Carol Kinsey Gorman,
consultora, coach y autora de los libros: “The Nonverbal Advantage: Secrets and Science of Body Language at Work”
y “ The Silent Language ofLeaders: How Body Language Can Help—or Hurt How You Lead” de reciente
aparición, en el Administrative Excellence Newsletter de la American Management Association del pasado 23 de enero, plantea que podemos ser conscientes del
grado de interés o desinterés que estamos generando en una reunión por el
lenguaje no verbal que muestran nuestros interlocutores.
En la comunicación empresarial comprometer la atención del los oyentes
es fundamental por lo que es importante detectar los comportamientos que van asociados tales
como el demostrar interés, receptividad y conformidad con lo que decimos. Si no
lo conseguimos y los interlocutores se desvinculan sus comportamientos nos
mostrarán su aburrimiento, enfado o actitud defensiva.
Carol Kinsey propone que nos fijemos en:
1.- Ojos y mirada: cuando alguien se ha desvinculado de lo que decimos
disminuye el grado de contacto visual, ya que tendemos a distanciarnos de las
cosas que nos producen aflicción y de las personas que nos desagradan. Si nos
aburrimos o estamos inquietos evitaremos el contacto visual y miraremos al
infinito o nos centraremos en algún punto concreto del lugar donde nos
encontremos. En lugar de abrir bien los
ojos, estos se contraen expresando disconformidad o desagrado. Otra forma de
manifestarlo es girando la cabeza ligeramente hacia atrás para que el contacto
visual se establezca de refilón.
2.- Boca: el desacuerdo se puede mostrar, también, con labios fruncidos, y
mandíbulas contraídas y en tensión.
3.- Torso: si vemos que nuestro interlocutor gira sus hombros y aleja su torso de nosotros es
señal de que probablemente estamos perdiendo su atención. Cuando estamos atentos nos situamos frente a
nuestro interlocutor y miramos de cara. Otra signo a vigilar para detectar
cuando estamos generando una actitud defensiva en la otra parte es si pone un objeto como un bolso, cartera o libro
delante del torso en actitud de protección.
4.- Piernas. Si nuestro interlocutor está sentado con los tobillos cruzados
y las piernas extendidas hacia delante probablemente esté experimentando sentimientos positivos hacia nosotros, pero si alejan los pies o
rodean las patas de la silla con las piernas es posible que esté alejándose y
desvinculándose de nuestro discurso.
La autora sugiere las siguientes recomendaciones para evitar la desvinculación
del interlocutor:
a).- Reflexionar sobre el contexto
en el que se ha producido esta situación: ¿Habíamos modificado previamente
nuestro lenguaje corporal? ¿Hicimos una pregunta o tratamos un tema
comprometido? ¿Entró alguien en el local donde estábamos o se incorporó a la
conversación?
b).- Controlar nuestro lenguaje
corporal para evitar mostrar comportamientos que sugieran desvinculación por
nuestra parte y que el interlocutor pueda estar imitando o reaccionando ante
los mismos.
c).- Modificar nuestra postura para
mostrar mayor interés y comprobar si nos imitan. Podemos inclinarnos hacia
delante, sonreír, poner las manos sobre la mesa con las palmas para arriba,
etc.
d).- Conseguir que cambien de
postura. Por ejemplo, si vemos que los
brazos y piernas de los interlocutores están cruzados con fuerza, podemos
entregarles algún objeto: un informe, una taza de café, un folleto,…, para
forzar que se abran y adopten una actitud más receptiva.
e).- Cambiar de estrategia si vemos que nuestras propuestas no están siendo
bien recibidas y que puede ser el momento de plantear otras alternativas.
f).- Llamar la atención sobre la falta de interés del interlocutor buscando
soluciones: “ Puede que este no sea el momento adecuado para hablar, por lo que
si estás de acuerdo podemos fijar otra fecha próximamente para reunirnos”.
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