miércoles, 21 de mayo de 2025

NO SEAS UN LÍDER “AUTÉNTICO”

 


Graham Ward en INSEADKnowledge del pasado 6 de mayo defiende que el líder debe ser claro en la defensa de sus ideas, pero flexible en la forma de expresarlas.

El liderazgo auténtico es un tema que surge con frecuencia en sesiones de coaching en el caso delos líderes senior que han sido instruidos para demostrar un liderazgo heroico y lleno de coraje, pero también para mostrarse humanos y vulnerables. Estas dicotomías afloran de una gran variedad de formas, como por ejemplo: optimismo u honestidad ante una situación de crisis, sinceridad u ofuscación cuando un empleado tiene un bajo desempeño, comunicación directa o deferencial. ¿Cuál escoger?

Como siempre la respuesta es sencilla pero compleja. Es aconsejable comenzar de dentro a fuera, con un sentido claro de nuestros valores. Conocer nuestras fortalezas y debilidades no significa que debamos compartir todo este conocimiento. Pero ser honesto sobre lo que todavía tenemos que aprender indica tanto humanidad como deseo de crecer.

Si, por el contrario operamos de fuera a dentro, tenderemos a vernos envueltos en la política y en los estados cambiantes de la organización y terminaremos reaccionando ante los demás en lugar de actuando desde nuestros propios principios.

Es importante considerar, también, que es lo que va a crear valor sostenible a largo plazo y utilizarlo como la lente constante a la hora de liderar nuestro equipo u organización. Recordar regularmente a las personas cuál es el propósito de su trabajo y la diferencia que éste va a marcar, ayuda a que nos mantengamos con los pies en la tierra. Ayuda, asimismo, a evitar caer atrapados en el pensamiento a corto plazo y en la microgestión.

Los líderes deben mantenerse fieles a sus valores pero, como hemos comentado más arriba, deben ser flexibles a la hora de comunicarlos. Puede ser necesario cambiar la forma en la que comunican sus pensamientos y sentimientos dependiendo del contexto, pero siempre de manera que no puedan plantearse dudas sobre cuáles son éstos.

Es importante recordar lo que los políticos con frecuencia olvidan: el liderazgo es un servicio los demás. Este servicio se debe ofrecer a través de decisiones basadas en lo que es mejor para muchos en un momento determinado. El autor destaca que utiliza la palabra muchos y no mayoría, porque el liderazgo no es un concurso de popularidad. En ocasiones se tienen que tomar decisiones duras y en esos momentos el líder debe mantener sus principios y ser sincero y honesto.

La autenticidad sin empatía puede parecer autoindulgencia y no es inspiradora. Los líderes deben juzgar cuándo y cómo mostrarse auténticos en función de las necesidades emocionales de sus equipos.

Al mismo tiempo deben respetar los límites profesionales. El contexto importa. Algunas situaciones requieren un cambio en el tono para adaptarse a la audiencia, pero eso no implica compartir en exceso o utilizar un comportamiento no profesional fuera de las normas del entorno laboral.

La autenticidad siempre va a ser un problema complicado para los líderes. La clave se centra en que el líder se mantenga anclado en sus valores principales, que le van a guiar para saber como mostrarse y liderar en cualquier situación.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario