domingo, 30 de noviembre de 2025

LIDERAR CON AMOR II:LA IMPORTANCIA DEL AMOR A NOSOTROS MISMOS

 



Marcel Schwantes en “Humane Leadership. Lead with radical love , be s kick-ass boss”, que estamos comentando, plantea que las culturas de trabajo más efectivas garantizan que todos, desde el CEO, los directivos, los miembros de los equipos, los clientes, etc,, sean tratados con respeto, confianza, integridad y dignidad. Para lograrlo la alta dirección debe crear una cultura cuyos valores (en relación a como se tratan las personas unas a otras), sean tan importantes como el conseguir unos objetivos diarios.

La forma en la que los líderes y las organizaciones cultivan emociones positivas dentro del entorno laboral, va a impactar significativamente en el desempeño. Cuando leemos sobre equipos de alto rendimiento que producen y colaboran a la velocidad requerida por la innovación necesaria en la actualidad, podemos observar que muestran confianza, respeto, empatía, cuidado y transparencia como comportamientos “amorosos” clave que conducen a un alto desempeño.

Una revisión de más de 300 estudios sobre el liderazgo auténtico, de servicio y ético muestra que  las acciones de moralidad y amor están relacionadas consistentemente con resultados tales como desempeño, compromiso, motivación, resultados económicos y ventas. 

Según la investigación los directivos que lideran con un foco moral tienden a tener un desempeño a unos niveles muchos más elevados que los que no. Es este foco el que mejor capta el amor y el cuidado de las personas. Centrarse en este enfoque ha mostrado de forma consistente que se obtienen importantes efectos sobre la motivación y el compromiso. A diferencia de otros enfoques de liderazgo también tiene efectos únicos en conseguir extender la preocupación por los demás.

Debido a que este enfoque de liderar con amor choca con las estructuras actuales de orden y control, los escépticos tienen reticencias y mantienen conceptos equivocados. Para ellos es un liderazgo demasiado débil y blando, cuando en realidad es un camino más osado y complicado de lo que las personas piensan.

Algunas de las ideas equivocadas  que conducen a objeciones sobre este tipo de liderazgo incluyen:

1-      Liderar con amor implica carecer de autoridad. Existe el mito común de que los empleados se van a aprovechar de sus líderes. La realidad es justo la contraria. Los líderes que lideran a través del amor sí lideran con autoridad, pero lo hacen apoyando a sus profesionales mientras les hacen responsables de tener éxito y de un alto desempeño. En el modelo de “Amor en Acción” los líderes crean entornos favorables para que su profesionales se sientan felices, y éstos, a su vez, van a ofrecer servicios extraordinarios a clientes felices, con lo que toda la organización triunfa.

2-  Liderar con amor implica ser un pusilánime y un pelele. Este es otro mito falso. Para liderar efectivamente a los demás a través del modelo “Amor en Acción” con frecuencia hay que acometer acciones impopulares desde el punto de vista de los miembros de los equipos y, es posible, que se “pierdan” profesionales a raíz de una decisión clave en la que hay que actuar de forma que no guste a todos, sin ceder a presiones, favoritismos u opiniones populares.

3-   Liderar con amor es un concepto religiosos no apropiado para el mundo de los negocios. Aunque los principios de este tipo de liderazgo están presentes en todas las grandes religiones, los conceptos de liderar con amor son universales y seglares.

4-   Liderar con amor implica una pérdida de respeto. Un mito importante que ha circulado desde hace mucho tiempo en el mundo de la empresa es que el líder debe mantener una distancia de sus empleados y elevarse por encima de ellos para así ganarse su respeto, ya que si se mezclan con ellos , éstos le empezarán a tratar como a un compañero. La realidad es que se puede ser el jefe y dirigir al equipo al tiempo que se construyen relaciones de trabajo sólidas que promueven una mayor colaboración. La magia surge cuando se genera confianza entre jefes y empleados y trabajan juntos como un equipo. 

Pa Para evitar malentendidos y confusiones en relación al concepto de liderar con amor el autor propone analizar cómo en la Antigua Grecia se consideraba el concepto del amor. En esta cultura el amor tenía 8 palabras para describir sus distintos matices:

a).- EROS: el amor pasional y físico

b).-  PHILIA: el amor fraternal y la amistad.

c).- STORGE :el amor natural y familiar, el afecto instintivo entre padres e hijos, y el que se desarrolla entre familiares cercanos.

d).- PRAGMA: el amor basado en la obligación, el compromiso práctico y duradero, construido a través la paciencia y el entendimiento mutuo, a menudo asociado con matrimonios de larga duración o concertados

e).- LUDUS: el amor despreocupado, sin compromiso, enfocado en la seducción y la diversión.

f).- MANIA: el amor obsesivo, bastante tóxico, que se suele encontrar en relaciones de codependencia.

g).- AGAPE: es el amor incondicional que trata de extender los buenos deseos y los cuidados genuinos a todos con los que colaboramos. Si se extiende en entornos laborales es el que declara: “Yo te valoro como  empleado, como compañero y como un  ser humano”. En el caso del líder implica priorizar el bienestar de sus profesionales y promover una cultura de cuidados para cultivar una fuerza laboral más feliz y comprometida.

h).- PHILAUSTIA: este tipo de amor tiene que ser previo a Agape. Antes de poder amar a los demás de forma incondicional tenemos que mirar hacia dentro y practicar el amor hacia nosotros mismos. Esto no significa que adoptemos una actitud arrogante, centrada exclusivamente en nosotros o de superioridad, sino que entendamos nuestras debilidades y fortalezas, que construyamos resiliencia y que aceptemos nuestras limitaciones sin avergonzarnos.

El amor a uno mismo es crucial para los líderes de las organizaciones porque sienta las bases para el éxito en todas las facetas de la vida. Nos da fuerzas para buscar ayuda sin miedo ni dudas, ya que nos hace conscientes de que al hacerlo estamos fortaleciendo nuestro liderazgo. Cultivar el amor a uno mismo es un camino personal que requiere que invirtamos conscientemente en nosotros y en nuestra mejora continua. Sea comenzar el día con 15 minutos de meditación, practicar la gratitud, sanar nuestros traumas con counseling o terapia, dar un paseo para reflexionar sobre nuestras bendiciones y sobre la bondad de aquellos que nos han ayudado e inspirado o encontrar prácticas que fomenten el amor a uno mismo, éste es esencial. Porque todo comienza en nosotros y en nuestra creencia de nuestra bondad inherente como prerrequisito para poder querer sinceramente a los demás.

Robb Holman mantiene que una de las cosas más valiosas que ha aprendido es que solo podemos dar aquello que tenemos y que, por tanto, si nos servimos efectivamente a nosotros, podremos servir eficazmente a otros que estén dentro de nuestra esfera de influencia. Para ello plantea que necesitamos descubrir o redescubrir nuestro propósito personal a través de la comprensión de nuestros valores principales, nuestras fortalezas, dones primarios  y  pasiones. Necesitamos ser honestos en relación con nuestros daños y heridas pasadas, especialmente con la necesidad de cierre de traumas o conflictos sin resolver. Necesitamos dedicar un tiempo regular para la autorreflexión en el que podamos mostrarnos auténticos en relación con la ayuda que necesitamos. Este es el verdadero amor hacia nosotros mismos.

Hofman añade que necesitamos conectar con al menos una persona en nuestra vida de forma intencional con la que no sintamos miedo, ni temor a ser juzgados. Esta persona debe actuar como fuente de estímulo, como caja de resonancia y como la voz práctica de la sabiduría.

Hay que reconocer que el amor a nosotros mismos tiene aspectos sanos y otros que no  lo son. Su exceso puede crear un sentimiento de derechos y privilegios y de narcisismo que puede conducir a comportamientos agresivos y de bullying. Por el otro lado, si es inadecuado, puede conducir a una baja autoestima, a sentimientos de incapacidad, a tendencias autoagresivas y a otras señales de baja confianza en nosotros mismos..

En su libro “Love is the answer”, la psicóloga Fiona Beddoes-Jones ofrece una lista de verificación para que conozcamos cuánto amor hacia nosotros mismos tenemos. Sugiere que una persona con un amor hacia sí mismo sano contestará con un sí de 8 a 10 respuestas y que si existen áreas en las que el resultado es un no, éstas van a representar aquellos aspectos en los que hay que incidir para mejorar. 

CHECKLIST PARA UN AMOR HACIA NOSOTROS MISMOS SALUDABLE

 

 

NO

SI

 

1

 

Valgo algo

 

 

 

 

2

 

Mi felicidad importa

 

 

 

 

3

 

Me respeto a mí mismo

 

 

 

 

4

 

Espero que los demás me respeten

 

 

 

 

5

 

Acepto  quién soy y cómo soy

 

 

 

 

6

 

Evito a las personas que son muy críticas conmigo

 

 

 

 

7

 

Sinceramente me gusto

 

 

 

 

8

 

Mis pensamientos y sentimientos importan

 

 

 

 

9

 

Soy mi mejor amigo

 

 

 

 

10

 

Con frecuencia soy amable conmigo mismo

 

 

 

 

 

 

Las personas que son felices y tienen éxito indudablemente tienen ese amor en sus vidas. También poseen algo que es igualmente importante en el camino del liderazgo: conciencia de sí mismos, que les va a permitir tener la perspectiva necesaria de saber cuándo deben cambiar hacia mejores formas de pensamiento y de comportamiento

No hay comentarios:

Publicar un comentario