Peter Fuda, fundador de"The Alingment Partnership "y autor de "Leadership
Transformed: How Ordinary Managers Become Extraordinary Leaders"
en HBR Blog del pasado 7 de octubre planteaba cómo los líderes pueden
hacer que aflore y posteriormente mantener el cambio, tanto a nivel personal,
como en sus organizaciones.
Encontró una respuesta poco convencional a esta pregunta: utilizando metáforas. Junto a Richard Badham escribió sobre ellas en dos artículos en HBR, "Fire, Snowball, Mask, Movie: How Leaders Spark and Sustain Change" y"Master Chef, Coach, Russian Dolls: How Leaders Spark and Sustain Change, Part 2".
1.- FUEGO: representando la ambición, entendida
como las fuerzas que inician una transformación personal u organizacional y las
mantienen a lo largo del tiempo. La literatura convencional sobre gestión del
cambio sugiere que el miedo es un motivador necesario y hasta deseable, pero el
autor destaca que sus investigaciones muestran que aunque el miedo puede
facilitar la chispa inicial que desencadena una acción, la ambición es un
motivador más importante. Los cambios mantenidos necesitan el combustible de
una ambición ardiente para encender y avivar el entusiasmo por la nueva
situación.
2.- BOLA DE NIEVE: representa un ciclo de
responsabilidad mutual que crea las condiciones para el cambio. Empieza a rodar
cuando el líder se abre al escrutinio de sus subordinados y les pide su apoyo.
Este acto de humildad se interpreta como valiente e inspira a sus colaboradores
a seguirle. Al irse incorporando a este
proceso cada vez más miembros del equipo y los que lo intentan
entorpecer son expulsados, la bola de nieve, sigue rodando, se vuelve más
compacta y resulta casi imposible detenerla.
3.- PELÍCULA . Significa que , si un
líder quiere cambiar tiene que salir de sí mismo y mirar hacia atrás y
contemplarse como si se estuviese viendo en una película en la que es el actor
principal y tiene la oportunidad de revisar sus acciones. Esta metáfora anima a
los líderes, por tanto, a visualizar y reproducir su comportamiento, a “editar”
su desempeño y a “dirigir” una nueva historia más acorde con su visión. Al
inicio de su investigación con altos directivos
estos con frecuencia parecían estar actuando de forma repetitiva,
perpetuando su propio desconsuelo y tristeza. El primer cambio que abordaron
fue el compromiso de evaluar sus comportamientos tras un evento o interacción,
en solitario, con un coach o con colaboradores de confianza, para reflexionar
sobre qué cosas podrían haber hecho de forma diferente. Con el tiempo
aprendieron a “editarse” en tiempo real y a “hacer una película” que obtuviese
mejores resultados.
4.- MÁSCARA. Implica ser conscientes de la
necesidad de buscar la autenticidad y evitar fingir lo que no somos. Existen
dos maneras en las que los líderes llevan máscaras. Una consiste en esconder
las ineptitudes y defectos bajo la fachada brillante de lo que esperamos de un
gran líder. La otra adopta la
personalidad en el trabajo que se supone que favorece el éxito. Ambos
tipos minan la confianza y la eficiencia. Crean, además un conflicto interno
mientras los líderes luchan por alinear sus vidas personales y profesionales.
5.- MASTERCHEF. Esta metáfora se refiere a cómo
los líderes herramientas y estrategias, el equivalente a recetas, utensilios y
formas de cocinar, para pasar de ser un "cocinero amateur" a un
"masterchef". La investigación de los autores sugiere que la
utilización de estos elementos permite la transformación de los líderes.
Significa la adaptación al entorno igual que un chef cambia sus recetas según
la estación del año y el ser más intuitivo en la utilización de las estrategias
de liderazgo igual que los chefs cocinan con mayor creatividad y espontaneidad
cuando sus técnicas pasan a convertirse en una segunda naturaleza. Para poder
utilizar esta metáfora nos podemos preguntar si estasmos entendiendo bien las
estrategias y acciones (métodos de cocina) que pueden acercar el espacio que
existe entre nuestra intenciones y nuestro impacto, si nuestras herramientas
(utensilios) sirven para equilibrar la necesidad de rigor y de accesibilidad y
si el marco en el que nos movemos se adaptaría bien al cambio(recetas según
temporada).
6.-
COACH, apoyo interno y externo. En
esta metáfora el líder es el capitán de
un equipo, que se apoya en la labor de unos coaches (otros directivos o
consultores externos), jugadores(colaboradores que aportan feedback a tiempo
real) y partidarios( familiares y amigos ajenos al mundo laboral, que aportan
energía y ánimos, pero que también son capaces de manifestar su desagrado con
un pobre desempeño). El estudio sugiere que lo que más necesitan los altos
directivos es un "coaching staff" con un interés demostrado en su
éxito, como si fuese un equipo deportivo. Las preguntas a hacer serían en este
caso:
"¿Estamos abiertos a un feedback directo
sobre nuestro estilo de liderazgo?"
"¿A qué consultores, colaboradores y
familiares podemos implicar para que actúen como coach nuestro?"
"¿Cómo puedo crear un interés mutuo y un
clima de confianza con este grupo de coaching?"
7.-MUÑECAS RUSAS. Esta metáfora alude al contexto organizacional. La muñeca más pequeña
se refiere a las aspiraciones personales del líder, a su salud y bienestar. La segunda
muestra al líder en su trabajo y las
posteriores van incluyendo las transformaciones que se esperan de su equipo
ejecutivo, y así hasta llegar a la organización en su conjunto y a su entorno.
Los resultados más positivos surgen cuando todas las muñecas encajan entre sí.
Las preguntas que podemos hacernos son:
"¿Qué grado de alineación tienen nuestras
aspiiraciones personales con los imperativos del rol de líder?"
"¿Qué grado de alineación existe entre
nuestro liderazgo y los objetivos de la organización?"
"¿Cuáles son las oportunidades que se
presentan para conseguir una alineación entre los objetivos de todos?"
Estos siete conceptos ayudaron a todos los altos
directivos que estudiaron en su investigación y posteriormente en su trabajo de
asesoría, a hacer la transición de ser
ineficientes a eficientes, de fracasados a triunfadores, de frustrados a
reconocidos.
Curiosamente la metáfora que despierta más interés es la de la máscara.
Fuda destaca que, en su trabajo
con ejecutivos esta máscara es particularmente relevante en el caso de las
mujeres, que en muchas ocasiones adoptan roles más masculinos para sobrevivir
en sus trabajos.
Como conclusión de su estudio
los autores recomiendan que los líderes identifiquen sus ambiciones ardientes,
que creen una bola de nieve de responsabilidad alrededor de ellos para
alcanzarlas y que abandonen las máscaras que evitan lograr el éxito, mientras
constantemente revisan y editan su historia como lo haría cualquier director de
cine.
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