Pia Lauritzen en
strategy+business del pasado 14 de febrero plantea que el liderazgo eficaz se
debe centrar en cómo compartir la responsabilidad en lugar de en asumirla o
cederla.
Las compañías globales, en
la actualidad, requieren líderes que entiendan la necesidad de la
responsabilidad distribuida y de un
sentimiento fuertemente arraigado de propiedad a nivel local. De esta forma se
obtienen mejores resultados y mayor satisfacción de los profesionales.
Pero simplemente entender la
necesidad de una responsabilidad distribuida no es suficiente si los líderes no
comprenden lo que significa demostrar responsabilidad ellos mismos. Una forma
de mostrar responsabilidad es a través del proceso de hacer y responder preguntas. La palabra responsabilidad
procede del latín responder de , por lo que si los líderes no se hacen
preguntas, están evitando que sus empleados tengan este comportamiento y asuman
su responsabilidad.
La autora ha identificado
tres formas básicas en las que las personas pueden utilizar las preguntas para
demostrar responsabilidad y promoverla en los demás. La primera se centra en el
que pregunta y sus intenciones al hacerlo, la segunda en la responsabilidad del
que receptor de la pregunta de ofrecer una respuesta a la pregunta y la
tercera, la más importante, se centra en la co – creación de responsabilidad
que ocurre cuando las personas se turnan para hacer y responder preguntas. Utilizando
estas tres formas de hacer preguntas los líderes tienen una buena oportunidad
de generar una cultura en la que todos se sientan responsables del éxito de la
organización. La vía más usada es la segunda, ya que los líderes parece que
tienden a responder a más preguntas que las que hacen y suelen sentirse
orgullosos de responder rápidamente y con exactitud, sintiéndose avergonzados
si están muy ocupados y no pueden ofrecer respuestas satisfactorias a sus
profesionales y superiores.
El triángulo mágico de las
preguntas puede ser de utilidad. Su premisa consiste en que cuando hacemos
preguntas automáticamente activamos nuestra capacidad para considerar nuestra
propia posición, para conectar con los demás y para comprometernos con un
propósito compartido. Este enfoque correlaciona con las tres formas diferentes
de utilizar las preguntas para distribuir responsabilidad:
1.- “Soy responsable ( de conocer la respuesta
correcta)”
Cuando los líderes usan
preguntas para asumir responsabilidad ellos mismos, piensan, hablan y actúan de
una forma que les pone en el centro de la atención. Las preguntas que hacen
están diseñadas a confirmar que los que responden ven el mundo de la misma
manera que los líderes, como, por ejemplo: “¿Cuáles son los componentes de una buena
campaña de marketing?” los líderes que emplean principalmente las preguntas
para asumir la responsabilidad ellos no deben esperar que sus profesionales se
sientan cómodos haciendo sus propias preguntas y compartiendo sus perspectivas
individuales,
2.- “Eres responsable de ofrecerte
tu propia respuesta”
Cuando los líderes utilizan
preguntas para imponer responsabilidad a los demás, piensan, hablan y actúan de
forma que sugieren que cada individuo necesita encontrar sus propias respuestas
y tomar sus propias decisiones. Las preguntas que los líderes hacen son
preguntas de coaching diseñadas para que la persona reflexione y se comporte de
acuerdo con lo que considera que es correcto. Por ejemplo: “¿Qué puedes hacer
de forma diferente para mejorar la colaboración con los compañeros?”
En algunas culturas existe
una clara preferencia por este tipo de preguntas. Por ejemplo, cuando un
profesor danés hace una pregunta no suele dirigirse a toda la clase sino que a
uno de los alumnos que espera que asuma responsabilidad por su propio
aprendizaje y desarrollo. Los líderes que prefieren esta estrategia no esperan
que sus empleados estén alineados con lo que es importante para que su equipo o
la organización tengan éxito, porque cada uno está centrado en tener éxito con
su propio proyecto o prioridades.
3.- Somos responsables ( de
co – crear la mejor respuesta posible)
Cuando los líderes utilizan
las preguntas para reforzar la responsabilidad compartida, piensan, hablan y actúan
como si todos estuviesen en la misma onda. Las preguntas que hacen están
diseñadas para que todos se concentren en las mismas cosas al mismo tiempo. En
las aulas, por ejemplo, cuando los profesores emplean este enfoque no llaman la
atención sobre sí mismos o sobre alumnos seleccionados, sino que esperan que
todos presten atención y contribuyan al tema. Por ejemplo: “¿Qué sabemos sobre
nuestra cadena de valor que puede ayudarnos a realizar las mejoras necesarias?”
En un proyecto de
investigación que observaba el impacto de 15893 preguntas hechas por empleados
de 32 compañías la autora encontró que la diferencia entre utilizar “tu” y “nosotros”
al hacer una pregunta tiene un impacto profundo en la forma en la que las
personas que reciben la pregunta se comportan. Las que usan “nosotros” tienen
un mayor índice de respuestas, provocan respuestas espontáneamente más
positivas que eran más largas e informativas que el resto de las respuestas e
inspiraban nuevas preguntas y conversaciones. Por el contrario las que
utilizaban “yo” con frecuencia no obtenían respuestas ni generaban discusiones.
Esto ocurre porque la elección
de pronombres que utilizan los líderes señala a quién está asumiendo la
responsabilidad. Utilizar “nosotros” va a ayudar a que las personas conecten
entre sí y se comprometan con un propósito y responsabilidad compartidas.
Una forma de demostrar lo
que es un comportamiento responsable consiste en que los líderes practiquen
hacer las cosas pequeñas de forma diferente. Por ejemplo resistiendo la
tentación de ofrecer todas las respuestas a todas las preguntas que reciben y
en su lugar invitando a los demás a explorar y responder algunas de las
preguntas con ellos.
Al utilizar la palabra “nosotros”
los líderes pueden mostrar cómo entienden la responsabilidad y dejar sitio para
que se discuta para que la conversación no termine con ellos y sus respuestas.
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