
facilitar la transición de un conjunto de habilidades a otro.
3.- Moldear el patrón mental de los mandos intermedios
Éstos con frecuencia
se muestran reacios a la hora del reciclaje, fundamentalmente por dos razones:
a).- Les preocupa que
sus subordinados no sean capaces de mantenerse al día con sus responsabilidades
habituales mientras son reciclados.
b).- Piensan que una vez que estén formados se
trasladarán a otras áreas de la organización.
En ambos casos esta
situación puede conducir a una “acumulación y retención” de talento en la que
los mandos intermedios deniegan a los miembros mejores de sus equipos la
oportunidad de reciclarse y de aprender nuevas habilidades. Algunas compañías han afrontado este problema haciendo que el desarrollo
del talento sea una responsabilidad explícita de los mandos intermedios.
4.- Construir las habilidades dentro del flujo del
trabajo
Puede resultar costoso
y complicado desde el punto de vista logístico el apartar a los trabajadores de
sus tareas cotidianas para participar en sesiones de formación. Además los
adultos tienden a no querer o no aprender bien en las aulas y prefieren hacerlo
en el puesto de trabajo. Como resultado el mejor enfoque de reciclaje consiste
en hacer el mayor volumen de formación como aprendices internos, en rotaciones y en periodos de prueba,
5.- Encajar e integrar a los empleados reciclados
Los empleados deben
encajar en sus nuevos puestos de trabajo. Los datos obtenidos de las
entrevistas muestran que si los roles a los que están destinados están
claramente descritos con antelación, los empleados están más interesados en
reciclarse porque aparecen nuevas trayectorias de carrera y el reciclaje es más
eficaz porque está más enfocado a un puesto específico. Una vez que se
incorporan a sus nuevos trabajos los empleados reciclados necesitan diversos
tipos de apoyo para integrarse adecuadamente. Como, por ejemplo, ayuda para
aprender la nueva cultura y normas de trabajo, construir redes de contactos y
desarrollar habilidades “blandas”. Facilitar coaching y mentoring pueden ser
eficaces herramientas de desarrollo.
IV.- LOS EMPLEADOS DESEAN RECICLARSE , SI TIENE
SENTIDO QUE LO HAGAN
Uno de los retos más
importantes a los que se enfrentan las organizaciones es lograr que los
empleados quieran reciclarse, ya que requiere, normalmente, grandes esfuerzos,
puede suponer un cambio radical en sus vidas y el resultado no está
garantizado. La clave del éxito puede radicar en tratar a los empleados de
forma respetuosa y hacer que los beneficios de su participación en este tipo de
programas estén claros. Para hacerlo los autores sugieren:
1.- Tratar a los empleados como partners
Éstos estarán más
animados a participar si entienden por qué los programas están siendo
implementados y tienen un rol en su creación.
2.- Diseñar programas desde el punto de vista del
empleado
Los programas de
reciclaje requieren que los participantes inviertan tiempo, por lo que es
importante intentar reducir el coste, riesgo y esfuerzos implicados y facilitar
resultados casi garantizados.
3.- Dedicar el tiempo y la atención necesarias a la
tarea
Al implicar el
reciclaje un cambio en las ocupaciones suele requerir aprendizaje intensivo, lo
que solo es posible si los empleados cuentan con el espacio mental y el tiempo
que necesitan para tener éxito.
V.- EL RECICLAJE Y LA ADQUISICIÓN DE NUEVAS
HABILIDADES TIENE LUGAR EN UN ECOSISTEMA EN EL QUE NUMEROSOS ACTORES TIENEN UN
PAPEL QUE JUGAR
Los gobiernos pueden
incentivar la inversión en reciclaje y adecuación por medio de fondos,
políticas y programas públicos, la industria puede emparejarse con las
universidades para diseñar nuevas técnicas de desarrollo de habilidades, por ejemplo. Los autores
recomiendan:
1.- Considerar alianzas entre industrias
En lugar de pensar que son
competidoras en un pool de talento limitado las compañías pueden unirse para
realizar esfuerzos de formación conjuntos. Estas coaliciones pueden servir para
tranquilizar a los participantes que así pueden contemplar cómo se pueden
ampliar sus inversiones en formación de cara a un futuro.
2.- Realizar alianzas con organizaciones no lucrativas
para llegar a un talento más diverso
Muchas organizaciones sin ánimo de lucro
se dedican al reciclaje de personas que no tienen mucha representación en el
mundo laboral. Al aliarse con estas organizaciones las compañías pueden ampliar
de forma significativa su acceso a talento, a bajo coste, que puede beneficiar
a todas las partes.
3.- Establecer alianzas con universidades locales y
con proveedores de formación
Por ejemplo los institutos de tecnología
en el Reino Unido, financiados por el gobierno, unen a universidades y grandes
empleadores para facilitar formación técnica práctica a trabajadores sin
conocimientos en esta área, de forma que las compañías están en disposición de
reaccionar rápidamente ante las nuevas tecnologías y contar con las nuevas
habilidades necesarias.
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