Rebecca Knight en HBRblog del pasado 12 de septiembre plantea que el dicho: “Sólo tienes una ocasión
de crear una primera impresión” es cierto en la mayor parte de las situaciones,
ya sean entrevistas de trabajo o de ventas. Las primeras impresiones son
importantes porque son rápidas y cómo mantiene
Whitney Johnson, autora de
“Disrupt yourself: Putting the power of disruptive innovation to work”, somos
capaces de hacer juicios, sobre otras personas, en nanosegundos y una vez que
esa impresión se ha formado es muy difícil modificarla.
La autora propone las
siguientes estrategias para lograr que los demás tengan una buena impresión de
nosotros desde el principio:
1.-
Preparar temas de conversación. Antes de encontrarnos
con alguien a quien no conocemos debemos hacer nuestros deberes e intentar
conocer datos sobre nuestro futuro interlocutor: quién es, cuáles son sus
intereses y que puede querer de nosotros. Nuestro objetivo, según Johnson es
“mostrar que entendemos el problema que la otra persona está tratando de solucionar
y cómo nuestras competencias nos permiten ayudarle”. Otro enfoque
consiste, según Dorie Clark, en preparar
aquellos temas que consideramos que son importantes y que queremos que surjan
durante la conversación. Éstos variarán dependiendo de la situación, pero en
general deben mostrar nuestro conocimiento, habilidades de planificación
estratégica y comprensión de la situación.
2.-
Ser conscientes del lenguaje corporal. Al conocer a alguien
puede ser normal que estemos nerviosos, pero no debemos mostrar esa ansiedad,
sino que nuestro lenguaje corporal debe irradiar confianza y comodidad con la
situación. Clark sugiere caminar dando grandes zancadas, sentarse erguido,
caminar erguido como forma de incrementar nuestra confianza. Si se trata de
reuniones importantes puede resultar de utilidad grabarnos previamente y
observar cómo actuamos para poder corregir posibles defectos.
3.-
Mostrar nuestras fortalezas. Pedir la opinión a los
amigos o a compañeros de confianza sobre cuáles son nuestras fortalezas y los aspectos
que más les gustan sobre nosotros y tratar de mostrarlos al encontrarnos con
alguien nuevo, presentando evidencias que los avalen.
4.-
Encontrar puntos en común. Pueden ser superficiales como el
haber estudiado en la misma universidad, tener hijos de la misma edad o haber
leído el mismo libro recientemente. El objetivo es crear una conexión a nivel
humano.
5.- Procurar resultar interesantes. Clark opina que: ”El error más
común que las personas cometemos cuando tratamos de producir una buena
impresión es pensar que debemos impresionar a la otra persona con su amplia
cultura y conocimientos”. Pero el objetivo no debe ser deslumbrar sino mantener
una conversación que resulte interesante y atractiva en la que participe el
otro y escuchar lo que éste tiene que decir. Cuanto mejor hagamos que se sienta
una persona mejor impresión va a tener de nosotros. No tenemos que olvidar que
a las personas les gusta hablar sobre sí mismas por lo que se pueden hacer
preguntas abiertas sobre lo que piensan y sienten y sobre lo que les apasiona. De
esta forma el espíritu de camadería surge espontáneamente.
6.-
Hacer un seguimiento. Si queremos que una buena impresión
se mantenga es recomendable remitir una nota de agradecimiento en la que mostremos
que hemos reflexionado sobre la conversación mantenida y que hemos aprendido de
ella. Si la persona está en las redes sociales indicar que nos gustaría
conectar con ella, compartir en las redes artículos o blogs en que hablen de
ellos o de su organización, …
Buen aporte, muchas gracias.
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