Susan Fowler en
SmartBrief on Leadership del pasado 22 de marzo plantea que la motivación está
en el corazón de todo lo que las personas hacemos y no hacemos, por lo que surge
la pregunta de si como líderes estamos centrados en perfeccionar nuestras
habilidades de motivación o si seguimos prestando más atención a otras
competencias de liderazgo fundamentadas en teorías ya pasadas de moda en las
que el foco estaba en el ordeno y mando, zanahoria y palo o el líder como
centro, que ahora sabemos que chocan con la motivación humana.
Existe un enfoque más
eficaz apoyado en la ciencia de la motivación al que no se le está haciendo
mucho caso porque no se ha conseguido que los líderes abandonen los enfoques
tradicionales de la motivación basados en obtener resultados para reemplazarlos por capacidades
de liderazgo que no solo obtengan resultados sino que promuevan el desarrollo y
el bienestar de las personas, de forma que los resultados positivos sean
sostenibles.
Para comenzar podemos
considerar repensar el liderazgo motivacional a través de tres aspectos:
mejorar el desempeño y los resultados, retención (evitando el fenómeno del
abandono silencioso) y el compromiso de los profesionales.
El tipo de motivación
que es el resultado de sentirse sobrepasado por las circunstancias, presionado
por un determinado desempeño, impuesto por el temor de no alcanzar las
expectativas es considerado subóptimo. Por otro lado la motivación óptima surge
cuando las personas actúan basándose en su alineación con valores que tienen un
significado y un propósito, generando una vitalidad que es sostenible y sana. La
necesidad más expresada últimamente para evitar el abandono es la de la
flexibilidad, como pone de manifiesto un reciente estudio de Mc Kinsey sobre el
tema, especialmente la posibilidad de gozar de autonomía. Otros motivos detrás
del abandono de los trabajos, además de la falta de autonomía, son el escapar
de jefes tóxicos y el sentimiento de no ser apreciados. Los profesionales
ansían una cultura organizacional centrada en la salud y el bienestar se sus
trabajadores que enfatice el significado y el propósito, que facilite sus
posibilidades de desarrollo y oportunidades de avanzar profesionalmente.
Cuando las personas no
satisfacen sus necesidades de poder escoger, conexión y competencia
inconscientemente buscan compensación a través de más dinero, beneficios y
otras gratificaciones. El término científico para la búsqueda de formas de
compensar las necesidades psicológicas ausentes es “satisfacción de necesidades
compensatoria” y no funciona. Malinterpretar la naturaleza de la felicidad y de
la motivación tras ella empuja a las personas a unirse al movimiento del
abandono silencioso.
Dr Drea Zigami y su
equipo han investigado la pasión de los profesionales por el trabajo y han
encontrado que los individuos constantemente valoramos nuestro entorno laboral
preguntándonos consciente e inconscientemente si nos sentimos seguros o
amenazados, positivos o negativos y animados o enervados. Esta valoración nos
deja experimentando bienestar positivo o malestar negativo. Esta conclusión va a ser la que determine
nuestras intenciones y va a ser el predictor más importante de nuestro
comportamiento. Si es positiva los comportamientos generarán pasión por el
trabajo, el nivel más alto del compromiso de los profesionales y si es negativa
surgirá la falta de compromiso.
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