Esta madrugada se cumplen 100 años de la tragedia del Titanic. Mucho se ha escrito sobre ella pero existe una persona, no tan conocida, que no podemos olvidar pues demostró unas dotes de liderazgo que permitieron que 706 pasajeros del Titanic se salvaran. Sin su capacidad de liderazgo la catástrofe del Titanic hubiese sido mayor. Se llamaba Arthur H. Rostron. ¿Qué podemos aprender de él?
Había dos barcos que tuvieron un papel importante en el drama del desastre del Titanic: el Californian y el Carpathia. Los capitanes de estos barcos, junto con Edward Smith del Titanic, reflejan las mejores y peores características del liderazgo.
El Californian tenía un capitán, Stanley Lord, reservado y cauteloso. Cuando oyó que había hielo en su ruta, redujo la velocidad. Cuando vio el hielo, ordenó que se detuviera el barco, y que esperaran hasta el amanecer. El operador de radio de su barco comenzó a advertir a otros barcos acerca del peligro en el área. A las 19:30 el Titanic recibió el mensaje y lo registró. Fue esta una de las seis advertencias que recibió el Titanic esa noche y a ninguna se le prestó atención.
La tripulación del Californian pudo observar que un barco, al que luego se identificó como el Titanic se acercaba a unas millas y se detenía. Primero pensaron que estaba tomando precauciones a causa del hielo, como lo habían hecho ellos. Posteriormente vieron que disparaban señales de emergencia pero consideraron que no iban dirigidas a llamar su atención y se mantuvieron quietos, no siendo conscientes de la tragedia que se estaba produciendo a 10 millas de ellos.
La tripulación del Californian pudo observar que un barco, al que luego se identificó como el Titanic se acercaba a unas millas y se detenía. Primero pensaron que estaba tomando precauciones a causa del hielo, como lo habían hecho ellos. Posteriormente vieron que disparaban señales de emergencia pero consideraron que no iban dirigidas a llamar su atención y se mantuvieron quietos, no siendo conscientes de la tragedia que se estaba produciendo a 10 millas de ellos.
El otro barco era el Carpathia, capitaneado por Arthur H. Rostron, al que se le considera un heroé por su actuación en el desastre. En el momento en que reciben por radio la petición de ayuda su barco se encontraba aproximadamente a 58 millas de distancia. El capitan era conocido por su capacidad de tomar decisiones rápidas y de infundir energía en quienes trabajaban bajo su mando. Inmediatamente, sin dudarlo, decidió ir en su ayuda, confirmando más tarde la veracidad de la información que le habían transmitido sus subordinados. Buscaron la ruta más apropiada para intentar, dentro de lo posible, evitar el riesgo de los icebergs e inmediatamente se pusieron en camino a la máxima velocidad que pudieron.
En las 4 horas que tardaron en alcanzar el Titanic demostró sus dotes de liderazgo, tal como se recoge en el libro "A night to remember" de Walter Lord, no dejando nada al azar. Entre las medidas que destacan tenemos:
1.- Reforzar la vigilancia en los puestos de guardia incluyéndose él y su segundo oficial para enfrentarse a su mayor problema: el hielo, ya que se acercaban a toda velocidad al mismo campo de icebergs contra el que había chocado el Titanic. No podía reducir la velocidad, pero procuró asegurarse de reducir el riesgo para su propio barco y sus pasajeros.
2.- Ordenar al Ingeniero jefe que consiguiese la mayor velocidad posible y que apagase la calefacción de vapor para dedicar toda la energía a dicha finalidad
3.- No informar a los pasajeros del Carpathia sobre lo que estaba ocurriendo para evitar que cundiese el pánico y designar oficiales para que les atendiesen y les mantuviesen en los espacios reservados para ellos cuando efectuasen el rescate.
4.- Preparar los botes salvavidas y camillas, utilizando sillas, para los heridos.
5.- Instalar luces eléctricas a lo largo de todo el casco del barco, para favorecer la visibilidad.
6.- Recoger todos los medicamentos que se encontrasen a bordo y crear puestos de primeros auxilios en cada uno de los comedores. Ordenó al médico inglés que fuera a primera clase; al italiano que fuera a la segunda y al húngaro, a la tercera.
7.- Preparar bebidas calientes y alimentos para los supervivientes.
8.- Acondicionar espacios comunes como dormitorios.
9.- Encargar a miembros de la tripulación que recogiesen los nombres de los supervivientes cuando estos subiesen a bordo para poder enviar esta información por radio.
10.- Lograr que tanto la tripulación, como posteriormente los pasajeros, cuando fueron informados de lo que sucedía actuasen con solidaridad, como ejemplo tenemos que los pasajeros de primera clase les dieron sus camarotes a los supervivientes.
11.- Organizar el rescate de forma ordenada, de forma que pudiesen salvar a todas las personas que se encontraban en los botes salvavidas. Desgraciadamente cuando llegaron no pudieron hacer nada por los que tuvieron que permanecer en el Titanic por falta de botes.
El capitán Arthur H. Rostron demostró:
I.- Coraje, no dudo en acudir al rescate de un barco en peligro, a pesar de los riesgos para su vida y para los 700 tripulantes y pasajeros del Carpathia.
II.- Rapidez en la toma de decisiones. Ante una situación de crisis reaccionó con prontitud.
III.- Prudencia en sus decisiones. Puso todos los medios a su alcance para evitar poner en peligro al Carpathia.
III.- Comunicación clara y eficaz de los objetivos y meta a alcanzar.
IV.- Planificación cuidada y reflexionada de todos los aspectos que debían ser cubiertos y de todas las eventualidades que podían surgir.
V.- Delegación de distintas responsabilidades en sus colaboradores.
VII.- Capacidad de trabajo en equipo.
VI.- Solidaridad al acudir al rescate del Titanic.
Su labor fue reconocida y fue nombrado caballero por el rey Jorge V y recibió la medalla de honor del Congreso Americano y la Cruz del Honor americana
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