Mike Erwin en hbr.org del
pasado 1 de agosto plantea que diversas investigaciones han puesto de
manifiesto que una persona toma aproximadamente 2.000 decisiones por hora. La
mayoría son menores y son automáticas o instintivas como por ejemplo cómo vestirnos
para ir al trabajo o cuándo comer algo. Pero muchas pueden necesitar una
reflexión seria y tener consecuencias serias si no son adecuadas. Por tanto
tomar buenas decisiones es muy importante, en todas las facetas de nuestra vida
para garantizar entre otros aspectos nuestra seguridad, bienestar, relaciones,…
El autor ha encontrado
que los siguientes factores afectan negativamente la toma de decisiones y por
lo tanto cuando tengamos que tomar decisiones trascendentales debemos estar
alerta ante:
1.-
FATIGA MENTAL. Hasta
las personas con más energía no tienen energía mental inacabable. Nuestra
capacidad para el desempeño de tareas mentales y tomar decisiones se va
agotando cuando se utiliza de forma continuada. Uno de los estudios más famosos
sobre el tema mostraba que a los prisioneros se les suele conceder con mayor
frecuencia la libertad condicionada cunado la decisión se toma por la mañana.
Para contrarrestar este
efecto debemos identificar as decisiones más importantes que tenemos que tomar
y procurar priorizar el tiempo para intentar tomarlas cuando nuestros niveles
de energía son más elevados.
2.-
ESTADO DE DISTRACCIÓN MANTENIDO. El tsunami tecnológico
de la última década ha creado un entorno en el que la información y la
comunicación nunca cesan. Los investigadores sobre el tema estiman que nuestras
mentes procesan en la actualidad un volumen de información 5 veces mayor a l de
1986. Consecuentemente muchos de nosotros vivimos en un estado continuo de
distracción y luchando por centrarnos.
Para amortiguar esta
situación debemos intentar dedicar tiempo diariamente a desconectar del flujo
constante de información y no consultar los correos, noticias, redes sociales,
etc, durante ese tiempo.
3.-
FALTA DE PARTICIPACIÓN Y OPINIONES. The Kellogg School of Management ha encontrado que en una reunión típica,una media de tres personas son
las que intervienen durante el 70% del tiempo, ya que como Susan Cain explica
en su libro “Quiet” muchos introvertidos evitan hablar en las reuniones hasta
que deciden qué es lo que quieren decir, lo cual puede ser un problema porque
con frecuencia son miembros del equipo que pueden aportar las mejores ideas ya
que dedican mucho tiempo a la reflexión.
Para contrarrestar esta
situación podemos enviar la agenda de la reunión con la suficiente antelación
para que todos los participantes tengan tiempo de preparar sus contribuciones y
trabajar para crear una cultura en las reuniones que permita la participación
de todos.
4.-
MULTITAREA. Existen pocos puestos de trabajo en el
mundo actualmente que no requieran algún tipo de multitarea.Aunque esta sea la
realidad las investigaciones demuestran que el desempeño, incluida la eficacia
de la toma de decisiones se resiente hasta en un 40% cuando nos centramos en
dos tareas cognitivas al mismo tiempo.
Cuando tengamos que tomar
decisiones importantes debemos reservar tiempo para dedicarnos a una tarea
exclusivamente.
5.-
EMOCIONES. Experimentar frustración, ira, alegría, etc,
constituye una parte fundamental de la experiencia humana diaria. Pero en sus
momentos más álgidos pueden obstaculizar nuestra capacidad de tomar decisiones.
Hablar o responder a un correo cuando nos sentimos muy irritados puede generar
una situación complicada porque nuestras palabras no van a ser las correctas.
Para contrarrestar este
efecto debemos prestar atención a nuestro estado emocional y centrarnos en el
autocontrol, resistiendo la tentación de responder a las personas o tomar
decisiones cuando estamos muy alterados emocionalmente. Podemos practicar el
abandonar el ordenador o colgar el teléfono y responder o abordar la toma de
decisión cuando seamos capaces de pensar más tranquila y serenamente.
6.-
PARÁLISIS POR EL ANÁLISIS. Debido al exceso de información que
tenemos que considerar cada vez tardamos más en tomar una decisión. Aunque éste
proceso debe ser exhaustivo la mejor manera de tomar decisiones no suele
consistir en dedicar más tiempo a él o buscar más información. En lugar de ello
podemos revisar al información pertinente que necesitemos, marcar un plazo
límite para tomar la decisión y mantenerla.
Las decisiones que
tomamos determinan nuestra realidad. Impactan directamente en cómo empleamos nuestro
tiempo y en qué información procesamos o ignoramos, moldean nuestras relaciones
y contribuyen a nuestro nivel de energía y en el grado de eficiencia
alcanzaremos en varios aspectos de nuestras vidas.
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