Erica Dhawan en “Digital
body language. How to build trust & connection no matter the distance”, que
estamos comentando, analiza las cuatro leyes del lenguaje corporal digital.
I.-
VALORAR VISIBLEMENTE
En el entorno de
trabajo digital valoramos visiblemente cuando somos conscientes de la otra
persona y comunicamos con claridad que le escuchamos y entendemos utilizando
las nuevas señales de nuestro lenguaje corporal digital. Implica mostrarnos más
sensibles al tiempo y a las necesidades de los demás, la lectura cuidadosa y
atenta de las comunicaciones digitales y
el respeto a las otras personas sin demostrar que tenemos prisa.
Más de la mitad de los
trabajadores manifiestan que no reciben el respeto que necesitan o desean por
parte de sus líderes. Una de las razones puede ser no porque éstos sean
desagradecidos sino porque pueden estar expresando su respeto de formas que los
profesionales no reconocen.
El respeto tradicional
se ha basado siempre en señales compartidas presencialmente. Cada interacción
personal genera señales positivas que nuestras mentes entienden
inconscientemente después de cientos de miles de años de evolución. Pero en la
actualidad muchas de nuestras interacciones carecen de señales visibles de
significado y entendimiento.
Con más del 60% del
trabajo en equipo realizado de forma digital y a través de las palabras
escritas no podemos apoyarnos en las presunciones para calibrar los
sentimientos de respeto mutuo.
Valorar visiblemente significa
que no asumimos que los demás están bien, sino que tenemos que ser proactivos
para mostrar de forma explícita que entendemos sus deseos y que valoramos su
participación.
El respeto permite a
los líderes crear un entorno en el que los miembros de un equipo se sientan
valorados para poder implicarse en conversaciones sanas y en ocasiones
complicadas. El respeto facilita la innovación y la creatividad al permitir a
los líderes aprovechar el poder del pensamiento diverso y de las múltiples
perspectivas. Por otro lado la falta de respeto es el asesino silencioso de la
colaboración, iniciativa y satisfacción en el trabajo.
Valorar visiblemente es
muy fácil de predicar pero difícil de incrustar en el entorno laboral moderno
ya que la naturaleza distante de muchos de
los múltiples canales de comunicación facilita los comportamientos
irrespetuosos. Para evitarlos la autora recomienda:
a).-
No tener prisa. Tenemos que procurar, por ejemplo,
evitar mandar mensajes sin releerlos, tratar de acelerar y abreviar una llamada
para acceder a otra o manifestar que estamos demasiado ocupados para reunirnos
con nuestros equipos.
b).-
Respetar el tiempo de los demás. Hay que evitar, por
ejemplo, comprometernos a dos reuniones al mismo tiempo, priorizar nuestra
agenda sobre la de los demás en el proceso de decidir la agenda común,
prorrogar en exceso las llamadas, enviar correos urgentes que no lo son o
permitir que reuniones inútiles se mantengan en la agenda.
c).-
Mostrar gratitud. Hay que evitar, por ejemplo, recurrir
exclusivamente a comunicaciones escritas sin incluir la posibilidad de
comunicarse por vídeo o teléfono para que los equipos puedan escuchar las
muestras de agradecimiento, mandar correos confusos o no incluir a todos los
miembros del equipo al enviar un reconocimiento.
d).-
No realizar multitareas en las reuniones cara a cara o virtuales.
Por ejemplo no debemos mandar correos responder a e- mails durante una reunión,
no debemos mirar al móvil cuando los demás están intentando establecer contacto
visual con nosotros o no silenciar el móvil durante las reuniones.
Los principios que
deben regir esta primera ley son:
1.-
La lectura cuidadosa es la nueva escucha
Actualmente lo que
ocurre con mayor frecuencia es que en
lugar de escuchar mientras otros comparten sus ideas leemos lo que
tienen que decir en un correo o en otro medio digital. El problema según las
investigaciones realizadas por Naomi Baron es que entendemos menos cuando
leemos en una pantalla que en un medio impreso. Dedicamos menos tiempo a leer
un escrito en una pantalla, nos sentimos más inclinados a la multitarea y
tendemos a leer por encima en lugar de leer despacio y cuidadosamente.
Una de las razones por
las que leemos tan mal online es que nos movemos a gran velocidad. En lugar de
dedicar el tiempo necesario para leer cuidadosamente un mensaje lo miramos con
gran rapidez para llegar pronto al final del mismo. Pero, según Baron, esta
necesidad de rapidez es artificial, lo que termina influyendo en la exactitud,
claridad y respeto. Pero aunque realmente estemos muy ocupados para responder
con prontitud existen formas de demostrar que no les estamos olvidando y
podemos mostrar respeto, por ejemplo, enviando una nota rápida de acuse de
recibo y una estimación de cuándo vamos a poder responder.
Dhawan sugiere las
siguientes recomendaciones para mostrar escucha activa en las conversaciones
digitales:
a).- Priorizar los
tiempos de respuesta rápidos aunque sea solo para decir que vamos a responder
más tarde.
b).- Responder a todas
las preguntas y comentarios del mensaje no solo a uno o dos.
c).- Preguntar si
podemos llamr o proponer una reunión cara a cara para tratar temas complejos.
d).- No interrumpir e
impedir que otros lo hagan.
e).- utilizar señales
verbales como “Adelante” o “estoy escuchando” para fomentar que los demás
compartan sus ideas en reuniones virtuales.
f).- No utilizar el
botón de silencio como una licencia para realizar multitareas.
g).- Hacer preguntas
para aclarar dudas.
h).- Permitir que los
compañeros de equipo dediquen tiempo a compartir sus ideas en un chat virtual
durante una reunión virtual.
2.-
Redactar con claridad es la nueva
empatía
Redactar bien y sobre
todo concienzudamente es una muestra esencial de respeto. Al escribir debemos fijarnos
en pequeños detalles como comprobar nuestro tono y pensar como nuestro mensaje
puede ser percibido especialmente en función de nuestro rango.
Con frecuencia un
correo mal interpretado es el resultado de una palabra mal elegida o de un
signo de puntuación que puede llevar a errores. La solución es sencilla.
Revisar nuestros correos.
Si queremos pone en
práctica esta ley debemos:
A).-
Practicar el reconocimiento radical
La ausencia de respeto
puede transformar pequeños detalles en grandes problemas. Por ejemplo al
dirigir reuniones virtuales asegurar la participación de todos no dominando la
conversación sino pidiendo a los participantes que vayan liderando cada uno de
ello una parte del orden del día. De esta forma se van a sentir valorados y
todos van a conocer sus nombres, rostros y estilos de presentación. Otra forma
es expresar gratitud y reconocimiento para lo cual es suficiente escribir “muchas
gracias por todo”.
B).-
Reconocer las diferencias individuales
La forma, por ejemplo,
de conectar con extrovertidos o introvertidos es diferente:
a).- Conectar con
introvertidos: programar tiempo entre reuniones de larga duración, esperar cinco
segundos antes de responder, mandar preguntas unos días antes de la reunión
para que tengan tiempo para procesarlas y preparar las respuestas, pedir que
nos manden sus pensamientos por correo después de una reunión, evitar que unos
participantes monopolicen la reunión marcando tiempos en la participación y no
interrumpirles.
b).- Conectar con
extrovertidos: programar una reunión cara cara o virtual con ellos para que puedan hablar con
nosotros, reservar espacios para que puedan recargarse por medio de las interacciones
sociales entre bloques de trabajo y
utilizar pequeños grupos donde puedan comentar sus ideas antes de reunirse en
un grupo grande.
C).-
Vigilar el reloj
Si no respetamos el
tiempo de los demás estamos mandando el mensaje de que no los valoramos.
Debemos diseñar reuniones con una agenda clara. Al comienzo de la reunión
debemos exponer lo que esperamos lograr con la misma y al finalizar recapitular
para ver si lo hemos conseguido o qué es lo que nos ha faltado.
Al comienzo de la
reunión dedicar cinco minutos para la introducción y presentación de los
participantes por parte de ellos mismos. De esta forma todos saben de dónde
proceden y las razones por las que asisten a la reunión. Previamente a la
misma, 24 horas antes, por ejemplo,
distribuir entre los asistentes el orden del día en la que se les pide a
cada uno que lideren parte de la reunión. Periódicamente pedir input antes de
la finalización de la reunión y fomentar la participación de todos. Otro
aspecto importante es saber a quién debemos excluir de la reunión como
deferencia hacia ellos y respeto por su tiempo.
La autora recomienda
para hacer que las reuniones sean valiosas para todos :
a).- Asegurar que todos
puedan responder a la pregunta: “¿Por qué tengo que asistir a esta reunión o
conversación?
b).- Procurar que su
duración sea lo más breve posible.
c).- Comenzar y
terminar las reuniones en el tiempo fijado previamente.
d).- Mandar un orden
del día claro o definir el resultado deseado antes de la reunión.
e).- Programar una hora
semanal virtual para atender los asuntos pequeños que no tienen por qué
necesitar una reunión.
f).- Auditar las
reuniones recurrentes para eliminar aquellas que no añaden valor.
g).- No programar
reuniones con más de 8 asistentes.
D).-
Prohibir las multitareas
Al final el objetivo de
valorar visiblemente es muy sencillo: lograr que las personas se sientan
apreciadas en el trabajo. Para analizar si esta ley se cumple en nuestro equipo
la autora propone utilizar la siguiente tabla:
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Totalmente
de acuerdo |
Bastante
de acuerdo |
Bastante
en desacuerdo |
Totalmente
en desacuerdo |
El
trabajo excelente es reconocido y recompensado en mi organización |
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Mi
experiencia y habilidades son valoradas y utilizadas |
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Mi
tiempo es respetado |
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No
estoy sobrecargado de trabajo ni tengo burnout |
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Se
puede acceder a la valoración completa en ericadhawan.com/digitalbodylanguage |
Muy contento de tener acceso a un nuevo artículo de ustedes. Los contenidos de sus artículos son muy buenos, especialmente cuando hacen referencia a resultados de investigaciones académicas.
ResponderEliminarSaludos Cordiales. José Luis