Josh Bersin en “The seven secrets of the world´s mostenduring, employee – focused organizations”, que estamos comentando plantea que
el 5º secreto de las organizaciones irresistibles es:
V.-
DESARROLLO Y CRECIMIENTO PROFESIONAL NO PROMOCIÓN
Las compañías
irresistibles, como hemos visto en entradas anteriores, se centran en las
personas y en el trabajo, no en las jerarquías y los puestos. Definen su éxito
por los resultados que obtienen, los clientes a los que sirven, la marca que
han creado y el trabajo que ofrecen, mientras añaden valor de todas las formas
posibles.
Las organizaciones con
el desempeño más alto se caracterizan todas por adoptar una cultura de
aprendizaje. Sus profesionales disponen de tiempo para aprender, cuentan con una cultura de compartir y de desarrollo y los
directivos y managers actúan como mentores, coaches y educadores.
El aprendizaje organizacional
se puede presentar de muchas formas. En algunos casos consiste en que los
equipos dediquen tiempo para mirar hacia atrás y ver en qué han podido
fracasar, en otros casos puede ser la asignación de un nuevo puesto a un
profesional para que desarrolle nuevas habilidades, y en otros puede implicar
realizar un curso, completar una evaluación o encontrar un mentor.
En todas las compañías
existe la duda de si dedicar tiempo a la ejecución o al aprendizaje. Thomas Watson,
fundador de IBM, entregaba a todos sus trabajadores tarjetas para el escritorio
con el siguiente mensaje: PIENSA, porque mantenía que estar ocupado no hacía
que una compañía creciese, mientras que el pensar cómo hacer las cosas mejor si
lo lograba.
Las organizaciones
irresistibles, por tanto, se centran en el crecimiento de sus profesionales, en
lugar de en su promoción, como estrategia de aprendizaje. Esto implica optimizar
el crecimiento en todo lo que hacemos, y que la promoción evidentemente va a existir
pero en lugar de ser la meta va a ser el resultado, ya que las personas saben
que cuando están aprendiendo y mejorando sus habilidades, su valor en el
mercado se va a incrementar, aunque no varíe el nombre de su puesto de trabajo.
Las carreras
profesionales están, en la actualidad experimentando grandes cambios, ya que
como el desarrollo tecnológico es dinámico, todos en cualquier función deben aprender
constantemente nuevas formas de ejercer sus tareas. No resulta sorprendente el
hecho de que las habilidades técnicas experimenten una alta demanda, pero
también lo están siendo aquellas relacionadas con ventas, servicio al cliente,
asistencia sanitaria y gestión de proyectos. Una buena carrera es aquella que
consigue juntar a todas estas habilidades.
La mayor parte de los
profesionales entienden que la primera razón que dan las personas cuando
abandonan una compañía es que no están aprendiendo nada. Para los millennials,
por ejemplo, la oportunidad de aprender y avanzar en su desarrollo profesional
es tres veces más importante que el salario a la hora de recomendar su compañía
como un buen lugar para trabajar, lo que tiene una gran repercusión para la
retención y el compromiso.
A un nivel organizacional
si no somos capaces de atraer y retener
a las personas con mayores habilidades
estamos sentenciados a quedarnos atrás. En un plano personal el desarrollo de
carrera es esencial en nuestras vidas. Un estudio realizado por LinkedIn en
2018 encontró que lo que las personas quieren aprender primero son habilidades
que les ayuden a mejorar en sus trabajos, seguidas de aquellas que les permiten
ser mejores líderes y las que les faciliten obtener un equilibrio entre sus
vida profesional y la personal.
El enfoque de las
carreras profesionales ha cambiado radicalmente. Al comienzo del siglo pasado y
durante las décadas de los 50 y 60 el modelo de carrera era el siguiente: del
colegio se pasaba a la universidad o a formación profesional y luego al trabajo,
donde se permanecía 30 años aproximadamente hasta la jubilación. El problema
con este modelo es que ahora vivimos mucho más y también que cualquier carrera,
puesto de trabajo y compañía que escojamos tienen muchas probabilidades de
cambiar, desaparecer o transformarse radicalmente durante nuestras vidas. En la
actualidad, por ejemplo, solo dos tercios de los estadounidenses se jubilan a
los 65 años, ya que las condiciones de salud de los mayores de 60 años han
mejorado mucho y estos profesionales tienen todavía mucho que ofrecer. Otro inconveniente
de este modelo es que asume que la
formación ya no es necesaria una vez que empiezas a trabajar.
Las organizaciones irresistibles
están analizando cómo apartar este modelo. Se están centrando en el crecimiento
individual, no en la promoción, de forma que el profesional pueda avanzar
en relación a responsabilidades, conocimientos, aprendizaje y salarios sin
necesidad de verse forzado a ascender por la pirámide jerárquica. Actualmente
se sabe que una carrera gratificante implica aprendizaje formal, asignación de
responsabilidades retadoras, nuevos proyectos y oportunidades para contribuir
en la organización a través de la participación en diferentes equipos. Las personas
pueden experimentar una sensación de progreso continuo, aprender nuevas
habilidades y ser progresivamente más valoradas sin necesitar un ascenso
coreografiado por las jerarquías directivas. Las carreras pueden ser así
consideradas como experiencias no escaleras de ascenso.
Este cambio tiene implicaciones
significativas para las organizaciones. Para empezar implica modificar las
jerarquías de ascenso profesional para incorporar el aprendizaje continuo, que
permite que los profesionales adquieran habilidades según demanda, exploren
nuevas disciplinas y aprendan de sus compañeros. También significa que los departamentos de
desarrollo o universidades corporativas no son solo centros de aprendizaje sino
responsables del aprendizaje externo e interno de diversas maneras. Por ejemplo
podemos considerar que el aprendizaje corporativo actual tiene más similitudes
con Netflix que con el catálogo de una universidad ya que buscamos y
encontramos el canal de aprendizaje o programa que queremos, seguimos a los
expertos que admiramos y aprendemos cuándo y dónde queremos. La organización
tiene que construir una serie de estrategias que faciliten el aprendizaje
continuo, no solo cuando se asiste a aun curso.
Evidentemente el
aprendizaje formal sigue siendo importante, pero actualmente se realiza de distintas
formas, por ejemplo utilizando experiencias, expertos, simulaciones y hasta
realidad virtual.
Esta demanda de
aprendizaje continuo es también importante no solo porque ayuda a los profesionales
a mejorar sus propias habilidades y carreras individuales, también ayuda a que
las organizaciones se protejan de la obsolescencia, al cambiar continuamente
las necesidades de los puestos de trabajo.
El autor y sus
colaboradores han desarrollado un marco
para el aprendizaje que refleja el hecho de que el crecimiento y desarrollo
de los profesionales se basa en:
1.-
La educación o formación
Formación formal o informal,
presencial u online, ofrecida normalmente a través de cursos o programas
formativos formales.
2.-
La experiencia, a través de proyectos y puestos de trabajo
Asignación de proyectos
y tareas que permiten a los profesionales adquirir las habilidades y la
confianza necesaria para trabajar en nuevas áreas.
3.-
La exposición a las palabras de los demás a través de los mentores, coaches y
compañeros
Oportunidades para que
los profesionales se reúnan y conozcan a líderes, expertos internos, compañeros
y líderes expertos externos para aprender, desarrollar y expandir sus
perspectivas.
Dedicar tiempo y
energía a construir relaciones y a entender cómo funciona la compañía es uno de
los pilares de una carrera profesional prospera. La organización debe
asegurarse de conceder a los profesionales los incentivos, tiempo y recompensas
para que se reúnan con los demás y así entiendan bien a la compañía y fomenten
la colaboración y el compañerismo entre sus miembros.
4.-
El entorno en el que la organización da a sus profesionales tiempo, recompensas
y oportunidades de aprendizaje
Conjunto de prácticas
de gestión y culturales que facilitan el aprendizaje, que incluyen, por
ejemplo, sesiones de coaching de los
directivos, la demostración de que el aprendizaje es valorado, reserva de
tiempo para la reflexión y conversaciones y análisis de los errores.
Crear una cultura de
aprendizaje exitosa requiere incorporar una filosofía de aprendizaje en todos
los aspectos de la organización. Los líderes deben pensar en todas las formas
en las que la cultura se manifiesta, como por ejemplo, si la compañía está
recompensando a los miembros de los equipos por dedicar tiempo a parar,
reflexionar sobre lo que ha ido mal si un proyecto falla o si simplemente
castiga al equipo. Las organizaciones irresistibles no ocultan los errores,
hablan de ellos abiertamente.
Bersin considera que
las mejores prácticas para instaurar una cultura de aprendizaje en una
organización son:
a).- Los líderes se muestran
abiertos ante las malas noticias.
b).- Los líderes
fomentan el que se hagan preguntas.
c).- Los procesos de
toma de decisiones están bien definidos.
d).- Se asignan a los
profesionales proyectos que van más allá de sus conocimientos actuales para
impulsar su desarrollo.
e).- Los profesionales
tienen influencia sobre el trabajo que realizan.
f).- La organización
valora y recompensa a los profesionales que aprenden nuevas habilidades.
g).- La organización
considera los errores y fallos como oportunidades de aprendizaje y ofrece oportunidades
estructuradas para la reflexión.
h).- La organización
considera que aprender nuevas habilidades constituye un uso valioso del tiempo.
i).- Los profesionales perciben
que el aprendizaje y el desarrollo de habilidades es un uso valioso del tiempo.
j).- Los profesionales se
responsabilizan activamente de su desarrollo personal.
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