Deepak Malhotra, profesor de Business Administration en Harvard Business School, en su libro”Negotiating the impossible. How to break deadlocks and resolve ugly conflicts or muscle” que estamos comentando, hemos visto que propone las tres palancas que considera fundamentales para los negociadores: el poder de enmarcar correctamente la negociación, el poder de diseñar el proceso adecuado y el poder de la empatía.
II.- EL PODER DE DISEÑAR EL PROCESO ADECUADO
Su importancia radica en que va a
determinar la forma en que las negociaciones van a tener lugar. Los aspectos
más destacados que tenemos que tener en cuenta son:
1.- CONTAR
CON UNA ESTRATEGIA PARA EL PROCESO Y TENER UNA ESTRATEGIA NO SÓLO PARA EL
PROCESO DE NEGOCIACIÓN, SINO TAMBIÉN PARA EL PROCESO DE IMPLEMENTACIÓN. El contenido o sustancia de la negociación se refiere a lo que las partes
quieren alcanzar y el proceso a la manera en que van a conseguir ir del punto
en que se encuentran en un inicio los negociadores a la meta que quieren
alcanzar. Incluso la estrategia más brillante para el contenido puede fracasar
si se presta atención insuficiente al proceso. Entre los elementos del proceso
que hay que considerar y definir tenemos:
a).- Duración prevista de la negociación.
b).- Personas que van a intervenir y cuál
va a ser su rol y capacidad de decisión.
c).- La agenda de la negociación y el
orden en el que se van a discutir los temas.
d).- Quién va a redactar la propuesta
inicial.
e).- Carácter de la negociación: público o
privado.
f).- Momentos en que el progreso de la negociación
va a ser presentado fuera de la mesa de negociación.
g).- En los casos en los que existen
múltiples partes o asuntos a tratar si se va a seguir un solo camino en la
negociación o va a haber distintos frentes abiertos simultáneamente.
h).- Localización de las partes en la
negociación: si van a estar juntas al tiempo si son múltiples o separadas.
i).- La metodología de la negociación:
cara a cara o por vía tecnológica.
j).- El número de reuniones que se van a
necesitar.
k).- La presencia o no de mediadores
externos.
l).- Las fechas límites se van a
considerar si existen inamovibles o van a ser flexibles.
m).- En el caso de que la negociación
termine sin acuerdo, cuándo y cómo se van a volver a reunir las partes
implicadas.
n).- Quiénes son las partes y personas que
tienen que ratificar los acuerdos y qué tipo de apoyo es suficiente para su
aprobación.
2.- SER EL
NEGOCIADOR MEJOR PREPARADO. En cualquier negociación importante
debemos estar informados todos los
hechos, tenemos que poder anticipar los argumentos y reservas de la parte
contraria y conocer a fondo no sólo las fortalezas sino también las debilidades
de nuestros argumentos.
3.-
NEGOCIAR EL PROCESO ANTES QUE EL CONTENIDO. Tenemos que
definir con la otra parte cuál es el camino a seguir para llegar a la meta
deseada por ambas partes. Si no lo hacemos podemos encontrarnos con errores en
relación con el contenido más adelante, con concesiones en el tiempo
inadecuado, propuestas o demandas mal diseñadas, fallos de coordinación o la
falta de anticipación en relación con posibles barreras.
4.-
SINCRONIZAR EL PROCESO CON LA OTRA PARTE. El hecho de que hayamos negociado el proceso
no implica que las cosas no puedan ir mal. Aunque exista un acuerdo claro sobre
el mismo puede ocurrir que no exista un alineamiento en el desarrollo del
mismo. Por ejemplo una parte puede pensar que el acuerdo está cercano mientras
la otra cree que todavía puede seguir buscando alternativas. Por tanto, nos
tenemos que asegurar de que existe una visión compartida de lo que se ha
obtenido hasta el momento y del camino que se ha de seguir hasta el final de la
negociación.
5.-
BUSCAR CLARIDAD Y COMPROMISO CON EL PROCESO. Una buena
comprensión de lo que significa el
proceso y un compromiso de que se va a respetar ayuda a los negociadores a
alcanzar unos mejores resultados y a evitar errores estratégicos y tácticos. Es
valioso, también, aunque la otra parte no esté dispuesta a ello. Es mejor saber
que existe una falta de compromiso para tomar las medidas oportunas que asumir
de forma incorrecta que el proceso se va a desarrollar como esperamos.
7.-
NORMALIZAR EL PROCESO. Si la otra parte sabe qué puede
esperar de él no reaccionará de forma exagerada o dará un peso excesivo a las
posibles dudas, retrasos o disrupciones que puedan surgir en el curso del
mismo.
Buscar compromisos que
sean explícitos, no sean ambiguos y sean públicos y personales.
8.-
RECONOCER EN QUÉ MOMENTO HAY QUE
ABANDONAR UNA NEGOCIACIÓN. Si a pesar de nuestros la otra
parte reniega de sus compromisos podemos romper las negociaciones, dar a la
parte contraria el beneficio de la duda o intentar investigar las razones para
encontrar maneras de reconciliar las perspectivas divergentes.
Antes de abandonar por
culpa de un conflicto en el proceso Malhotra recomienda considera reflexionar
sobre las siguientes preguntas:
a).- ¿Estamos seguros
de que era un incumplimiento o tiene la otra parte razones para ver las cosas
de forma diferente?
b).- ¿Aportamos
suficiente valor a la mesa de negociación y la parte contraria lo está
entendiendo así?
c).- ¿Podemos
justificar nuestras acciones en base a unos principios aceptables?
d).- ¿Hemos aclarado
que sería necesario para solucionar la infracción?
e).- ¿Hemos dado a la
parte contraria la oportunidad de, salvando las apariencias, regresar a la mesa
de negociación?
Por tanto, antes de
retirarnos debemos considerar: si la otra parte piensa que se ha cometido una
violación de los compromisos adquiridos por su parte, lo que va a perder cada
una de las partes, cómo justificaremos el abandono de la negociación, si la
parte contraria sabe cómo remediarlo y si puede hacerlo salvando las
apariencias.
No tenemos que olvidar
que el compromiso con un proceso muy
rígido no es siempre posible o aconsejable. Si éste es flexible deberemos
asegurarnos de que todas las partes entiendan bien el grado del mismo.
9.-
PRESERVAR LAS RELACIONES. Antes de utilizar tácticas para
obtener ventajas considerar cómo éstas pueden afectar nuestras posibilidades de
negociar de forma productiva en el futuro. Es importante tenerlo en cuenta
especialmente en situaciones en las que por la existencia de conflictos se
espera que las negociaciones sean largas o si las partes van a tener que seguir
negociando en el futuro.
10.-
TENER CUIDADO CON EL CONSENSO. Tiene ventajas pero da
a todos el poder de vetar y reduce las posibilidades de llegar a un acuerdo. Cuantas
más personas tienen el poder del veto menos libertad se tienen para diseñar un
acuerdo satisfactorio porque van a existir demasiadas demandas para los
limitados recursos disponibles. Crea, también, incentivos para la “toma de
rehenes”, como por ejemplo cuando alguien sabe que el suyo va a ser el voto
final requerido y por tanto se aprovecha y solicita concesiones exageradas.
Para evitar lo
anteriormente expuesto se utiliza el principio del “consenso suficiente” que
consiste que en lugar de que todos los participantes en la mesa de negociación
voten a favor de la propuesta se acuerda que la negociación puede continuar
siempre que exista un determinado nivel de aceptación previamente pactado.
Si nos encontramos con
que el acuerdo final debe ser unánime podemos recurrir al “consenso suficiente”
para todas las deliberaciones previas.
11.-
MANTENER CANALES ABIERTOS AL FINALIZAR LA NEGOCIACIÓN. De esta forma podremos gestionar
los asuntos residuales y los conflictos latentes así como buscar oportunidades
para volver a plantearla si ésta ha sido fallida.
12.-
PROCURAR ESTAR EN LA MESA DE NEGOCIACIÓN. “Si no estamos en la mesa estaremos en el menú” y puede ser que se tomen
decisiones que nos afectan pero en las que no hemos participado.
En el caso de que no lo
consigamos podemos influir en los negociadores creando valor fuera del ámbito
del acuerdo u ofreciéndonos a ayudar a “vender” o a implementar eñ acuerdo.
13.-
NO OLVIDAR DE INVERTIR EN EL PROCESO DURANTE LOS TIEMPOS DE PAZ.
Es necesario dedicar recursos a los procesos que van a servir para mantener las relaciones y en las estructuras
que van a servir para mantener la paz.
14.-
CONOCER LOS LÍMITES DEL PROCESO. Con frecuencia nos
atascamos en el proceso por una preparación inadecuada, por la búsqueda de un
proceso perfecto o por desear un exceso de flexibilidad estratégica.
Cuando veamos que las
discusiones más importantes sobre el contenido están siendo distorsionadas por
un foco excesivo en el proceso podemos:
a).- Considerar llegar
a un acuerdo sobre un proceso imperfecto pero revisable.
b).- Empezar a mantener
esas conversaciones importantes sobre el contenido en paralelo con las que
afectan al proceso.
Otro problema con el
que nos podemos encontrar si las relaciones de poder no son claras o son
inestables es que las negociaciones sobre el proceso se pueden convertir en
luchas sobre legitimidad e influencia que pueden poner en peligro las
negociaciones sobre el contenido. Resistir ante demandas injustas sobre el
contenido es más fácil si antes nos hemos resistido en las demandas injustas
sobre el proceso.
Si queremos mantenernos
firmes en el proceso lo mejor es que:
a).- Demostremos que
buscamos igualdad y equilibrio y no ventajas.
b).- Reconozcamos y
abordemos las reticencias que pueden estar ligadas a la elección de los
procesos.
15.-
GARANTIZAR NUESTRA CREDIBILIDAD MANTENIENDO TODOS LOS COMPROMISOS, INCLUSO LOS
MÁS PEQUEÑOS. Recordar que la credibilidad también se
puede ir perdiendo poco a poco.
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