Chiara Trombini, Winnie Jiang y Zoe Kinias en INSEAD Knowledge del pasado 3 de julio plantean que
cuando las personas se sienten apoyadas y seguras ayudan a construir una mejor
sociedad a largo plazo.
La necesidad de contar
con entornos de trabajo que sean verdaderamente inclusivos, amables y justos
está creciendo intensamente, por lo que los líderes deben crear entornos donde
los empleados se sientan empoderados para ayudarse unos a otros, apoyen
iniciativas de diversidad y contribuyan a las causas comunes.
Investigaciones previas
han ligado este tipo de comportamiento prosocial a rasgos de personalidad o al
impacto inmediato de determinados estilos de liderazgo, pero las
investigaciones de las autoras muestran que cuando las personas se sienten apoyadas
por los que les rodean ganan un sentimiento de “seguridad sentida” que les
motiva a ayudar a los demás, no solo en el momento, también a largo plazo. Este
tipo de seguridad es distinta de la seguridad psicológica, que puede cambiar
dependiendo de las características del grupo, mientras que la “seguridad
sentida” es generalmente más estable y opera a un nivel individual, basado en
las conexiones con otras personas y se moldea principalmente por el estilo de
apego sentido con un cuidador primario en la edad temprana, con apegos seguros
conduciendo a una mayor seguridad en la edad adulta. Pero investigaciones
muestran que relaciones establecidas más
tarde en la vida, como con las parejas, pueden influir también en este tipo de
seguridad.
Las investigaciones de las
autoras extienden esta idea al ámbito laboral mostrando la importancia de las relaciones
con los compañeros de trabajo. Sus hallazgos sugieren que existe una fuerte
relación entre recibir apoyo social y un compromiso a largo plazo para ayudar a
los demás, gracias al incremento en la “seguridad sentida”. Los líderes pueden
aprovechar estos descubrimientos para crear un entorno donde los empleados
consideren a su organización y a sus compañeros como una “base segura” que ofrezca
apoyo emocional, informativo e instrumental cuando surjan los desafíos. Para
ello deben:
1.-
Aumentar el apoyo “informativo”: ayudar a los profesionales a adquirir
conocimiento
En lugar de centrarse
en programas de mentoring formales, que las investigaciones sugieren tienen un
impacto limitado en la satisfacción en el trabajo, las organizaciones deben
centrarse en crear oportunidades de mentoring informales, mediante, por
ejemplo, la conexión entre trabajadores junior y senior. Estas relaciones crean
una sensación de seguridad y contribuyen significativamente al bienestar y al
progreso del liderazgo. Los líderes deben, pues, fomentar las iniciativas de
mentoring sin forzarlas y para ello deben:
a).- Hacer que el feedback sea
recíproco. Promover que todos compartan feedback para crear una dinámica de
aprendizaje en dos sentidos.
b).- Detectar y conectar talento. Proactivamente
presentar a empleados jóvenes o poco representados a colegas influyentes para que
puedan guiarles.
c).- Crear espacios para networking no estructurados. Reemplazar
eventos rígidos por reuniones casuales donde los empleados puedan juntarse con
compañeros de distintos departamentos o niveles. El foco debe estar en
construir relaciones no solo en el desarrollo de carreras.
d).- Reunir a personas alrededor de
historias. Fomentar el que los profesionales compartan momentos decisivos de
sus carreras en entornos informales.
2.-
Generar apoyo emocional: ayudar a que
los profesionales se sientan cuidados
Para crear un
sentimiento de unidad y de propósito compartido las compañías deben asegurar la
colaboración entre grupos y que los empleados que no se identifican con un
grupo específico tengan espacios para conectar. Para hacerlo los líderes deben:
a).- Facilitar la
colaboración entre grupos, organizando eventos conjuntos, tales como paneles de
discusiones o proyectos de equipo, que reúnen a grupos con identidades
distintas para favorecer la empatía y la comprensión compartida.
b).- Crear comunidades
basadas en distintos intereses y redes alrededor de habilidades profesionales o
hobbies.
c).- Ofrecer apoyo anónimo para mejorar
el bienestar. Crear plataformas confidenciales donde los empleados puedan
buscar apoyo emocional sin miedo a ser juagados y sin la presión de tener que
mantener una determinada imagen.
3.-
Ofrecer apoyo instrumental: ayudar a los profesionales de maneras prácticas
Incrementar la “seguridad
sentida” de los empleados formando a los líderes para que incluyan a los
miembros de sus equipos en proyectos de alto nivel y creando otras
oportunidades de visibilidad, lo que va a reforzar la inclusión, bienestar y
motivación de éstos. Para ello los líderes deben:
a).- Apoyar activamente al talento. En
lugar de aconsejar exclusivamente a los profesionales tienen que usar su
influencia para asegurar oportunidades de alto nivel para sus profesionales.
b).- Modela y normalizar la flexibilidad. Muchos
líderes apoyan en teoría el trabajo flexible pero no lo utilizan ellos mismos,
con lo que los empelados piensan que si lo hacen podrán ser penalizados.
c).- Fomentar una cultura de bienestar. Por
ejemplo compartiendo historias personales ( cuando sea apropiado) sobre cómo
han gestionado ellos el estrés o utilizando programas de bienestar para que
estos recursos resulten más accesibles a los profesionales.
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