"Experiencia es el nombre que damos a nuestros errores". Esta frase de Oscar Wilde plantea la reflexión de que tendemos a aceptar nuestros errores y a contemplarlos como una fuente de aprendizaje para justificarnos. Eliminando la ironía de estas palabras y considerando que todos cometemos errores y que nos tienen que servir para mejorar, indudablemente es mejor no cometerlos.
En el boletín del 20 de marzo de "Mind Tools" uno de sus artículos presenta 10 de los errores más frecuentes que cometen los directivos y da claves para evitarlos. Estos son:
1.- No dar feedback a los colaboradores, lo que va a privarles de la oportunidad de mejorar su desempeño. Para evitarlo hay que procurar facilitar feedback regularmente al equipo y a los profesionales.
2.- No tener tiempo para el equipo . Se puede evitar facilitando la accesibilidad reservando de forma rutinaria tiempo para el equipo, practicando la escucha activa con los miembros del mismo, buscando ocasiones para relacionarse con ellos y utilizando la inteligencia emocional para detectar y atender a las necesidades y problemas de los colaboradores .
3.- Evitar el "micromanagement". Muchos directivos tienden a considerar que no deben inmiscuirse mucho en los asuntos de sus colaboradores. Pero esa política de excesivo "laissez faire" y falta de seguimiento puede llevar a que los objetivos no se cumplan o lo hagan de forma equivocada.
4.- Ser muy amistoso. Es necesario encontrar el equilibrio entre ser amigo y ser jefe, para lo cual hay que fijar unos límites claros que deben ser conocidos por todos los miembros del equipo. Dirigir implica en numerosas ocasiones la necesidad de tomar decisiones que pueden resultar duras para algunos miembros del equipo y que no se pueden obviar por motivos afiliativos. Los colaboradores pueden también confundir una actitud abierta y amistosa con una falta de autoridad y pueden intentar sacar provecho de esta situación.
5.- No definir unos objetivos claros al equipo. Si los miembros del mismo desconocen qué es lo que tienen que hacer y para qué lo hacen la productividad evidentemente será muy deficiente. Es necesario establecer un plan de actuación claro en el que todos conozcan los objetivos generales e individuales, los recursos que van a tener a su disposición, los resultados esperados y el cronograma para su realización.
6.- Desconocer los factores que motivan a los miembros del equipo. La tendencia más cómoda es pensar que la motivación es exclusivamente económica, evitando buscar otras motivaciones más intrínsecas y trascendentes.
7.- No seleccionar adecuadamente a los miembros del equipo. Integrar en un equipo a personas poco productivas, poco colaboradoras o que no tienen las competencias requeridas para el trabajo a realizar puede lastrar de forma importante la labor del mismo y ocasionar un alto nivel de frustración y desmotivación entre sus miembros.
8.- No ser un modelo y un ejemplo para sus colaboradores. El equipo puede tomar como modelo de conducta la que el directivo manifieste. Si éste no es íntegro y coherente no va a poder pedir a los profesionales que lo sean. El ´líder tiene que ser consciente de que está permanentemente en el punto de mira de sus colaboradores y que tiene que actuar de la forma en que quiere que estos actúen.
9.- No delegar. Muchos directivos no delegan porque piensan que sólo ellos pueden hacer las cosas correctamente. Esta actitud provoca "cuellos de botella" en las organizaciones y desmotiva a los profesionales, evitando su desarrollo profesional, al mismo tiempo que sobrecarga al directivo y evita que se dedique a las cuestiones que verdaderamente son de su responsabilidad.
10. - No tener claro el rol de directivo. Al asumir funciones directivas las responsabilidades que se asumen son distintas de las que se tiene en un puesto no ejecutivo. Liderar supone desarrollar una serie de competencias y utilizar unas habilidades específicas necesarias para ejercer de forma eficiente este rol.
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