Jamie Smart, consultor,
autor de numerosos libros y defensor de los principios de “Innate thinking”, en
su libro “Clarity. Clear mind-Better Performance-Bigger results” plantea que la
claridad es el estado natural de nuestra mente, no es algo que hacemos, es algo
que tenemos. Nuestra mente tiene su propio sistema de auto-limpieza capaz de
guiarnos de vuelta a la claridad independientemente del estado o las
circunstancias en que estemos. El problema es que cuando vamos creciendo nos
van condicionando para que lo eliminemos, por lo que Smart propone adoptar el
modelo de “Innate Thinking”.
Nuestra claridad mental
está siendo atacada, las redes sociales, los hipervínculos, los
mensajes,….consumen vorazmente nuestra atención y terminan congestionando
nuestras mentes, ocasionando estrés, falta de confianza en nosotros mismos,
malas decisiones y con el tiempo relaciones tirantes, metas confusas, mal
desempeño y potencial no desarrollado.
Esta congestión mental,
también, produce unos costes dolorosos tanto a nivel individual a nivel
individual en forma de ansiedad, distracciones y conflictos como organizacional
donde van a originar el descenso de la productividad,
la falta del compromiso de los profesionales y absentismo laboral por enfermedades relacionadas con el estrés. Pero existe, también, otro
precio mayor (aunque menos visible) a pagar en términos de oportunidades
perdidas y creatividad desaprovechada.
Smart plantea que para
luchar contra la falta de claridad fundamentalmente hay que ser consciente de:
I.-
LAS MALAS INTERPRETACIONES: LA TRAMPA OCULTA.
Una de las barreras más
comunes a la claridad es el pensamiento supersticioso. Cuando una persona cree
profundamente en una superstición, ésta va a condicionar sus creencias actos y
forma de comportarse. Si una cultura cree en una superstición ésta se refuerza
por todas partes. Por ejemplo en el siglo diecinueve se aceptaba que
enfermedades del tipo del cólera o la peste estaban ocasionadas por “malos
aires” o “miasmas”. John Snow, Joseph Lister e Ignatz Semmelweis fueron capaces
de ver más allá de esas falsas supersticiones y crearon la teoría de los
gérmenes, fundamento de la medicina moderna.
La mala interpretación
que Smart llama “la rueda oculta del hámster” es la idea equivocada de que aspectos centrales para nuestra vida tales
como la seguridad, la paz, el amor, la felicidad o el éxito pueden ser
facilitados o amenazados por nuestras circunstancias por algo “visible”:
“Seré
feliz/mejor/triunfador/…..cuando yo….
a).- Tenga el
coche/yate/ casa,,,,,- cosas
b).- Encuentre el
trabajo/hobby/deporte/….adecuado –acciones
c).- Tenga la
pareja/hijos/amigos,…..adecuados –personas
d).- Escriba un
libro/aprenda un idioma/monte una
empresa,…- logros
e).- Pueda coger un año
sabático/viajar alrededor del mundo/comer en los mejores restaurantes,…. –
estilos de vida
f).- Consiga tiempo
libre/libertad económica/libertad social,….- libertad
g).- Pierda peso/deje
de fumar/haga deporte,…..- mejora personal
h).- Medite
adecuadamente/ encuentre mi inspiración,…- espiritualidad
Estos son algunos
ejemplos de situaciones que hemos podido experimentar, pero siempre sentimos
que por muy cerca que estemos de alcanzarlas siempre nos falta algo, que puede
que nos impida que disfrutemos plenamente de nuestras vidas o impide que
vivamos la vida que realmente queremos. Hemos caído en una trampa que es muy
sutil, por lo que la mayoría de nosotros no la hemos percibido.
Esta trampa de “Seré
feliz cuando……”, es un ejemplo con el que la mayoría de las personas nos
podemos identificar ya que caemos en ella con frecuencia. El estado y las circunstancias
pueden variar pero la estructura de la superstición es la misma:
“Seré (estado ) cuando tenga
(circunstancia)”
Está basada en una
estructura aún más sencilla: Las
circunstancias ocasionan los estados principales. Como piezas de Lego esta estructura
simple puede utilizarse para ensamblar todo tipo de estructuras mayores:
“No podré ser (estado
central) si pierdo (circunstancia)”
“Soy(estado) debido a
(circunstancia)”
“No podré ser (estado)
porque no tengo (circunstancia)”
Puede presentarse de diversas
formas pero en el fondo estas creencias están basadas en la idea de que
nuestras experiencias vitales proceden de las circunstancias, de algo
relativamente visible.
Cuando el autor habla
de circunstancias se refiere al entorno físico (hogar, lugar de trabajo,
destino de vacaciones,….), lo que la persona hace ( trabajo, hobbies,
deportes,…), técnicas que utiliza (meditación,…), objetos (casas, coches,
yates,…), estatus ( puesto de trabajo, premios,…), riqueza material (dinero,
acciones,…), personas (parejas, amigos, familia,…), etc.
En ocasiones tendemos a
creer que hemos superado estas ideas, pero en realidad las hemos reemplazado
por otras en apariencia más trascendentes:
“Seré feliz cuando
cambie mis creencias limitantes”.
“Me sentiré pleno
cuando sepa que mi vida tienen un sentido y que estoy realizando el trabajo que
amo”.
“Seré capaz de
divertirme cuando me retire”.
Las circunstancias
pueden ser distintas por la estructura supersticiosa se mantiene: las
circunstancias crean nuestro estado. Una vez más estamos siendo condicionados
hacia un pensamiento supersticioso en el que nuestra claridad, seguridad y
bienestar procede de factores externos a nosotros. El truco de la mente que nos
dice que nuestros sentimientos proceden
de algo ajeno a nuestro pensamiento es persuasivo y persistente.
Para escapar de esta
trampa dañina y adictiva Smart propone seguir explorando, conectar con otros,
compartir los descubrimientos y profundizar en nuestro entendimiento.
II.-
EL PODER DE LA PERCEPCIÓN.
“No podemos enseñarle
nada a nadie, solo podemos ayudarles a que ellos vayan descubriendo”
Galileo Galilei
A la mayoría de las
personas nos han enseñado a leer
escuchar y aprender para adquirir información y no para captar aspectos
más profundos. Smart pone como ejemplo la diferencia entre leer para conseguir
información y leer para percibir y lograr una visión más profunda. Plantea que
cuando la mayor parte de nosotros leemos estamos tratando de encajar lo que
estamos leyendo con lo que ya sabemos para que se ajuste en nuestra estructura
cognitiva. Esto es leer buscando información que confirme lo que ya sabemos.
Pero existe otra forma de leer que consiste en hacerlo de forma que deje
espacio para que el conocimiento intuitivo que ya existe en nuestra mente emerja
y seamos conscientes de él.
Leer para obtener
información resulta útil cuando estamos evaluando datos y tomando decisiones
sobre su validez. Pero el enorme incremento de la información disponible hace
que si leemos de esta forma estamos contribuyendo a aumentar nuestra congestión
mental y nos estamos alejando de la claridad. Una persona que lee de esta forma
tiene ya “algo en la mente” por lo que ésta no se siente libre para hacer lo
que sabe hacer mejor: generar pensamientos claros y frescos.
Si leemos para percibir
lo hacemos sin “nada en nuestra mente” y nos relajamos y permitimos que lo que estamos leyendo nos
impacte. Cuando leemos o escuchamos de
esta manera podemos ir más allá de las palabras escritas o habladas y captar lo
que el orador o autor quiere realmente decir. Permitimos que nuestro
conocimiento intuitivo aflore desde el
interior de nuestra mente. Se puede manifestar de muchas maneras, como
por ejemplo:
a).- La intuición que
hace que sepamos que debemos tomar determinada decisión.
b).- El sentido común
que nos saca de situaciones conflictivas.
c).- La intuición que
nos conduce a un éxito inesperado.
d).- La percepción
súbita que hace que tomemos decisiones que pueden cambiar nuestras vidas.
e).- La sensación de
seguridad que hace que hagamos las preguntas correctas.
f).- El “momento de
claridad” que hace que el adicto abandone sus adicciones.
g).- La inspiración que
nos da fuerzas y energías.
h).- La sabiduría
interior que nos guía a través de situaciones en las que nuestras antiguas ideas
ya no sirven.
i).- La idea creativa
que lleva las cosas en otra dirección.
j).- La percepción o
intuición que nos ayuda a resolver un problema que parecía que no tenía
solución.
El poder real para
lograr claridad en nuestras mentes está en ser capaces de crear un contexto en
el que el conocimiento intuitivo, aquel que ya tenemos dentro de nosotros
emerja y consiga marcar una diferencia en nuestras vidas.
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